Profesionales del Museo Antropológico de Quíbor (MAQ) “Francisco Tamayo Yepes” están realizando un trabajo arqueológico denominado excavaciones de rescate (1) en las inmediaciones de la Plaza Florencio Jiménez del casco histórico en la ciudad de Quíbor, estado Lara, luego de encontrar restos óseos humanos cuyas características permiten determinar que pertenecieron a indígenas.
Texto y fotos: Comunicaciones del Museo Antropológico de Quíbor
Estos nuevos hallazgos arqueológicos ocurren a partir del movimiento de tierra que se realiza para remodelar la mencionada plaza ubicada a pocos metros de la necrópolis prehispánica más extensamente excavada del país, cuyo nombre es el Cementerio Boulevard de Quíbor. (2)
Antropóloga Ivel Urbina Medina en labores de supervisión de la obra
Debido a la cercanía con este importante yacimiento arqueológico, las antropológas Ivel Urbina Medina y Rubia Vásquez Castillo, directora del MAQ, continúan recabando indicios para determinar si estos enterramientos pertenecen al ámbito del Cementerio Boulevard o si corresponden a otro momento de nuestra historia.
Rubia Vásquez Castillo a la izquierda, Ivel Urbina Medina a la derecha, en labores de excavación
Las remodelaciones fueron ejecutadas por órdenes de Alcaldía del Municipio Jiménez a propósito de la celebración que organizó esa instancia de gobierno local en el marco de los 400 años de la fundación jurídica de Quíbor, hecho histórico que representa el triunfo del proyecto colonial europeo, coronado con la instauración de un pueblo doctrina (3) sobre un territorio donde confluían comunidades originarias de distintas regiones del país hace más de 2.000 años.
Este nuevo hallazgo ocurre en circunstancias similares al descubrimiento del Cementerio Prehipánico Boulevard, prácticamente por una casualidad, ya que la iniciativa de remover el terreno viene dado por la realización de obras públicas, y no como parte de un proyecto de carácter arqueológico o histórico, por lo que es necesario reflexionar sobre cómo estamos valorando nuestro pasado y cuáles son las políticas que se desarrollan en los territorios donde ya se conoce que existe material arqueológico con información sobre nuestros predecesores y su modelo de organización social.
La arqueología en Quíbor
Para la población quiboreña el desarrollo de actividades arqueológicas es un hecho bastante conocido y del que prácticamente todos y todas tienen alguna anécdota que contar, jóvenes, adultas y adultos que pasan por los actuales trabajos de excavación, les gusta narrar como han presenciado el hallazgo de cráneos, objetos cerámicos, de piedra, cuentas de collares, entre otros materiales, que incluso han sido ubicado en las propias casas de los (as) habitantes del casco histórico, cuando se lleva a cabo alguna construcción.
Comunidad quiboreña presenciado los trabajos arqueológicos
En los años 60 inició el proyecto arqueológico de mayor envergadura en esta región del país bajo la guía del antropólogo Adrián Lucena Goyo, fue entonces cuando se realizaron las primeras excavaciones en lo que hoy se conoce como el Cementerio Boulevard, de donde se han extraído más de 300 enterramientos humanos para le fecha, que junto a otro nutrido grupo de objetos de carácter arqueológico, se resguardan en los laboratorios del Museo Antropológico de Quíbor.
Los últimos trabajos de índole arqueológico que se habían llevado a cabo en este lugar fueron hace aproximadamente 15 años y estuvieron bajo las orientaciones del antropólogo Juan José Salazar, quien junto a su equipo de trabajo quiso crear un Museo In Situ, proyecto turístico ideado para hacer prácticas arqueológicas a estudiantes, además de haber permitido a los (as) transeúntes observar las piezas arqueológicas, osamentas humanas y demás hallazgos en el mismo lugar donde fueron excavados, garantizando las condiciones para la preservación de las muestras sin ser trasladadas del sitio donde se hallaron. (4)
En la actualidad
Las encargadas de las excavaciones en esta oportunidad son Rubia Vásquez Castillo, directora del MAQ e Ivel Urbina Medina, antropóloga e investigadora de la misma institución, la cual ha sido designada por el Instituto del Patrimonio Cultural (IPC) como responsable del rescate y resguardo del material arqueológico que se ubique en este nuevo descubrimiento en la Plaza Florencio Jiménez (ver video).
Hasta ahora las antropólogas lograron ubicar los primeros restos óseos dispersos a unos 40 centímetros de la superficie. Luego de haber bajado hasta 80 centímetros han ubicado estructuras óseas más completas que incluyen cráneos, extremidades, vértebras, entre otros.
