Desde este miércoles y durante todo el mes, el pueblo venezolano se unirá en la adoración de la Cruz de mayo, una de las tradiciones religiosas del calendario festivo más antiguas, arraigadas y extendidas por el territorio nacional.
Texto: Correo del Orinoco (V’arvara Hill)
La adoración del santo madero llegó a América con los españoles y las misiones, que enarbolaron la cruz en la fundación de pueblos y su llegada a los asentamientos indígenas, recordó Benito Irady, viceministro de Cultura para la Identidad y Diversidad Cultural.
El profesor recalcó que la cruz fue el símbolo en el levantamiento de las misiones, que son los antecedentes de las ciudades y los pueblos.
“La adoración de la cruz fue una presencia viva en los pueblos indígenas. Europa trajo no solo lo divino y los cantos sino una forma de expresión que en el contexto de América Latina y el Caribe cobró fuerza con la décima como expresión popular literaria que, por supuesto, permitió los cantos que ya conocemos”, explicó Irady en conversación telefónica con el Correo del Orinoco.
En el oriente de Venezuela -continuó el viceministro- donde comenzó el establecimiento de los españoles, en sitios como Cubagua y Margarita, la décima “tiene una fuerza extraordinaria” vinculada al Velorio de cruz. Y “el ir y venir” mediante el transporte marítimo, en tiempos de la Colonia, llevó esa manifestación musical por la costa, de allí que la décima tiene una expresión particular en el occidente del país, específicamente en el Zulia.
No obstante, sostiene Benito Irady, la celebración de la Cruz de mayo se extendió en todo el territorio nacional, con cantos de diversos géneros con base en la décima. “Es una de las manifestaciones más antiguas de la cultura popular”, acotó.
Con la mirada en las estrellas
Desde el día 3 y todo el mes mayo, en todos los pueblos de Venezuela se adora al santo madera de diversas formas, según las particularidades de cada localidad con recuerdos en las misiones que las fundaron.
“Tanto es el valor que tiene la tradición del canto a la cruz, que hay regiones donde el madero está frente a los ojos de quien lo celebra, y muchas veces una mirada al cielo permite que los adoradores encuentren las cruz del sur, hecha estrella”, comentó el viceministro.
La cruz se adora y se construye de muchas maneras, así como varía la preparación del altar. Esta festividad incluye canto pero también baile, y suele ser una actividad para compartir bebidas tradicionales como café, carato, entre otras. “Es una manera de compartir y socializar mediante la fe”, remarcó.
De acuerdo con creencias indígenas, la cruz se adorna con las primeras flores del año, a manera de ofrenda, para obtener buenas cosechas y buen clima para la siembra. Es también un homenaje para la siembra.
Irady mencionó que en la región de los llanos se interpretan los tonos de velorio, la décima en oriente es de cuatro versos y en los pueblos afrodescendientes la adoración a la cruz es con tamboritas. En cada región la tradición tiene sus propias particularidades.
En estos encuentros en torno a la cruz se hacen invocaciones, rezos y el rosario cantado.
Con fecha en el calendario
La adoración de la Cruz de mayo es una de las celebraciones del calendario religioso, que marca las tradiciones venezolanas durante el año como la Navidad, las fiestas en honor a San Benito, el culto a San Pedro, los Diablos Danzantes de Corpus Chisti, entre otros, recordó Benito Irady, viceministro de Cultura para la Identidad y Diversidad Cultural.