La artista Mara Vitanza, maestra de las artes del fuego, falleció este lunes 3 de agosto, en el estado Bolívar, a los 91 años de edad. El Ministerio del Poder Popular para la Cultura, a través del Instituto de las Artes de la Imagen y el Espacio (Iartes), manifiesta su pesar por la partida de esta invaluable ceramista. Mara Vitanza poseía un conocimiento profundo del oficio de la cerámica con la de dibujos en tinta china, donde el duende del líquido derramado da cabida al subjetivo mundo de la expresión.
Texto: Prensa Iartes
Mara Vitanza, ceramista y pintora, nació en 1924 en la ciudad de Bolzano, Italia. Cursó estudios en la Academia de Bellas Artes de Florencia (Italia), se trasladó a Venezuela en 1957 y estableció su residencia en Ciudad Bolívar, donde vivió enamorada de su gente.
Un día dijo: “La gente de Ciudad Bolívar tiene un encanto natural fascinante, es como el agua fluida de su gran Río, le discurre a uno por todo el cuerpo y uno se siente entonces como en paz con todos y con uno mismo. Por eso lo que sé, nunca fue mío, lo entregué todo a mis alumnos de la Escuela Alejandro Colina que fundé”.
A partir de 1960 sus cerámicas, además de sus óleos y acuarelas, forman parte de muestras colectivas como la “Primera gran exposición de industria y comercio” (Ciudad Bolívar), realizada ese mismo año.
Su destreza le permitió desarrollar en gres acabados con textura de piedra tallada. Expuso en la Feria Internacional de Nueva York, pabellón de Venezuela (1968); en el III y IV Salón Nacional de Artes del Fuego (1975 y 1976); y entre 1981 y 1982, en la exposición itinerante organizada por la Cantv, titulada “Trato con el barro II”.
A partir de 1980 se dedicó a la docencia en el “Taller libre de arte”, específicamente en la Escuela Alejandro Colina del estado Bolívar, donde nació en su honor la Asociación Civil Artes de Fuego Mara Vitanza.
Entre 1982-1983 publicó artículos en el diario El Expreso. Entre 1982 y 1987 formó parte de importantes muestras colectivas auspiciadas por la AVAF, entre las que se puede destacar “Tierras del Orinoco”. Su experiencia con el gres se pudo observar en su exposición “Piedras lunares” (Museo de Arte La Rinconada, Caracas), donde le aplicó a las piezas una delicada técnica mayolica con tres “quemadas”.