A más de 300 composiciones asciende el legado aportado por Juan Vicente Torrealba al acervo musical venezolano y mundial. Todos esos temas, según afirmó el artista al Correo del Orinoco, los creó desde las sonoridades del arpa, su instrumento de cabecera desde los primeros momentos cuando comenzó a trasformar la inspiración en canción.
Texto: Correo del Orinoco
Pero, lejos de lo que pudiera pensarse, Juan Vicente Torrealba no nació con un arpa en la mano, por el contrario, apenas comenzó a dedicarse en serio a este instrumento a la edad de 33 años, luego de darse a conocer en la Radio Nacional de Venezuela (RNV) como intérprete de la música tradicional de los llanos venezolanos, pero con la guitarra.
Comienzo tardío
Es más, durante los primeros 20 años de su vida el maestro Torrealba ni se imaginó que dedicaría la mayor parte de su vida a la música venezolana. Como es sabido, nació en Caracas, muy cerca del Nuevo Circo el 20 de febrero de 1917, pero a los ocho meses lo llevaron a Camaguán, en el estado Guárico, centro geográfico de la familia, donde su papá tenía el Hato Banco Largo.
Como todos los niños del momento en ese tipo de localidades, los primeros juegos del pequeño Juan Vicente tuvieron la influencia bucólica y vernácula de su entorno, en contacto directo con la naturaleza, con los animales y con las faenas llaneras.
Su padre murió y el joven Juan Vicente Torrealba, junto con algunos de sus hermanos, se dedicaron al trabajo y la administración del Hato Banco Largo. Más tarde en el año 48, se trasladó definitivamente a la capital venezolana “en busca de nuevos horizontes y un sustento económico propio”.
Hasta un parque con su nombre
A sus 99 años de edad, Juan Vicente Torealba guarda incontables reconocimientos que van desde el Premio Nacional de Cultura Honoris Causa, entregado por el Ejecutivo Nacional justamente en ocasión de su aniversario número 99; el título de Doctor Honris Causa de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez. En México hay un parque con su nombre y una avenida con su respectiva estatua en Camaguán. Le han otorgado un sinfín de nombramientos y condecoraciones dentro y fuera de Venezuela.
Algunas de sus composiciones son temas obligados para quienes cursan estudios superiores de arpa en México y Paraguay; su canción “Valencia” fue decretada como himno de la ciudad homónima en el estado Carabobo y sus creaciones han formado parte del soundtrack de obras importantes del séptimo arte latinoamericano.
El maestro Gustavo Dudamel dirigió un concierto en su honor, con piezas de Torrealba, para la celebración de sus 94 años y la estaquilla correspondiente al Grammy en reconocimiento a su trayectoria, otorgado el año pasado, se ahoga en a sala de su casa, entre placas, medallas, diplomas y llaves de varias ciudades.
Todo eso, admite Torrealba se lo debe a su relación con el arpa como vehículo canalizador de su fuerza creativa. “El arpa, es todo lo que soy”, declaró en una entrevista ofrecida en enero del año pasado a la revista Sacven.
Lamentablemente, aunque dice estar activo, no toca el arpa desde mediados de los años 90. “Me retiré antes de tiempo por motivos de salud. llegó el momento en que la mano no me respondía y el arpa no sonaba como estaba acostumbrada la gente a escucharla y preferí retirarme”, argumentó el músico.
Sabía rasguñarla
“Yo comencé mi labor (porque yo considero que esto de la música es una labor, aunque al principio no sabía que lo era) con una guitarra que me hizo un barbero del pueblo La Unión, él me enseñó a tocar la música llanera y luego seguí por mi cuenta con una guitarra española que era de mi madre. Cuando vine a Caracas, en el año 48, salía con esa guitarra a dar serenatas con algunos amigos”, rememoró el compositor de “Concierto en la llanura”.
“Apenas rasguñaba la guitarra”, asegura con modestia Torrealba. pero lo cierto es que con su evidente talento, logró tocar en ka radio cuando aún no existía la televisión. En ese contexto la compositora y precursora de los derechos de autor en Venezuela y especie de madrina artística del músico, Doña María Luisa Escobar le recomendó que interpretara esa música que hacía con la guitarra, pero con el arpa, instrumento autóctono original de los ritmos tradicionales llaneros.
“Yo había dejado en el Hato Banco Largo una arpa que tocaba un poquitico, pero un poquito nada más y la fui a buscar. Me puse a ensayar y a ensayar y en el año 1950 debuté con el arpa” y con la priera versión de la agrupación Los Torrealberos, con su hermano Arturo en el cuatro y Santana, su hijo de nueve años de edad en las maracas.
Ahí en ese programa que se mantuvo durante un tiempo en la radio, “fue cuando aprendí a tocar el arpa. Yo en ese entonces no tenía composiciones propias, esas nacieron, todas con el arpa”, celebró el creador musical.
Autodidacta
-Pero definitivamente ¿cómo fue que aprendió a tocar el arpa, quién le enseñó?
