Ana María López Márquez, una caraqueña nacida un 21 de junio del año 1972 y vecina de la Parroquia La Candelaria, desde los siete años conoce las técnicas de entrelazar hilos. Cuenta que a esa edad, las amigas de su mamá y su madrina, le enseñaban en su marroquinería. Allí Ana María ponía los broches a la vez que prestaba atención al resto de las labores que ahí se realizaban.
Texto: Ciudad Caracas
“Cada señora que iba a montar un broche yo les iba preguntando alguito y les vendía en ese entonces, me iba de maravilla, cargaba un realero desde esa edad”, recuerda.
Esa experiencia motivó a Ana, quien es también contadora, y se dedicó un tiempo a trabajar en ventas. Sin embargo tejer ha sido lo suyo. Hasta hace doce años, sus trabajos fueron adquiridos casi exclusivamente por sus amigos y familiares y desde hace quince es lo único que hace.
Hoy forma parte de la Asociación de Artesanos de Caracas y sus piezas han recorrido numerosas comunidades de la ciudad. Se especializa en vestidos playeros, trajes de baño, suéteres y gorros, entre otros.