Un homenaje a quienes encabezaron la lucha contra la dictadura, entre ellos Fabricio Ojeda y Hugo Trejo, rindieron miles de personas este domingo en un acto de masas efectuado en apoyo al Presidente Hugo Chávez en las afueras del Palacio de Miraflores, en Caracas, en conmemoración del 23 de Enero de 1958, cuando una rebelión cívico militar derrocó la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez.
Texto: AVNDecenas de miles de personas marcharon este domingo hasta el Palacio de Miraflores desde cinco puntos distintos, recordando los hechos del 23 de Enero de 1958, cuando fue derrocado el dictador Marcos Pérez Jiménez.
En el acto, también se recordó y rindió tributo a varios líderes que encabezaron la lucha contra la dictadura, entre ellos el periodista y miembro de la Junta Patriótica Fabricio Ojeda, y el militar Hugo Trejo, que encabezó una insurrección militar contra Pérez Jiménez el 1 de enero de 1958.
En la tarima dispuesta a las afueras de Miraflores se hizo presente el presidente de la República, Hugo Chávez Frías, así como familiares de Ojeda, quienes ratificaron su apoyo a la democracia participativa y protagónica y a la Revolución Bolivariana que lidera el Jefe de Estado.
De este mensaje se hizo vocero José Luis Alcalá Ojeda, nieto del periodista. Expresó: “Ahora tenemos el camino abierto para la liberación de nuestro país del yugo imperialista. La Revolución Bolivariana es la continuación de esa lucha que se forjó el 23 de enero de 1958”.
Por su parte, el Jefe de Estado venezolano indicó que la dictadura no acabó aquel 23 de Enero de 1958, sino el pasado 6 de diciembre del año 1998, cuando se acabó con el régimen adeco-copeyano.
En un emotivo episodio en el que interactuó con estudiantes de la Unefa, el Jefe de Estado recordó que el 31 de octubre de 1958 se firmó el Pacto de Punto Fijo, en una quinta del mismo nombre propiedad de Rafael Caldera, en donde Rómulo Betancourt, de Acción Democrática (AD); Jóvito Villalba, de la Unión Republicada Democrática (URD) y el propio Caldera, de Copei, se comprometieron a crear un sistema de gobierno en el cual se repartirían las cuotas de poder entre ellos, manteniendo el orden establecido intacto.
“La última dictadura fue, no la de Marcos Pérez Jiménez, sino la del pacto de Punto Fijo que cayó de manera formal aquel 6 de diciembre del año 1998 (…) Esa dictadura que se instaló de manera tan profunda en el cuerpo de la patria, fue mucho más allá del sólo hecho de la presencia de un presidente o de otro, de un partido o de otro en el Palacio de Miraflores, fue la verdadera traición al pueblo y a todos los movimientos populares, civiles y militares”, puntualizó.
Asimismo, señaló que tras el derrocamiento de Pérez Jiménez se instaló en Venezuela la democracia adeco-copeyana, “que fue una verdadera dictadura burguesa”. “Ahora viene la llamada mesa de ultraderecha, la MUD, y dice que ya está lista para regresar al gobierno. ¡La dictadura de Punto Fijo más nunca volverá, la derecha de venezolana más nunca volverá a gobernar al pueblo venezolano!”, aseguró.
Chávez resaltó la memoria de Fabricio Ojeda, quien fue asesinado por la Cuarta República y puso al Gobierno Nacional a la orden para adelantar las investigaciones en torno al asesinato de Fabricio Ojeda. Así mismo, instó a la juventud venezolana a conformar un movimiento nacional que lleve el nombre del luchador social.
“Como dijo Fabricio Ojeda: Algún día se unirán los civiles y los militares para libertar a la patria. Aquí estamos unidos los civiles y los militares medio siglo después. Aquí está el pueblo despierto dándole vida a la Patria”, exclamó.
Chávez instó a la militancia revolucionaria a acelerar la conformación de Polo Patriótico con la participación de las distintas expresiones de la vida nacional, incluida la clase media a la que también le pertenece la Revolución Bolivariana. Insistió en que, como resultado de lo que él denominó “el huracán bolivariano y patrio” que debe lograr la revolución este año y en 2012, el Polo Patriótico deberá reflejar todos los sectores de la sociedad, mucho más allá del PSUV y del PCV.
Sobre Fabricio Ojeda
El periodista, político y guerrillero venezolano Fabricio Ojeda, natural de Boconó, estado Trujillo, tenía 28 años cuando participó activamente en el derrocamiento de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Fue asesinado en Caracas, en los calabozos del Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (Sifa), el 21 de junio de 1966, durante el gobierno del acciondemocratista Raúl Leoni.
