En la Casa de la Amistad Cuba-Venezuela, José Martí, se realizó un acto que contó con la presencia del embajador de Cuba en Venezuela, Rogelio Polanco, de la licenciada Lourdes Sosa, presidenta del Club Martiano Simón Bolívar, además de amigos y allegados de ambas naciones, con la finalidad de conmemorar el centenario del Francisco Pidival, cumplido el pasado 16 de abril.
Texto: Ciudad CCS/ Alba Ciudad
La señora Sosa inició la actividad con un discurso donde resumió apretadamente la vida de este hombre, quien, desde Venezuela, promovió la Revolución Cubana y captó recursos para la compra de armas y pertrechos de guerra que fueron entregados a los luchadores de la Sierra.
“Desde muy joven enseñaba historia de América en escuelas y liceos venezolanos. Esto despertó en él su gran interés por la epopeya de Bolívar, por lo que en 1956 repitió su travesía por países de Suramérica donde, como dijera Martí: ‘pasó el Libertador, regando de repúblicas la artesa de los Andes’, recorrido que Pividal aprovechó además de visitar lugares históricos, para escudriñar archivos en Caracas, Bogotá, Quito, Guayaquil y Lima, llenando de apuntes decenas de libretas”, señaló Lourdes Sosa.
Continuó diciendo que: “Toda su labor estuvo signada por su consagración a la causa revolucionaria. Su permanente disposición a servir donde fuese necesario, lo llevó del magisterio a la diplomacia y viceversa, a fungir como delegado del Poder Popular en Cuba, a dictar conferencias y cursos en los más disímiles rincones del planeta, a escribir sobre Bolívar y otros patriotas y próceres latinoamericanos o a indagar en Tuxpan o en la Sierra Maestra, sobre los orígenes de la Revolución Cubana, a la cabeza de un Equipo de la Oficina de Asuntos Históricos de la Secretaría del Consejo de Estado”.
Por su parte el embajador de Cuba en Venezuela señaló la importancia de Pividal, no sólo por ser conocedor y divulgador de la idea bolivariana, sino también por su papel como diplomático en Venezuela, donde se constituyó en el primer embajador de la revolución en esta nación.
“Tuvo también la honra de ser el primer embajador deportado y considerado persona non grata bajo el gobierno de Rómulo Betancourt, en momentos en que por influencia norteamericana todas las naciones, a excepción de México, decidieron romper con Cuba”, dijo.
Francisco Pividal fue un docente que se radicó en Venezuela cuando se le hizo imposible vivir en la Cuba del dictador Fulgencio Batista. Fundó el colegio “Panamericano”, en Maracay, y escribió el libro “Bolívar, Pensamiento Precursor del Antiimperialismo”, entre otros.
Su tiempo alcanzaba, además, para promocionar la lucha armada que en ese momento se gestaba en la Sierra Maestra, auspiciada por el comandante Fidel Castro Ruz.