En la VIII Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven), mientras los niños aprendían a elaborar instrumentos musicales en el Pabellón Infantil y los adultos exploraban más de 136 puestos de editoriales, un nutrido grupo de jóvenes y no tan jóvenes se instalaron en la Sala Experimental del Museo de Bellas Artes, donde se desarrolló el Salón del Cómic, dedicado al manga japonés.
Texto: AVN
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En este salón, organizado por la editorial Biblioteca Ayacucho, las mañanas fueron de concursos de trivia y karaoke, y para ello más de 300 pistas en español y japonés que van desde canciones de Dragon Ball hasta de Heydi y Candy-Candy. Las tardes fueron de talleres y luego la tarima se abrió paso para la presentación de los participantes del concurso de cosplay (costume play o interpretación de personajes), en el cual participan jóvenes que se visten con trajes de personajes de cómics.
La joven Rebeca Cabrera se vistió de Sango, un personaje de la serie japonesa de Inuayasha, acompañada con un búmeran como arma. Su traje lo confeccionó ella misma. Hace cinco años quedó atrapada por los cosplay y decidió asumir a Sango porque le gusta su actitud ante la vida. “Es una chica que perdió a su familia y, sin embargo, sigue adelante”.
En el Salón del Cómic también estaba Seras Victoria, un personaje de Helsing que interpreta Diana Cervera, una joven que, además de cortar, coser y pintar el traje de este anime japonés, se paró y cantó en el karaoke el primer opening de Digimon: World Buterfly. “Hace cuatro años hice mi primer cosplay y es como sacar a los personajes del 2D y llevarlos a la realidad”.
Tanto Rebeca como Diana debaten con otra decena de jóvenes por el primer o segundo lugar del concurso de cosplay. Durante dos minutos individualidades y grupos se montan en la tarima para representar de una escena del cómic o manga. Los ganadores serán galardonados este domingo 16 de marzo en la Sala Experimental del Museo de Bellas Artes.
El director ejecutivo de la Biblioteca Ayacucho, Edgar Páez, apuntó que en Venezuela la manga está muy fuerte y los artistas jóvenes están naturalmente cercanos a esta forma de dibujo. “Hay señalamientos de que se hace manga, pero no se busca una expresión latinoamericana. Está mucho más cerca el manga de nuestro espíritu que el cómic, que es el superhéroe que intenta salvar al mundo con una ideología en particular. El manga relata más problemas cotidianos de la juventud. Lo ideal sería que desarrollásemos una especie de dibujo propio. Y es uno de los objetivos”.