En 1958, una vez pasada la euforia del triunfo por el derrocamiento de la dictadura, Ojeda -miembro de la Junta Patriótica- conoció sobre el Pacto de Punto Fijo, firmado inicialmente en Nueva York y luego en Venezuela entre los jefes de los partidos Acción Democrática, Copei y Unión Republicana Democrática (URD), del cual fueron excluidas las fuerzas revolucionarias, entre ellas el Partido Comunista de Venezuela (PCV), para evitar cualquier posibilidad de que el nuevo sistema político atentara contra el orden establecido.
En ese momento comenzó su posición crítica ante el gobierno, porque lo que se realizaba en la práctica era un reparto de cuotas de poder y atrás quedaban sus sueños de una patria plena de igualdad y de justicia social. Ojeda siguió participando con voz disidente y fue electo diputado por URD (1958), por lo que suscribió la Constitución de 1961.
Renuncia al Congreso y se convierte en guerrillero
En el acto de masas de este domingo en Miraflores, José Luis Alcalá Ojeda dio lectura a la carta de renuncia de Fabricio Ojeda al Congreso Nacional, del 30 de junio de 1962.
A continuación unos de los fragmentos de esta misiva:
“…Vengo ante ustedes a expresar la decisión de dejar el Parlamento, este recinto que pisé por voluntad del glorioso pueblo caraqueño, hoy oprimido y humillado, para subir a las montañas e incorporarme a los compañeros que ya han iniciado el combate y con ellos continuar la lucha revolucionaria para la liberación de Venezuela, para el bienestar futuro del pueblo, para la redención de los humildes.
Estoy consciente de lo que esta decisión implica, de los riesgos. Venezuela necesita un cambio a fondo para recobrar su perfil de nación soberana, recuperar los medios de riqueza hoy en manos del capital extranjero y convertirlos en instrumento de progreso colectivo. Necesitamos un cambio a fondo para liberar al trabajador de la miseria, la ignorancia y la explotación; para poner la enseñanza, la técnica y la ciencia al alcance del pueblo…”.
Fabrico Ojeda fundó el 1 de enero de 1963, conjuntamente con Douglas Bravo, Manuel Ponte Rodríguez, Juan de Dios Moncada y Jesús Molina, las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) y al visualizar la necesidad de la organización política nació el Partido de la Revolución Venezolana (PRV), por la controversia generada en el seno del PCV.
Más tarde fue hecho preso en las montañas de Portuguesa y condenado por la justicia militar a 18 años de presidio, por lo que fue trasladado a la cárcel de Trujillo, donde se fugó con otros compañeros. Posteriormente, este revolucionario a carta cabal fue nombrado en abril de 1966 presidente de las fuerzas guerrilleras (formada por disidentes del PCV, militares y civiles) y el 19 de junio de ese mismo año fue delatado. Hay diversas versiones al respecto: una asegura que miembros del PCV lo delataron, otras que fue el ex perejimenista Mario Matute Bravo, en cuya casa se encontraba Ojeda cuando fue capturado dada su amistad.
Fue torturado y asesinado el 21 de junio en el Palacio Blanco por funcionarios del Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (Sifa). La noticia dada a conocer por el gobierno de entonces difundió la versión de que se “suicidó”. El pueblo intuyó la mentira y denunció el ajusticiamiento por parte de la administración de turno de un líder popular en la lucha por el socialismo en Venezuela.
Sobre Hugo Trejo
Hugo Trejo era un militar que fue líder del alzamiento del 1 de enero de 1958. Tomaron el Cuartel Urdaneta, ubicado al oeste de Caracas, pero la carencia de municiones y el poco potencial de combate le impidieron apoderarse del Palacio de Miraflores, por lo que decidió ocupar Los Teques, estado Miranda, como punto estratégico de comunicación entre las guarniciones de Caracas y Maracay.
La rebelión no tuvo el éxito esperado, pues los jefes de la Fuerza Aérea comprometidos con la insurgencia la abandonaron y Hugo Trejo fue detenido el 2 de enero y trasladado a los sótanos de Miraflores. A partir de este alzamiento militar se creó una crisis que resquebrajó el poder absoluto que hasta el momento tenía Marcos Pérez Jiménez en el seno de las Fuerzas Armadas.
Las organizaciones políticas que se oponían a la dictadura cobraron mayores ímpetus y 22 días después se produjo el levantamiento que puso fin al régimen dictatorial del general Pérez Jiménez.
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