Las diversas tradiciones y los contagiosos ritmos del oriente del país amenizaron este domingo, por segundo día consecutivo, los espacios abiertos de la Casona Cultural Aquiles Nazoa para cerrar por todo lo alto el cuarto capítulo del Festival Mundial Viva Venezuela.
Prensa MPPC (Texto: Claudia Hernández / Fotos: Francisco Trías y Roiner Ross)
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El célebre encuentro inició con un pasacalle que reunió canto, baile y una colorida puesta en escena protagonizada por el ensamble musical “Diversiones de Coche”, oriundo de la isla de Coche del estado Nueva Esparta. En esta ocasión, el grupo presentó “El baile del tiburón” en representación de la fauna y las faenas cotidianas de la región al son de ritmos llenos de algarabía.
La próxima parada de este recorrido musical fue Cumaná, estado Sucre, representada en la potente voz Daisy Gutiérrez “La cantora Cumanesa” que, en su extensa trayectoria, suma cuatro producciones discográficas, diversos reconocimientos y una reconocida labor de difusión de la cultura oriental venezolana.
Gutiérrez inició su presentación con el joropo “La guacharaca”, seguida del polo sucrense “Los dos titanes” y del tema “Rauda rauda” que rinde homenaje a las cualidades milagrosas de la Virgen del Valle. En su presentación, Gutiérrez agradeció la oportunidad de compartir con el público las tradiciones del país.
Al cantar su último tema, invitó al escenario a sus colegas Fabiola José, Luisana Pérez, Francisco Pacheco e Iván Pérez Rossi como muestra de unión y amor por la música venezolana.
A través de la música, el público continuó su viaje al estado Monagas de la mano del Grupo Manglar, un conjunto que, desde hace 48 años, se destaca por el apoyo y la difusión de la música oriental en distintos géneros. A través de su repertorio, el grupo rindió homenaje al músico Billo Frómeta, al Libertador Simón Bolívar, a la Virgen del Valle y al pueblo oriental.
De vuelta a Cumaná, estado Sucre, el escenario recibió al maestro Hernán Marín “El rey del joropo estribillo” y el grupo “A capela”. Marín es reconocido por ser uno de los compositores más prolíficos del oriente del país, por su extenso conocimiento sobre las raíces de la música venezolana y por la transmisión de sus saberes en universidades y escuelas del territorio nacional.
“¡Qué viva nuestro folklore y qué viva Venezuela!”, expresó el juglar en el escenario, donde hizo gala de su versatilidad al pasearse por ritmos orientales como la jota, la malagueña, el polo, el estribillo, el merengue y el joropo.
Luego, la música se trasladó al estado Anzoátegui con Dalmiro Malaver “La culebrita de oriente”, que inició su presentación con el tema “Mi Venezuela”, un polo con versos de amor para el país. La agrupación también tocó el tema “Oriente oriente”, con letra de Dalmiro Malaver y música Juan Rojas, para expresar su cariño a esta región venezolana.
Malaver es un estudioso de la décima espinela: estrofa formada por diez versos octosilábicos con rima consonante. Esta forma de composición poética está presente en varios géneros de la música tradicional venezolana, entre ellos el galerón, donde el cantautor destaca como un reconocido intérprete. El músico además lidera el proyecto digital interactivo Galerón Multimedia, destinado a dar a conocer la teoría del músico y escritor español Vicente Martínez Espinel.
En esta ocasión, el cantante mostró su talento al recitar versos improvisados en este formato en los que expresó su orgullo de ser oriental y rindió homenaje al trabajo de los demás artistas que se presentaron en el concierto. “Me voy henchido de emoción esperando haber sido útil a la Patria y al folklore de mi país”, expresó al despedirse del público.
La llegada de la noche coincidió con la presentación del cantor Francisco Tirado y el grupo de danza “Renacer oriental”, con los bailes “Mare Mare Karina”, “Akaatompo”, “Fiesta del Espuntón” y “Baile del Sebucán” que resaltan las tradiciones de los pueblos indígenas de los estados Anzoátegui, Monagas Sucre y Nueva Esparta.
Acto seguido, la música de la isla de Margarita se hizo presente con Alberto “Beto” Valderrama Patiño, artista homenejado del cuatro capítulo del Festival Mundial Viva Venezuela, quien arribó al escenario, junto a sus músicos y a los vocalistas Aura Elena Cabrera y José Ágreda, para interpretar géneros como la jota, el galerón y el joropo estribillo.
Beto Valderrama es Patrimonio Cultural de la isla de Margarita, además de figurar como un gran exponente nacional de la mandolina y un compositor prolífico. En su presentación, resaltó la pertinencia de formar a la juventud en materia de tradiciones venezolanas. “Tenemos la responsabilidad de que las nuevas generaciones conozcan nuestras tradiciones. Es importante que sepan que tienen una riqueza musical que deben reconocer, mantener y trasmitir”, subrayó.
El conjunto musical cerró su presentación con el tema “Linaje oriental” y con un entretenido contrapunteo en décimas entre los galeronistas José Ágreda “El Vengador de Serafín”, de Nueva Esparta, y Dalmiro Malaver “La culebrita de oriente”, de Anzoátegui. El ingenio y notable talento vocal de los cantantes provocó numerosos aplausos y risas en el público.
El cuarto capítulo el Festival Mundial Viva Venezuela se realizó simultáneamente en los Anzoátegui, Monagas, Nueva Esparta y Sucre, del 19 al 22 de septiembre, con presentaciones en la Casona Cultural Aquiles Nazoa en el fin de semana. Durante cuatro días, este evento cultural se convirtió en un espacio para resaltar la diversidad artística y tradicional de la región como muestra de los valores de la venezolanidad.