En Venezuela la música ha demostrado estar al servicio de proyectos sociales, pero la danza es otra manifestación artística que puede servir para el desarrollo humano de toda una colectividad. Así lo demostró este jueves la profesora Lisbeida Rangel, quien presentó una conferencia sobre esta temática durante la Jornadas de Investigación de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte), que culminarán este viernes.
Texto: Correo del Orinoco
La ponencia de la docente, basada en una investigación de campo titulada La danza en la comunidad de Pueblo Nuevo, un puente para experiencias de liberación y organización social, da cuenta de un trabajo que lleva cabo desde 2008 en esta barriada ubicada en el centro de la ciudad de Mérida, y es uno de los resultados exitosos de la llamada Escuelita Alternativa de Pueblo Nuevo.
“La danza fue un motor inicial para generar algunos procesos” desde la escuelita, que en aquel momento contaba con una radio comunitaria, un Mercal y tareas dirigidas, en medio de una comunidad que registraba cerca de 70% de deserción escolar y otros problemas derivados de la pobreza, describió.
Según la investigadora, se generó una pedagogía “inclusiva” que logró graduar a varios jóvenes y mantuvo el espacio para la danza que ha formado a varias generaciones en el barrio. “De ahí vienen otras experiencias como el bachillerato para adultos, comunidades de aprendizaje en distintas áreas de interés”, acotó.
Rangel, dijo que, entre 2008 y 2014 los talleres de danza tuvieron su mayor auge, logró que toda una generación de adolescentes del barrio se formaran, además unió a la comunidad en torno a actividades como vendimias, presentaciones, entre otras.
Aunque los talleres de danza siguen las manifestaciones violentas de 2014 ha mermado la participación de las chicas y los chicos. No obstante, los espacios dedicados al arte del movimiento siguen como “un puente” para la liberación humana y la organización social, defendió la profesora.
Rangel remarcó que “lo que ha contenido -que una buena parte de esos chicos que se involucraron y fueron captados por las guarimbas de 2014, y que han logrado salir de esa dinámica delictiva en la que fueron involucrados- han sido los espacios de esa Escuelita de Pueblo Nuevo” y se ha sostenido en medio del contexto de la violencia.