La justicia argentina realizó la mañana de este domingo diversos allanamientos en la casa y consultorio de Leopoldo Luque, el último médico personal de Diego Armando Maradona, quien fue imputado en la investigación por su posible responsabilidad en el fatal desenlace del ídolo argentino.
Texto: Telesur, El Gráfico
Luque fue imputado del delito homicidio culposo en el marco de la causa en la que se investigan las circunstancias de la muerte de Maradona, según informaron medios argentinos.
La justicia de San Isidro, por orden del juez Orlando Díaz, ha allanado este domingo la casa y el consultorio de Leopoldo Luque.
El objetivo de los allanamientos fue retirar documentación que pueda ayudar a entender cómo fueron los últimos días de Maradona respecto de su atención médica.
Luque fue notificado formalmente de sus derechos esta mañana, mientras se allanaba su domicilio ubicado en la calle 30 de Septiembre al 1800, de Adrogué, en la zona sur del conurbano.
Las fuentes judiciales aclararon a Télam que esta notificación no implica un llamado a indagatoria ni una medida restrictiva de la libertad, sino que se le informa que está siendo objeto de una investigación por la posible comisión del mencionado delito.
El giro en la investigación se produjo después que este sábado, los fiscales recibieron la declaración de Dalma, Giannina y Jana, las tres hijas reconocidas por Maradona, que fueron muy contundentes en contra de cómo se manejo el tratamiento de su padre.
La Fiscalía General de San Isidro informó en un comunicado que el sábado siguieron “las tareas investigativas y la sustanciación de la prueba en curso, tomándose algunas declaraciones testimoniales, incluidos familiares directos” de Maradona.
Las hijas le reclamaron a la justicia conocer cuáles eran el tratamiento y los medicamentos que recibió Maradona en sus últimas semanas de vida, principalmente desde que apareció el hematoma subdural en la cabeza, que por recomendación de Luque, fue operado en la Clínica de Olivos.
Maradona, de 60 años, que había estado ingresado a inicios de este mes en dos centros de salud por anemia, deshidratación y un hematoma subdural por el que finalmente fue operado, murió el pasado miércoles de un paro cardíaco en una casa de las afueras de Buenos Aires.
El exfutbolista había recibido el alta médica de la clínica Olivos en la que fue operado el 11 de noviembre y desde entonces hasta su muerte residía en un casa en una urbanización privada.