-Aprendí como aprenden todos los llaneros.. y casi todo el mundo en esa época. No fue en ninguna escuela ni academia. Aprendí viendo y luego a darle. Así aprendí un poquito y aca con ejercicios que yo mismo me hice y a tocar y tocar.
-¿No hizo registros o escribió esos ejercicios que diseñó usted mismo?
-No, todo era mental no hay registro. Utilizaba esos primeros grabadores pequeños, con cinta. Y entonces me dediqué al arpa en cuerpo y alma. Me levantaba a las 4:00 am ensayaba y estudiaba hasta las 8:00 que era el desayuno. Después llegaban los integrantes del conjunto (Los Torrealberos) y ensayábamos juntos toda la mañana.
El vals Tonada
-¿Y cómo empezaron a salir las composiciones?
– Todas mis composiciones las hice en el arpa. Justamente en ese ensayar y ensayar, ese dale que dale que dale, ahí de golpe surgía alguna melodía y la grababa en el aparato pequeño. En una semana grababa hasta seis temas y luego comenzaba a desarrollarlos uno por uno.
-¿Y la guitarra?
– La guitarra no la toque nunca más después de que escuché ensayar en Radio Nacional, a uno de los mejores guitarristas del mundo, Rodrigo Riera, de la misma calidad que Alirio Díaz. Lo escuché y aquello fue tan maravilloso que juré no poner jamás una mano sobre la guitarra. Yo apenas la rasguñaba y nunca iba a poder tocarla como él. Y también por eso le metí más corazón al arpa y fui el creador del ritmo vals pasaje que fue criticado en Caracas, pero fue fundamental para mis composiciones.
-¿Por qué fue criticado el vals tonada?
– Creo que por envidia, porque tenía mucho éxito y había personas que estudiaban música muchos años y no impactaban como lo hice yo.
-Ha dicho en varias oportunidades que para sus composiciones fue muy clave la participación de cantantes en particular. De todos esos cantantes, cuáles han sido los verdaderamente fundamentales en su música
-De todos esos el que el cantante fundamental con el que tuve la explosión de éxito fue Mario Suárez, que por cierto supe que está en Maracaibo, viejito y en muy malas condiciones de salud y de todo. Tambipen fue fundamental Rafael Montaño y Héctor Cabrera famoso por la canción“Rosario”.
-¿Por qué fuero tan importantes para su música?
-Elos eran muy buenos cantantes. yo no los enseñé a cantar, los enseñe a interpretar mi música. Por ejemplo, Mario Suárez se distinguía por cantar temas de Pedro Varga sy lo hacía uy bien. Pero yo le enseñé a cantar al esto que necesitaba mi música. Y le enseñé cantando yo, que no era que lo hacía muy bien, ellos sí eran grandes cantantes.
Disciplina en la base
-Tiene más de 300 composiciones, muchas de ellas tienen reconocimiento internacional una de ellas es incluso el himno de Valencia. Si tuviera que escoger una para escucharla en la eternidad, ¿cuál sería?
-Eso es como si le preguntaras a alguien que tiene cinco hijos, cuál es su favorito. Te va a decir que todos. De esas 300 hay como 100 que son muy impactantes, pero no puedo negar que mi sello, la composición que me identifica en el mundo entero es “Concierto en la llanura”.
-En México le pusieron su nombre a un parque. Una avenida en Camaguán lleva su nombre. Le han hecho una estatua…. De tantos y tatos reconocimientos, ¿Cuál lleva verdaderamente en el Corazón?
– Si supieras que los agradezco mucho todos. Pero en el corazón no me llevo ninguno. Eso es como que si me dieras un buen sancocho y me preguntes qué fue lo que me gustó más… En general el sancocho estaba muy bueno, pero qué me gustó mas no sabría decirte. Se agradecen pero tanto como para volverse loco no. Yo he cumplido, he llevado una vida muy ordenada, he tenido disciplina, que para mi es la base de todas las cosas en la vida. sin disciplina no hay nada. Mi característica principal es la disciplina.
Nuevo homenaje sinfónico
A propósito de los 99 años de Juan Vicente Torrealba, cumplidos el 20 de febrero pasado, el próximo domingo 20 de marzo a las 5:00 pm en la Sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño, en Caracas La Filarmónica Nacional (OFN) Bajo la batuta del maestro Luis Miguel González ofrecerá un recital especial, con un repertorio compuesto exclusivamente con piezas del autor homenajeado.
Los boletos podrán adquirirse en la taquilla de información del teatro, de forma gratuita, el mismo día de la función, a partir de las 9:00 a. m. y se entregarán dos por persona.
La segunda gala se realizará el sábado 9 de abril, a las 5:00 p. m., teniendo como escenario el Salón de Sesiones del Consejo Legislativo de San Juan de Los Morros, a cargo de la Orquesta Sinfónica del estado Guárico, dirigida por el maestro José Morín Duarte. El espectáculo será con entrada libre, respetando orden de llegada y capacidad del salón.