Fritz St. Louis, un activista de la comunidad de inmigrantes haitianos exiliados en Venezuela, fue asesinado la noche del sábado en un suburbio semirural de los Valles del Tuy (a unos 50 kilómetros al sur de Caracas) en lo que parece ser un crimen por encargo, informó el blog La Tabla. El suceso ocurrió en un sector denominado El Rosario de Soapire, cercano a la ciudad de Santa Lucía, subregión de los Valles del Tuy en el estado Miranda, según informó un allegado de la familia.
Texto: Blog La Tabla
El ataque fue cometido por varios hombres que ingresaron violentamente al inmueble y dispararon una escopeta contra St. Louis y su hijo quien se encuentra con graves heridas. No se ofrecieron detalles sobre la identidad ni edad de la persona herida. La acción fue efectuada sin mediar palabras y no fue robado ningún objeto durante la misma.
El hombre, de 54 años, era un activista político dedicado a la lucha por los derechos de los haitianos tanto en Venezuela como en su país natal y miembro fundador del Comité de Solidaridad con Haití, Coordinador Internacional de Movimiento Unido Socialista Haitiano por el ALBA y Secretario General de la Casa Cultural Haitiana Bolivariana de Venezuela. Fue un auténtico revolucionario, un gran luchador por los derechos humanos y un gran defensor de la causa bolivariana, ha reseñado el portal web Aporrea.
El Ministerio Público comisionó a la fiscal 9° del estado Miranda, Elizabeth Carvajal, a fin de que dirija la investigación y confirmó que los attacantes “sin mediar palabras le dispararon en varias oportunidades al político, causándole la muerte de manera inmediata.”
Investigaba mafias de traficantes de migrantes traídos como heladeros
St. Louis venía investigando una organización criminal dedicada a traer ciudadanos haitianos a Venezuela para emplearlos “practicamen como esclavos” y pagándoles un “sueldo de miseria”. Así lo declaró en varias oportunidades en entrevistas concedidas a medios venezolanos y en respuesta a interrogantes referidas al uso, ya común, de nacionales de Haití como vendedores ambulantes de helados industriales.
“Existe una mafia bien organizada tanto en Haití como en Venezuela que trae a esas personas prácticamente en calidad de esclavos, porque vienen a trabajar para ellos con un sueldo de miseria. Estamos tratando de frenar esto, hicimos una denuncia ante la Comisión de Interior de la Asamblea Nacional venezolana. Estamos tratando de acabar con esta vergonzosa y terrible nasituación,” le dijo a la revista digital Encontrarte en una amplia entrevista en mayo de 2007.
Explicó que el procedimiento es que las personas “compran” en Haití la posibilidad de ir a la nación suramericana y, si no tienen todo el dinero necesario, quedan endeudados.
“Por lo tanto, al llegar a Venezuela luego de ser instalados en las peores condiciones, tienen que empezar a pagar su deuda. Es así que todas las semanas los esperan miembros de estas mafias y les cobran su deuda. Los sitios donde viven en la mayoría de los casos son prácticamente unos ghettos, unos tugurios sin condiciones sanitarias adecuadas. Por ejemplo, en una casa pueden vivir hasta más de 60 personas hacinadas. Y no tienen mayor derecho a reclamar, puesto que son ilegales”, precisó St. Louis.
Según un estudio divulgado en 2008 los inmigrantes haitianos llegan a Venezuela dispuestos a ejercer todo tipo de oficio, con tal de ganarse el pan cotidiano y ahorrar un poco para enviar a sus familiares.
Prácticamente, han sido las empresas fabricantes de helados, las que han absorbido el grueso del contingente de inmigrantes haitianos.
La principal es Helados EFE, una antiquísima empresa familiar que desde 1987 es parte del conglomerado envasador de alimentos Empresas Polar. Controla el 65-70% del mercado; sus ventas anuales superan los 55 millones de dóaresto al año anterior. Posee un batallón de 5.500 vendedores ambulantes concentrados la mayoría en la capital venezolana, y cuyo peso representa un 60% de todas las ventas con un volumen de 23 millones de litros de helado.
La segunda gran empresa del sector es Tío Rico controlada por la multinacional Unilever, y con un 36% del mercado. Posee unos 3 mil carritos de helados, cuyo peso representa el 80% de todas sus ventas.
Formalmente, los heladeros haitianos trabajan por cuenta propia y como si fueran socios de los fabricantes, bajo un contrato de franquicia, y recibiendo como compensación margenes de utilidad de entre 18 y 27 por ciento.