El Instituto del Patrimonio Cultural (IPC) cumplió 23 años y lo celebró con la realización de diversas actividades culturales, patrimoniales, educativas y recreativas, tanto en la ciudad de Caracas como en otras regiones del país.
Texto: Prensa MPPC
Las actividades comenzaron el lunes 16 de octubre, con una misa que se celebró en la Villa Santa Inés, en Caño Amarillo, sede principal a nivel nacional del IPC, oficiada por el sacerdote de Sarría Eligio Moretto.
El martes 17 de octubre se realizó el cierre del Seminario “Patrimonio y Diversidad Cultural en tiempos de Globalización, con la ponencia central de la Viceministra para el Fomento de la Economía Cultural Aracelys García, quien en su intervención expresó en detalle los avances que en esa materia ha experimentado el Ministerio del Poder Popular para la Cultura (MPPC). Los asistentes al evento disfrutaron de una presentación de la nueva generación de los Diablos Danzantes de Naiguatá, integrada por niños.
También se llevó a cabo la proyección de dos películas premiadas a nivel internacional, en el marco del ciclo de cine venezolano. Las películas en cuestión fueron “Hermano” de Marcel Rasquin y “Azul y no tan rosa” de Miguel Ferrari.
El miércoles 18 de octubre, día central de la XXIII Semana Aniversario del IPC, se realizó el tradicional compartir entre los trabajadores, que incluyó la realización de un sancocho y una pequeña tarde de postres criollos.
Otro hecho relevante, que se llevó a cabo el 19 de octubre en el marco de la celebración anual del IPC, fue la declaratoria como Bien de Interés Cultural de la Nación del “Sonero Clásico del Caribe”, así como la certificación de inscripción en el RPC-Venezuela de un grupo importante de músicos y cultores, continuando así la senda que ha marcado ésta Institución en el último tiempo, con el reconocimiento a las distintas formas de expresión cultural que se desarrollan en el país y que son parte fundamental de su identidad.
Las actividades finalizaron con éxito el viernes 20 de octubre con la entrega de reconocimientos al personal que ha sido parte fundamental de la historia del IPC. Se entregaron botones por 10 y 20 años de servicio, y se le dio por primera vez un reconocimiento a la excelencia en el esfuerzo por la conservación de los valores patrimoniales, a un grupo de trabajadores que han destacado por su labor.