La mayor herencia que le legó el Cantor del Pueblo, Alí Primera, a su hijo Sandino, fue por un lado la de no usar la violencia con otro ser humano o un niño, como forma de desahogar su rabia o su frustración, y por otro lado ejercer la solidaridad y la responsabilidad de indignarse frente a cualquier injusticia. Así lo confesó durante su entrevista en el programa “Desde el Cendis Radio”, que se transmitió el pasado jueves 1 de noviembre, por Alba Ciudad 96.3FM con Alí Alejandro Primera y Andrea Mier y Terán.
Texto: Prensa Cendis
La presencia de Sandino Primera se dio en el marco de un programa especial para honrar los 77 años del nacimiento del Cantor del Pueblo, Alí Primera, en el cual el joven cantautor saludó la iniciativa de hacer un programa que contribuya a superar las debilidades del sistema de comunicación gubernamental y que sirva para “la divulgación de lo que hacemos, de lo que está sucediendo, de lo que sabemos, de lo que ignoramos”, señaló.
Al referirse a la canción necesaria de la que habló Alí Primera y de la que ahora Sandino es un novel representante, señaló que su canción no es más que la continuación del proyecto musical de intérpretes latinoamericanos como Violeta Parra, Víctor Jara y el propio Alí Primera.
“Está vinculada a la secuencia histórica de la canción en Latinoamérica. No estamos inventando el agua tibia. Somos continuadores de esa forma, de esa herramienta, que hemos encontrado los pueblos, la gente, los oprimidos, los golpeados de siempre, para poder decir lo que estamos viviendo, lo que estamos sintiendo, de poder incluirlo de forma tierna, de forma rabiosa, expresar nuestra rabia, expresar nuestras alegrías. Buscando ser este contexto, porque nosotros estamos hablando de la transformación del mundo y esto no se ha logrado en siglos. El planeta ha empeorado. Ha habido una involución”, sentenció.
Enfatizó que las razones que motivaron la canción de protesta latinoamericana todavía siguen vigentes. Afirmó que el modelo de la civilización occidental falló y muestra de ello es el caos económico y social que ocasiona el capitalismo. “Por otro lado, el socialismo todavía no existe de carne y hueso. Hay una sociedad que aspira ir hacia allá y estamos en ese tránsito. Son cosas que son abstractas, y esta canción busca ser continuidad, ser como fue concreto Víctor Jara en su canción, como fue Violeta Parra, concreta en su canción, como fue Alí Primera en su canción. Una canción que tiene sentido hoy. No es melancolía, no es nostalgia, es que tristemente no hemos superado aquello que hizo que ellos compusieran esa canción, por lo que incluso Víctor Jara murió, por lo que Alí Primera fue acechado, perseguido”, reflexionó.
Al hablar sobre su disco “Alborada” recordó que fue reflejo del ascenso de líderes progresistas en América Latina, como Evo Morales en Bolivia y Rafael Correa en Ecuador, pero que no sólo era mostrar el lado optimista de los años 2006 y 2007, sino también los desafíos.
“Por otro lado esa luz que venía hurgando, sobre todo Chávez, que hurgó profundo y revolvió este terreno social, salimos todos como gusanos, de ahí de la tierra y todas las verdades, lo bueno y lo malo salió y afloró. Esas luces con que logramos ver de frente algunas cosas, a veces nos permite darnos cuenta que estamos rodeados de basura, de cosas inútiles, de desperdicios, de vainas sin sentido que no tienen por qué suceder. Es parte de la alborada. La alborada no es simplemente la belleza del amanecer, sino a su vez que ese sol nos está alumbrando todo y (…) ahora nos damos cuenta del problemón que nos rodea (…) esa canción está inscrita ahí, y musicalmente hemos recorrido gran parte de América”, explicó.
Apuntó sentirse orgulloso de haber grabado en Barquisimeto y rechazar el viejo refrán de que “Caracas es Caracas y lo demás es monte y culebra”. Finalmente al referirse a su papel en la Asamblea Nacional Constituyente dijo que fue animado por el deseo de participar en la reforma de la Constitución del 99 e incidir en el mejoramiento de la realidad del país. Manifestó sentirse inconforme aunque, reconoció que la Constituyente sirvió para rescatar la gobernanza del Ejecutivo, calmar las calles y evitar las matanzas y quemas de personas.