“Para llegar a Groenlandia son seis aviones, un helicóptero y un trineo, estamos hablando de un lugar a 700 kilómetros del ártico y primero, nunca había visto la nieve, ya había estado ya en Alemania y en otros países pero nunca en invierno, así que cuando llego a un país a menos 30 bajo cero donde tienes que viajar hasta por hielo congelado, llegué a pensar que estaba un poquito loco”, comentó durante una entrevista transmitida este lunes por Telesur.
Álvarez cuenta que comenzó dando talleres musicales de violín a niños de un orfanato que habían pasado por situaciones familiares difíciles y estaban acostumbrados a tocar en solitario. Sin embargo, pese a eso y a la barrera del idioma, consiguió agrupar a 13 estudiantes.
Cuando volvió a Venezuela, tres meses después, el joven se reunió con el fundador del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles, José Antonio Abreu, quien según cuenta, fue quien le hizo entender la responsabilidad de su obra fuera de las fronteras venezolanas.
“Estaba emocionado de que estuviera representando a mi país en ese momento, pero no sabía exactamente cuál era la magnitud de lo que estaba haciendo. Cuando regreso a Venezuela después de los tres meses y hablo con el maestro José Antonio Abreu y le explico sobre el proyecto en Groenlandia, él me dijo que tenía que regresar, crear la orquesta allá arriba y que fuera la orquesta más alta del mundo”, narró.
Actualmente, la orquesta tiene más de 60 niños y Álvarez trabaja en expandir la idea de un sistema como el venezolano en toda Groenlandia y profundizar en la formación de jóvenes con principios y valores.
“Para mí la música es un canal de servicio, es un canal que permite ayudar y transformar no solamente a los niños y a los adolescentes sino también a los adultos y a todas las personas que quieran abrirse a aprender, a través de la música, muchos valores”, expresa con orgullo.
Explicó que su propósito es aportar un granito de arena a que de las comunidades surjan mejores ciudadanos que utilicen la música para mantenerse alejados de los vicios y que de ese modo haya todo un cambio social en el mundo, a partir de la cultura.
“El maestro (Abreu) siempre dice que las orquestas y los coros son como una semilla que deben sembrarse y esa semilla hay que regarla, si logramos sembrar esa semilla en todas partes del mundo, imagínate cómo lograríamos eliminar esa parte de la contaminación y cuando hablo de contaminación me refiero al vicio, a la droga, a la visión mal canalizada de las cosas y a todo los que está alejado de los valores que pueden promover y ayudar a un niño a ser una gran persona”, manifestó.
Proyectos para el 2015
Álvarez enumeró diversos proyectos que tiene previsto llevar a cabo para este 2015, entre los que destacan la grabación de la tercera temporada de la serie televisiva Niños en la Cumbre, que protagonizarán niños venezolanos y cinco jóvenes esquimales, quienes vivirán una travesía durante una expedición que los llevará al Salto Ángel y a las cumbres de Groenlandia.
Luego de eso prevé dar clases en Inglaterra, Dinamarca y estará en un festival de canto en Suecia, además de apoyar diferentes programas culturales a nivel mundial inspirados en el Sistema de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela.
“Todos los sueños son posibles siempre y cuando tú vayas tras ellos, porque sino se quedan solamente en el aire”, agregó.
Ron que orgullosa estoy de ti, eso que haces no tiene precio!!! 👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏 Un abrazo hermano
Ya hay Luz Y Esperanza en Venezuela con jóvenes como tú.Felicidades!
Bravo Ron! Todo el bien que haces a esos huérfanos y a la música es doblemente hermoso. Espero volverte a ver en tu país cuando la esperanza y la luz resplandezcan de nuevo en nuestra querida patria.