Con una antología del trabajo del artista Iván Salgrero, la Galería de Arte Nacional (GAN), cerró el mes de febrero con la exposición Naturaleza y Abstracción, obra escultórica de Iván Salgrero, que reúne los últimos 15 años de trabajo plástico del diseñador industrial, quien presentó más de 70 obras para el conocimiento y disfrute del público asistente.
Texto y Foto: FMN
Salgrero traduce la inquietud del artista por develar los procesos, procedimientos y técnicas que ilustran determinados logros, los que exhibe bajo un carácter temático y didáctico en una exposición antológica, para resumir su producción de los últimos quince años.
El trabajo expuesto por Salgrero se divide en dos series que se interrelacionan como son: Serranías y tepuyes abstractos geométricos y Urbano arboreto. La primera aborda el lenguaje abstracto geométrico-constructivo en la frontera de la expresión figurativa donde prevalece la sencillez de las figuras; el artista no afirma valores representativos ilusionistas, más bien logra transmitir de sus motivos solo su representación idealizada y en abstracto.
Urbano arboreto son colecciones botánicas establecidas en un área determinada que tienen el propósito de mostrar al público las diferentes clases de árboles que son etiquetados para facilitar su identificación y estudio.
¿Cuán importante resultan estas dos series para usted?
Son importantes para ser visto, entendido y que las personas saquen el mayor provecho de este trabajo, aunado a esto, que las futuras generaciones puedan valorar este tipo de obras hechas a mano.
¿Cómo logró que encajara su profesión como diseñador industrial en las artes visuales?
El diseño industrial ha sido un complemento maravilloso para poder expandirme con diferentes materiales, diferentes tipos de estructuras, y me ha ayudado a resolver cosas tridimensionales que se pueden apreciar en esta exposición.
El artista homenajeado trabajó en el taller del Maestro Carlos Cruz-Diez y fue aprendiz de Pedro Centeno Vallenilla, por lo que acotó que fue una experiencia enriquecedora, pese que no habían las facilidades tecnológicas que hay en la actualidad, lograba gestionar sus tiempos entre el instituto y las clases en el taller. “Con el Maestro Pedro (Centeno Vallenilla) fue una experiencia valiosísima, porque si no tenías las destrezas o no dabas la talla, te decía ´si quieres ya mañana no vengas´, siempre y cuando él no te dijera eso, uno podía seguir yendo a aprender con él”.
Tuvo la oportunidad de rendirle un homenaje a Jesús Soto con un mural ¿Qué tan especial fue realizar este trabajo?
Para mí fue un privilegio este trabajo porque fui seleccionado por una galería en los palos grandes. Decidí junto a mi equipo estudiar tres períodos del Maestro Soto para dejar esta pieza a la comunidad en conmemoración, en aquel año del centenario del arte cinético. Otro factor importante de esta obra fue que trabajé con mi hijo Iam Salgrero, que funge como jefe del taller. Gran parte del trabajo ha sido gracias a su apoyo.
¿Cuán representativos son los óleos de El Ávila para el desarrollo de tu trabajo plástico?
Han sido 30 años tratando de exaltar no solo El Ávila, sino también Roraima, El Salto Ángel y otras bellezas naturales venezolanas. Eso me llevó a tener un sentido mayor de pertenencia para presentarlo o difundirlo al mundo y hacerlo un ícono mucho más internacional de lo que es. Esto me llevó a darle otro enfoque de estudio.
Con relación a su visión de las artes plásticas venezolanas, Salgrero indicó “por un lado las veo bien encaminadas, pero hay personas dicen ser artistas, pero solo hacen copias de los maestros, variando ciertos detalles para lucrarse por ese trabajo. Este tipo de trabajos son para honrar, no para lucrarse. Cada obra debe tener un alma que se crea cuando se labora desde lo íntimo y personal.”
Domingo Montesinos, director ejecutivo de la Galería de Arte Nacional aseveró que esta exposición es una oportunidad para que el público asistente disfrute de las maquetas, bocetos, cuadernos de artista y fotos de obras monumentales de sus realizaciones asociadas a la arquitectura, que están puestas en juego, junto a instalaciones escultóricas, escultura-ensamblajes, obras de arte industrial y esculturas propiamente dichas en diferentes formato.
En el ámbito curatorial, Félix Hernández, se refirió al trabajo de Iván Salgrero “a pesar de reconocer que el lenguaje abstracto rehúye formalmente cualquier referente asociado a la realidad objetiva y mimética, en su búsqueda de estructuras puras e ideales, da cabida en su obra a determinada sensibilidad en torno al paisaje y sus componentes, siempre presentes en su labor creadora, por lo que conforma metáforas acerca de esa naturaleza del arte abstracto”.
La GAN continúa fungiendo como esa vitrina comunicacional para la difusión del vasto mundo de las artes visuales nacionales e internacionales, por lo que extiende la invitación a toda la ciudadanía a visitar sus plataformas digitales @fundacionmuseos y @galeriadeartenacional para conocer acerca de esta y las venideras exposiciones que dispondrá el recinto cultural.