Alegría, joropo, golpe de tambor pero también enseñanzas disfrutaron este martes varias decenas de niños y niñas que hacen vida en los sectores Caño Amarillo y La Cañada (parroquia 23 de Enero, Caracas), durante un concierto que ofreció la agrupación musical La Patria Buena en la sede del Instituto del Patrimonio Cultural (IPC).
Texto: Prensa MPPC
Los consentidos de la casa, quienes se encuentran participando desde el lunes en las actividades vacacionales del programa pedagógico del IPC, disfrutaron de La Burriquita, el golpe de Tarmas -tradicional en el estado Vargas- y los tambores de San Juan, manifestaciones culturales de nuestro país exaltadas por esta agrupación musical fundada el 16 de febrero de 1986 en la citada, por el docente y cultor urbano, Arturo Rodríguez.
Además del canto y la percusión, no podía faltar la danza como parte complementaria. “Una parte importante de la agrupación”, como describió Rodríguez.
Los jóvenes integrantes de la orquesta, trajeados de acuerdo con la expresión cultural, representaron la burriquita, bailaron al ritmo de los tambores de tarmas, y bailaron la imagen de San Juan Bautista en medio de la algarabía de los chiquitines.
En la actividad también estuvieron presente los trabajadores del instituto anfitrión, quienes entre risas, aplausos y hasta un poco de baile disfrutaron de la presentación del conjunto.
Una escuela de conciencia
Luego de agradecer al presidente del IPC, Omar Vielma, a la directiva y a sus trabajadores la oportunidad de actuar para los niños y las niñas del sector, Rodríguez manifestó que uno de los grandes logros de La Patria Buena “es hacer que nuestra comunidad se enamore de las tradiciones, que las conozca”.
Destacó que el secreto para mantener esta agrupación por 30 años, es que no es considerada como un negocio, sino que es una escuela de conciencia. Indicó que la línea de trabajo radica en el rescate, “en potenciación, en la reinvención de nuestras tradiciones populares. Uno busca que los chamos, los jóvenes, los adultos, vayan siempre trabajando, investigando y que aprendan el valor de poder enseñar y multiplicar esos saberes”.
Por su trayectoria, La Patria Buena fue declarada Patrimonio Cultural de Venezuela en el año 2008. Está integrada por 30 talentos entre cantantes, músicos, bailadores y asistentes, quienes a través de cada una de sus presentaciones llevan un mensaje educativo, concientizador, pero sobre todo enseñan las manifestaciones culturales más representativas del país.
Rodríguez agradeció al organismo el haberle permitido hacer las fotografías en su sede, para el segundo disco que prepara la agrupación. “Escogimos la sede del IPC para la portada del disco por la cercanía que tenemos con la parroquia. Seguimos en esa misma tónica que las personas conozcan, que la gente sepa qué tenemos aquí cerquita, que la gente sepa que aquí en el 23 de Enero tenemos una casona tan importante con tanto legado”.
Cabe recordar que la sede del IPC, funciona en la Villa Santa Inés, estructura que data de 1884, año en que el general Joaquín Crespo es nombrado Presidente de la República. Luego de obtener un uso residencial y de despacho presidencial, a partir de principios del siglo XX, la villa pasó a trasformarse en espacio destinado a oficinas, después de ser vendida por sus antiguos propietarios.
Fue sede de la Compañía del Gran Ferrocarril de Venezuela, de Cartografía Nacional en la década de los años 40 del siglo pasado, de Cartografía Militar en la década siguiente y desde 1990 hasta la actualidad, sede del Instituto del Patrimonio Cultural.
La burriquita y los tambores deleitaron a los pequeños
Para Abraham Antequera de 7 años de edad, lo que más disfrutó de la presentación de La Patria Buena fueron los tambores. “Yo baile”, dijo con brillo en los ojos, el pequeño quien vive cerca de la zona y quien se encuentra participando en la actividad vacacional del programa pedagógico del IPC.
A Karelis Pérez, de 10 años de edad también le encantaron los tambores. “Yo amo bailar tambor”, comentó con alegría y con la madurez de un adolescente señaló que le gustó que la agrupación destacara “que el patrimonio cultural somos todos y todas”.
El tradicional baile de la burriquita fue la actuación preferida de Hillary Ramos, de 7 años y habitante del sector Caño Amarillo, quien comentó emocionada que le ha gusta el plan vacional porque está aprendiendo a tocar cuatro.
Winder Villegas, de 10 años, disfrutó del ritmo de los tambores, además de La burriquita.
Para Giancarlos Bachiochi de 13 años y habitante de Monte Piedad, le gustó la presentación de La Patria Buena no soló por su música, sus bailes y la alegría del momento, sino porque pudo seguir compartiendo con sus amigos, “bailando”.
Laactividad vacacional del programa pedagógico del IPC comenzó el 8 de agosto. Cada semana participa en las dinámicas educativas un grupo de niños y niñas diferentes, así como los hijos e hijas de los trabajadores del Instituto del Patrimonio Cultural.