Rostros del dolor. 40 años: ni muertos, ni olvidados” del director Ernesto Segovia, agrupa las voces de los familiares de las víctimas del atentado terrorista al vuelo de Cubana de Aviación en 1976, documental que se proyectará este viernes 6 de octubre a las 4:00 de la tarde en el Teatro Bolívar. Su papá pudo haber subido a ese vuelo de Cubana de Aviación.
Texto: Prensa MPPC
Detrás de este supuesto comienza la travesía del documental “Rostros del dolor. 40 años: ni muertos, ni olvidados” del director Ernesto Segovia que se exhibirá por primera vez en Venezuela, en el marco de la programación del Ministerio del Poder Popular para la Cultura en conmemoración de los 50 años del asesinato del Che Guevara, este viernes 6 de octubre a las 4:00 de la tarde en el Teatro Bolívar, en Caracas, con la presentación oficial del video artístico del documental denominado La canción que trajo el mar, del cantor Ali Alejandro Primera.
Pedro Luis Segovia, el papá de Ernesto, pudo haber subido a ese vuelo de Cubana de Aviación en el año 1976, que cubría una ruta de varias escalas hasta Cuba comenzando en Venezuela, con un aterrizaje en Guyana, siguió a Trinidad y Tobago y finalizó en la isla de Barbados con la explosión de la aeronave dejando un saldo de 73 víctimas. En 1976, una delegación de esgrima llegó a Venezuela desde Cuba para participar en unos campeonatos centroamericanos, el padre de Ernesto, árbitro internacional de voleibol relacionado directamente con el deporte cubano, debía viajar a la isla para un curso técnico pero a última hora fue cancelado.
Ernesto Segovia mantuvo siempre presente esta historia de su padre en todos los viajes que realizó a Cuba cuando asistía al “Coloquio de los cinco”, un encuentro que busca la liberación René, Fernando, Ramón, Antonio y Gerardo, cubanos antiterroristas presos en Estados Unidos. En ese “Coloquio de los cinco”, Ernesto conoció a los familiares de las víctimas del vuelo de Cubana de Aviación, “empezamos a hablar y ahí comenzó una amistad y una relación bien fraterna con ellos. Y después en el coloquio del 2014, decidí quedarme esos meses allá (…) me dije que me iba a montar a desarrollar un trabajo que podemos recoger a nivel audiovisual y tener algún tipo de testimonio”.
Los primeros rostros del dolor empezaron a tener voz y nombres: Jorge de la Nuez, hijo de Jorge de la Nuez Suárez, secretario general de la Flota Camaronera del Caribe; Margarita, hija de Luis Morales, técnico del Equipo Nacional de Esgrima y Odalis Pérez, hija del capitán Wilfredo Pérez Pérez. A estas tres voces iniciales se agregaron muchas otras que Ernesto Segovia fue reuniendo a lo largo de los años 2015 y 2016. Cuando el equipo terminó su trabajo de campo “Rostros del dolor. 40 años: ni muertos, ni olvidados” contaba con seis horas de entrevistas de 42 personas.
Para el documental, Ernesto seleccionó 17 entrevistas: 12 de ellas corresponden a los familiares de las víctimas, las otras son las del embajador de Cuba en Venezuela, Rogelio Polanco, el embajador de Venezuela en Cuba, Alí Rodríguez Araque y el embajador de Corea del Norte en Venezuela, Ri Sung Gil. Junto a ellos están tres investigadores: la periodista venezolana y autora del libro “Pusimos la bomba ¿y qué?”, Alicia Herrera, Nicanor León Cotayo, investigador, periodista y escritor de “Crimen en Barbados” y Ernesto Villegas, coautor del libro “El terrorista de los Bush”.
Con su primer documental, Ernesto quería levantar la voz, llenar un vacío para que los crímenes no queden impunes, “coincido plenamente en una de las palabras que me dijo la periodista Alicia Herrera, autora del libro “Pusimos la bomba ¿y qué?”, que tenemos que denunciar, que tenemos que montarnos en una campaña divulgativa acerca de ese tipo de sucesos que se presentaron, y que quizás en el momento tuvieron un impacto bastante fuerte porque perdieron la vida 73 personas”.
“Rostros del dolor. 40 años: ni muertos, ni olvidados” también era una oportunidad para incorporar a esos jóvenes cubanos que han vivido solo con el recuerdo que le cuentan sus padres sobre el atentado terrorista, ¿qué sienten? ¿qué padecen? ¿qué les han transmitido a lo largo de estos 40 años? Ernesto recuerda las palabras de Ana Laura, la nieta de una de las víctimas, ‘¿por qué lo hicieron? Las nietas y las hijas de Posada Carriles están en Miami cuidándolo, Posada a mi mamá y a mí nos quitó el derecho de cuidar a nuestro padre, a nuestro abuelo’.
“De verdad que impacta porque es una persona que no conoció a su abuelo, que no sabe cómo es, más que por el relato de su madre, por el relato de sus tíos, pero que personalmente no lo pudo conocer, entonces es una reflexión bastante interesante que me llama mucho la atención de una chama de 17 años”.
La voz del dolor, de la rabia, más no del odio se plasma en el documental “Rostros del dolor. 40 años: ni muertos, ni olvidados” que tendrá su primera proyección en Venezuela este viernes 6 de octubre, a las 4:00 de la tarde en el Teatro Bolívar, con la presentación oficial del video artístico del documental denominado La canción que trajo el mar, del cantor Ali Alejandro Primera.