Gran conmoción ha causado en el estado Bolívar el asesinato de Larry Salinas, director de la Coral Infantil Integral de Ciudad Guayana, cuyo cuerpo fue hallado en el kilómetro 37 del sector El Pao por habitantes de la zona con tres impactos de bala. “Condenamos el crimen contra nuestro querido Larry Salinas, director de la Coral integrada infantil de Guayana. ¡Joven ejemplar y patriota!”, escribió el ministro del Poder Popular para la Cultura, Freddy Ñáñez, a través de su cuenta en Twitter @luchaalmada. El Ministerio Público inició las investigaciones.
Texto: AVN y Últimas Noticias
La noche anterior, el profesor de la coral infantil había salido de una reunión familiar a bordo de un vehículo marca Chevrolet que aún no aparece, indicó una nota de prensa del Ministerio Público, que comisionó a un fiscal para dirigir la investigación del asesinato del profesor de 48 años, quien fue hallado sin signos vitales la madrugada de este jueves.
La fiscal coordinará las pesquisas de los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas para esclarecer el homicidio y determinar las responsabilidades penales, informó el Ministerio Público.
Gran pérdida
Larrys Salinas era conocido por trabajar con niños especiales, a través de la Coral Infantil Integral de Guayana. Su trabajo no solo fue conocido en el estado Bolívar, sino también a nivel nacional. Incluso, participó junto a los niños, en la grabación de un video musical con Franco De Vita, para la canción “Tú de qué vas”, llevando un mensaje de aceptación para las familias que tienen pequeños con Síndrome de Down.
“Describe la realidad del primer contacto de las familias cuando llega a sus vidas un niño con necesidades especiales y piensan que es una carga, un castigo, un error. Al final comprenden que es el regalo más hermoso que Dios envío a ese hogar”, detalló Salinas al momento del lanzamiento del audiovisual.
Salinas dedicó 18 años de su vida a motivar con la música a niños que nunca habían tenido una oportunidad de integración real en la sociedad. Comenzó en la Universidad Nacional Experimental de Guayana (Uneg) y luego conformó con apoyo de docentes, familiares y comunidades la Coral Infantil de Ciudad Guayana, en la que participaban gran número de niños con necesidades especiales.
Fue esta labor de dirección musical y las presentaciones de la coral en distintos eventos públicos y privados, festividades religiosas y ocasiones de regocijo social la que permitió sensibilizar a la población sobre el tema de los niños con necesidades especiales y su desempeño en el mundo del arte.
Salinas comenzó en el mundo de la música tras aprender piano para suplir la ausencia de la pianista de la Iglesia Mormona a la que asistía desde muy joven, quien regresó a vivir en Estados Unidos. Bajo la tutela de la maestra Debbie Pamphil, aprendió a tocar el piano con gran destreza y se convirtió en el pianista de la institución, en cuyo coro había niños con necesidades especiales, lo que lo impactó enormemente al comprobar la belleza y calidad de sus interpretaciones y la forma en que ellos podían expresar amor, compasión, alegría y esperanza de una forma mucho más auténtica que quienes gozaban de una salud completa.
Solía decir que estos niños “son ángeles con una sola ala”, para referirse a la necesidad de reconocer en ellos esa pureza de alma y su carácter de hijos de Dios en su esencia más pura, más allá de las limitaciones físicas o cognitivas que pudieran tener.
Su comienzo en la Uneg no surgió como estudiante de esta universidad bolivarense, a la que no pudo entrar por ser muy joven. En su lugar, fue admitido gracias a un proyecto de integración que presentó y se le dio la oportunidad de desarrollar.
La primera semilla de esta orquesta integrada con niños especiales nació en el Centro Infantil de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG). Posteriormente pudo montar la banda en la Uneg y allí tuvo una primera experiencia maravillosa, con un niño con cáncer de ojos a quien se le había pronosticado solo 6 meses de vida. “Nació con cáncer en los ojitos y a los tres meses ya había perdido los ojos haciendo metástasis. Cuando entró le quedaba poco tiempo, y dije a la compañera de trabajo que lo haríamos feliz esos seis meses. Duró siete años y medio”, indicó Salinas sobre este caso en una entrevista realizada en el 2005 y reflejada por el diario Nueva Prensa de Guayana.
El trabajo de Salinas contribuyó a llevar la música a cientos de rincones y se convirtió en una forma de acercamiento con las comunidades más olvidadas. La bondadosa labor del músico lo llevó a acompañar actividades recreativas para niños y adultos necesitados, junto a la Fundación Tercera Alianza.
Siempre fue reconocido como una persona altamente positiva, que dejaba su huella en quienes lo escuchaban mientras repartía ropa y juguetes entre los niños de bajos recursos, enfermos o con discapacidades en distintas comunidades e instituciones de Ciudad Guayana.
“Este contacto con los niños, en su comunidad, en sus hogares, son el tipo de acercamiento que nos permiten conocer de cerca sus necesidades y carencia y aprovechar el momento para sembrar valores en ellos y en quienes les damos una mano, pues creo que la mayor necesidad que tiene en este momento la sociedad venezolana es la siembra de valores para la paz, el amor y la ayuda mutua”, decía Salinas en referencia a su trabajo.
También destacaba que lo que hacía era fruto de los valores que había aprendido en su propio hogar. “En mi casa me enseñaron siempre el valor de la igualdad entre todos los hombres del mundo y así quiero que sea en la sociedad en que vivimos”, recalcaba.