La exposición inaugurada en octubre se extenderá hasta mediados de enero de 2022. Reúne una serie conformada por dieciséis fotografías y textos en los que se propone “realizar un retrato del alma”
El artista Krlos Reyna presenta la exposición individual
“Corpusculum”, en la cual integra fotografías y poesía, que pueden ser apreciadas en la Sala NG de la Fundación Celarg, en Altamira, en horario comprendido de 10:00 a.m. a 4:00 p.m., de miércoles a viernes.
Prensa Celarg
La exposición inaugurada en octubre se extenderá hasta mediados de enero de 2022. Reúne una serie conformada por dieciséis fotografías y textos en los que se propone “realizar un retrato del alma”. Cuestiona la distancia entre lo intangible y lo material; la palabra es cercana al imaginario del autor y la considera de igual importancia con respecto a las fotografías para hilar la idea y su representación en el espacio.
La curaduría del montaje la ejerce Fabiola Gámez, quien es licenciada en artes plásticas, escultora e investigadora. La museografía estuvo a cargo de Manuel Suárez con la asistencia de Johan Rozo.
Sobre Krlos Reyna
Krlos Reyna nació en Puerto Ordaz (1986). Participó en agrupaciones de música venezolana instrumental y rock alternativo hasta el año 2009. En 2015 inició estudios en fotografía y artes visuales. Ha cursado talleres principalmente en La ONG, Taller Huella y RMTF, además de asomarse al conocimiento poético revelado por Igor Barreto en «las ventanas más altas».
Actualmente continúa sus estudios en Caracas y se interesa por la permeabilidad de las imágenes con el lenguaje, el tiempo y la poesía. Al respecto, Krlos Reyna escribe
lo siguiente:
“El día es una noche diminuta que avanza hacia el canto de los gallos amarillos; y la noche es un día silencioso que se escurre hacia las sombras plateadas. Entonces, ¿qué sentido tendría separar el día de la noche? ¿Cómo hacemos para hablar del alma desde la materia? ¿Se pueden separar?”
Medidas de bioseguridad
En las actividades del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos se atienden medidas de bioseguridad. El uso de tapabocas es obligatorio. La Fundación Celarg cuenta con cafetín y estacionamiento.