Los recursos aprobados por el presidente de la República, Nicolás Maduro, para más de 3.200 pensiones dirigidas a cultores, creadores y artistas es una reivindicación muy merecida, comentó el cronista de San Agustín y especialista en legislación cultural, Agapito Hernández.
Texto: Prensa MinCultura
“La pensión es para muchos artistas y creadores que han trabajado independiente y que no tenían contrataciones laborales ni pagos al seguro social”, acotó.
Recordó que la protección social del trabajador cultural es una exigencia que nace en el encuentro de Cabimas en la década de 1970. “Allí se comenzó a plantear cómo proteger a nuestros artistas y eso ha tenido un proceso en los años 80 y 90 que se manejó como un proyecto de protección social”.
Apuntó que se debe valorar lo que se ha logrado construir en revolución, como es el caso de la asignación de viviendas a algunos creadores.
Adelantó que laboran en lo que será el reglamento de la Ley de Protección Social del Trabajador y Trabajadora Cultural.
Resaltó que históricamente han existido instituciones para atender socialmente al artista al crearse en los años 70 el Consejo Nacional de la Cultura (Conac), en el 2000 el viceministerio de Cultura y en el 2003 el ministerio como un crecimiento estructural producto de la demanda, una adecuación.
Resaltó: “Estamos en mora de cómo observamos la gestión cultural, al verla como un entretenimiento y desconocemos que por ejemplo la Constitución contempla 26 artículos que tienen que ver con el quehacer y el hecho cultural y tenemos que ver la cultura como un tema de Estado”.
Para finalizar, el especialista cultural sugirió que se deben corregir las fallas para que exista un equilibrio. “El verdadero problema es cultural y empieza por la familia y se complementa en la escuela”.