Adornan la ciudad con una mística particular, ofreciendo a caraqueños y caraqueñas piezas alternativas y hechas a mano, esas que no son generadas por una industria, son esas mismas piezas las que fluyen a partir de conocimientos ancestrales.
Texto: Ciudad Caracas
Ellos son los artesanos y artesanas de Caracas, los que improvisados o no, tratan de complementar sus creaciones con una historia vivida, que es contada para seducir al comprador o compradora de la urbe o simplemente para estimular a quien se interese por sus piezas.
Creadores, víctimas de violencia
Muchos de estos compañeros son discriminados y pateados por ocupar ciertos espacios públicos, han sido víctimas de violencia por parte de quienes los ven como estorbos, malandros, peludos y drogadictos que no lograron “ser alguien en la vida” para terminar en las calles.
“Déjame decirte que los ‘bachaqueros’ si son un estorbo para quienes transitan las calles, sin hablar de la práctica ilícita, poniéndoles precios elevadísimos a los alimentos de primera necesidad. A esos sí hay que sacarlos de las calles”, dijo Rogelio Araure, orfebre y tallador de madera desde hace más de 35 años
Por otra parte, Nathali Monasterio es una chilena que tiene unos 5 años ofreciendo sus creaciones de cuero en Venezuela y expresa el modo de vida que decidió practicar: “Hay muchos prejuicios con respecto a lo que hacemos. La vida del artesano es así por decisión personal, yo por ejemplo no concibo mi existir como lo sueña el común en un cargo, una oficina, respirando aire acondicionado y rodeada de vidrios, eso deformaría mi ser”.
Crear para vivir
No es sólo un hobby, el oficio artesanal, no es solo pasión por crear, sino que es la fuente que puede mantener a una familia.
A muchos artesanos les toca pagar pensión por día, alimentarse diariamente a veces es cuesta arriba, sobre todo en el contexto venezolano. Viven el día a día sin una planificación previa, ponen su fe en lo que hacen para ofrecerlo con amor y carisma a sus compradores. Les encanta echar cuentos de aventuras vividas y llegan al origen de los materiales con que elaboraron la pieza.
Simón Rodríguez ha sido uno de los pensadores venezolanos que ha dejado textos valiosísimos que pueden servir para generar una convivencia colectivamente saludable, es esa esencia la que debemos rescatar cuando se escribe sobre la práctica de “entreayudarnos”. Apoyemos a los creadores.
¿Por qué apoyar a un (a) artesano(a)?
1 Cultura viva: Los artesanos van dejando a su paso una cantidad de aprendizajes originarios que vale la pena mantener vivos.
2 Es mejor para el ambiente: Las grandes industrias contaminan el planeta. El trabajo manual es consciente y llevan procesos respetuosos con el ambiente
3 Calidad: Las creaciones a mano son mejor elaboradas que las que se dan de manera industrial, por lote y en cantidades.
4 Comunicación directa: Sin intermediarios. El que produce casi siempre tiene una historia que contar.
5 Favorece el comercio justo: Sin especulación y siendo sinceros con el precio de la pieza que ofrece.
6 Originalidad. La mayoría de las piezas artesanales son únicas y originales. Muy difícil es que encuentres a otra persona usando lo mismo.