Productores de cerveza artesanal luchan por brindar mejores precios y consolidar la autogestión

Ruta de la Cerveza. Foto: Milangela Galea

Miles de personas visitaron este fin de semana los espacios del Teatro Teresa Carreño para degustar de una alternativa culinaria, como es la cerveza artesanal, y conocer a varias decenas de productores venezolanos, quienes, usando el modelo de la autogestión y aún con desventajas para adquirir o importar los insumos en comparación con los grandes productores industriales venezolanos, sin embargo mantienen una buena producción de esta bebida. “Gracias a esta Ruta, se hicieron acuerdos importantes que permitirán a los productores reducir el precio de su cerveza; además, apostamos por crear marcas de cerveza accesibles para nosotros”, señaló una de las organizadoras. “En la cerveza industrial las levaduras ya no están vivas, pero con la artesanal bebes algo que está vivo, se siente en el sabor, en el color, al batirla”, explicó uno de los productores de cervezas artesanales Hagel’s.

Texto: Prensa MPPC y Alba Ciudad / Fotos: Milángela Galea

La Ruta de la Cerveza Artesanal forma parte de los movimientos emergentes “Hecho en Venezuela”, que busca resaltar el trabajo de productores independientes venezolanos. La actividad, realizada este viernes y sábado, culminó con música, mucha gente y lluvia que no detuvo las ganas de conocer las más de 100 tipos de cervezas que son fabricadas en el país, y que fueron ofrecidas por los diferentes productores.

Si bien hubo críticas de parte de algunas personas que tal vez no entendieron el propósito del evento, el ministro del Poder Popular para la Cultura, Reinaldo Iturriza, salió al paso: “A las y los que pensaban que estábamos organizando una cervezada, lo siento mucho. Nuestra lucha es contra los oligopolios. Por la democratización del gusto”, señaló en su cuenta en las redes sociales. “Aprendamos de los errores, ignoremos a los que critican de mala fe, y sigamos adelante”. Invitó a estar pendiente de la Ruta de la Arepa Popular, que será la siguiente actividad del movimiento Hecho en Venezuela.

Ruta de la Cerveza. Foto: Milangela Galea

Una de las organizadoras del evento resaltó que allí podía conseguirse Cerveza Guarenas a Bs. 140 y Cerveza Tovar a Bs. 130. Si bien era cierto que otras marcas artesanales tenían precios entre Bs. 350 a Bs. 600 el vaso, ella señaló que “mientras Polar tenga el oligopolio de la cebada, la cerveza artesanal será de difícil acceso, pero los costos bajarán en la medida que hallan propuestas políticas para trabajar con la gente que produce”.

Resaltó que todos los productores artesanales son autogestionados. “Hay que apostar por la gente que produce y ver como se generan condiciones para reducir costos en lo que hace. Gracias a esta Ruta, se hicieron acuerdos importantes que permitirán a los productores reducir el precio de su cerveza; además, apostamos por crear marcas de cerveza accesibles para nosotros. Por ejemplo, una cerveza de 23 de Enero o de Lídice. Pero todo es un proceso; están produciendo, y eso ya es importante”.

Mientras la gente preguntaba y compraba el producto, los productores se encargaban o bien de explicar su elaboración o de la procedencia del producto, ya que no tiene la misma dinámica una cerveza que se prepara del modo artesanal, casero, al que se realiza en una industria.

“No hay que comparar la cerveza artesanal con la industrial. La industrial busca vender, la artesanal es para disfrutar y conocer tu paladar. En la cerveza industrial las levaduras ya no están vivas, pero con la artesanal bebes algo que está vivo, se siente en el sabor, en el color, al batirla. La cerveza artesanal es un pan líquido”, declaró uno de los productores de cervezas Hagel’s.

En este sentido, lo que se buscó con la Ruta fue derrumbar el paradigma de que la única bebida con cebada en el país pertenece a las grandes industrias, y que la creación de este producto, tan apreciado por el venezolano, es cuestión de práctica y ganas.

Por esta misma razón se dictaron talleres de elaboración de la cerveza, en los que se explicó a la multitud que se acercó a aprender al respecto que, teniendo los materiales, en casa se puede elaborar el producto.

Taller de preparación de Cerveza Artesanal. Foto: Milangela Galea

Ruta de la Cerveza. Foto: Milangela Galea

Taller de preparación de Cerveza Artesanal. Foto: Milangela Galea

Los costos para importar las materias primas son muy altos para los productores artesanales. Foto: Juan Carlos La Cruz, AVN

Además se ofrecieron conversatorios sobre cata de cerveza, en el que su exponente refirió, entre bromas, que incluso el sonido al destapar la botella ya da una señal para saber cómo es lo que se va a consumir.

Por otro lado, los visitantes se encontraban sorprendidos, pues por décadas se ha mantenido la idea de que la única cerveza venezolana pertenece a una gran empresa, cuando la realidad es que existe ya una asociación de productores artesanales, en la que para asociarse sólo hace falta las ganas de hacer un buen producto.

Roxana González, una de las personas que transitaba por la Ruta en busca de nuevos sabores, relató que “antes había probado una cerveza artesanal únicamente en un local por la Plaza Bolívar. Desde entonces estuve buscando pero no conseguí otro sitio donde vendieran; aquí he encontrado que hay muchísimas más, pero no las encuentro en los locales. Sería buenísimo que todo esto no se quede acá, sino que el apoyo a los pequeños productores crezca y así todos podamos disfrutar en cualquier lugar de un producto de calidad y con verdadero sello venezolano”.

Por años Empresas Polar ha acaparado el mercado de la cerveza, “incluso en eventos que organiza la Polar en la Colonia Tovar le prohíben la participación a la cerveza Tovar, cuando se supone que es producida en esa tierra”, explicó Gabriel Simons, socio de cerveza Hagel’s.

La iniciativa que toma el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, en este sentido, es derrumbar todo ese paradigma que esta empresa ha construido por décadas en el imaginario del venezolano, y que de una vez por todas se pueda acceder a un producto distinto, de calidad y no monopolizado.