CUadro realizado por Jhomar Loaiza
Alí Primera nació el 31 de octubre de 1941. Fue músico, poeta, compositor y activista político comunista venezolano. Compositor y cantor de música de protesta, sus primeras canciones -Humanidad y No basta rezar, presentada esta última en el Festival de la Canción de Protesta, organizada por la universidad de Los Andes en 1967- lo proyectan a la fama.
Entre 1969 a 1973 permanece en Europa, donde graba su primer disco, titulado “Gente de mi tierra”, que tiene gran éxito popular en Venezuela. Desde 1973 hasta su muerte, grabó 13 discos de larga duración y participó en numerosos festivales de toda América Latina.
Entre sus canciones Paraguanpa Paraguanera, José Leonardo, Casas de Cartón, Cruz Salmerón Acosta, Reverón, Flora y Ceferino, y Canción Mansa para un Pueblo Bravo. Su muerte se produjo el 16 de febrero de 1985 en un lamentable accidente automovilístico en la autopista Valle-Coche. Vale destacar que, para muchos de sus seguidores, el fallecimiento de Alí fue obra de un atentado orquestado en su contra por enemigos políticos, hecho que nunca se demostró.
Guión: Nadesjka Landaeta
Voces: Enza García y Kenny Castillo
Mi pai Alí Primera
En mi tierra hay canto nuevo de
Turupial, Paraulata y Cristofué
como el rocío al alba del nuevo amanecer
que mi pai Alí sembró con semillas
imperceptiblemente gigantes
de su inmensurable querer.
Por los cuatros puntos cardinales
país al norte del sur continente
herencia de los libertadores,
a la cabeza Simón, para entonces
perdida la patria, aletargada, dormida
por desamores condición, cuando
llegó él y regó a todo pulmón,
hasta los sentimientos más áridos,
con la llovizna fecunda de su limpia
poesía hecha canción.
Para un treinta y uno de Octubre del novecientos
cuarenta y dos, cuarenta y uno, para algunos,
una madre paridora de eterna primavera
Parió a mi pai Ali Primera venia
a la vida de todos con profecía de amor,
poesía de sol, cuatro de niño pobre y
canción manantial que fluía en su voz,
muriendo por la vida día a día, no podemos
llamarte muerto, brozando el camino inevitable
de la revolución.
30 de octubre 2011
Echegaray