En la parte superior izquierda se observan vértebras, más abajo se distingue un cráneo, junto a él un hueso largo posiblemente fémur. Al centro de la imagen hay otro cráneo y anatómicamente se hallaron huesos de extremidades superiores
A diferencia de los hallazgos registrados en el Cementerio Boulevard, no se han encontrado piezas de cerámica, piedra, conchas marinas u otras asociaciones, lo que permite inferir a las especialistas que probablemente estos enterramientos pertenecen a la época posterior a la invasión y conquista europea, pero no al momento de auge de las comunidades originarias, cuando se realizaban entierros con numerosas y muy elaboradas ofrendas.
Estas nuevas excavaciones tienen lugar en lo que fue por muchos años la parte posterior de la Iglesia Nuestra Señora de Altagracia, espacio que el cronista prof. Manuel Herrera infiere pudo haber sido un cementerio de la período colonial, por lo que las profesionales del MAQ trabajan en recabar más indicios que permitan corroborar o descartar la posibilidad de que se esté excavando en un cementerio de este índole.
Imagen de la iglesia a finales del siglo XIX
El MAQ al igual que la mayoría de las instituciones públicas del país han visto reducido su presupuesto anual debido a la contracción sostenida del PIB nacional durante la última década, por lo que desarrollar este tipo de labores que ameritan herramientas, tecnología, mano de obra calificada, entre otras condiciones, se hace realmente cuesta arriba.
Sin el apoyo financiero de la Alcaldía, Gobernación, ni siquiera del propio Centro Nacional de Historia (CNH) ente rector del MAQ, los trabajos de resguardo y preservación del nuevo material arqueológico hallado, han dependido básicamente del compromiso del equipo de trabajo del Museo, así como de la colaboración de entusiastas y voluntarios (as) que comprenden el valor incalculable que tiene este territorio en la preservación de nuestro pasado y ancestralidad.
Estas condiciones adversas no han detenido el esfuerzo de las compañeras responsables de la excavación quienes desde el pasado16 de julio, cuando la antropóloga Ivel Urbina, en sus labores de supervisión observó la presencia de huesos humanos, tomaron la decisión de detener la obra pública para el resguardo del material arqueológico precisado.
Desde ese mismo día no ha habido pausa, la propia comunidad quiboreña, quien ha vivido procesos de excavación desde hace más de medio siglo, cuenta entre sus habitantes, con personas sensibilizadas sobre el valor de nuestra ancestralidad, quienes se han sumado con trabajo voluntario a partir de los conocimientos empíricos adquiridos durante décadas en un territorio con actividad arqueológica constante, este o no bajo la supervisión de alguna institución del Estado venezolano (ver video).
¿Qué viene después?
Luego de recabar todo el material arqueológico que determinen las especialistas del MAQ la pregunta es: ¿Cuál será el paso siguiente?
El Alcalde del Municipio Jiménez, Orlando Miranda, planteó la idea de construir una vitrina que permitiera ver los restos hallados a los transeúntes de la plaza, sin embargo, la propuesta ha sido cuestionada por la población, ya que a pocos metros de esa plaza está aún sin terminar el proyecto turístico del Museo In Situ, que tiene el mismo objetivo pero es de mayor envergadura y que fue propuesto hace no menos de 15 años atrás.
Lamentablemente, esa obra sin terminar se ha convertido hoy en lugar tóxico para la comunidad ya que es utilizado como botadero de basura, baño público, incluso existen denuncias que es usado para la prostitución, olvidado por la autoridades estadales que pueden velar por este espacio.
Personas de la comunidad quiboreña que se han acercado hasta las nuevas excavaciones a conversar con el equipo del MAQ, plantean la constitución de unas mesas de trabajo como método para generar una propuesta popular para la preservación de este nuevo espacio arqueológico.
De ante mano dejan claro que si bien se debe exigir financiamiento al Estado venezolano por ser este hallazgo un bien público de la nación, la propuesta final no puede depender de la institucionalidad para su desarrollo y definitiva ejecución, a fin de evitar otro intento fallido como el Museo In situ, cuyo resultado termine siendo una nueva decepción para los y las quiboreñas y para nuestra memoria colectiva y ancestral.
Es la democracia participativa y protagónica el método al que apuestan desde el Museo Antropológico de Quíbor junto a la población quiboreña movilizada por el rescate de sus origines, solo quienes sientan cada uno de estos huesos como parte de su historia se abocarán a darle el valor que tienen y a reescribir ese relato oficial con el que nos dicen que debemos celebrar 400 años de la imposición del modelo colonial, pero que sabemos que nuestra historia son más que esos cuatro siglos de dominación y esclavitud, son miles de años de saberes, de tradiciones que quedaron marcados en los cuerpos de nuestros antepasados, y que hoy resurgen de la tierra para decirnos que la historia no es sólo la que contaron los europeos, muchos relatos de nuestro pasado quedan hoy por descubrir para guiarnos en un nuevo andar hacía una sociedad más justa y equitativa.
Referencias
- https://es.qwe.wiki/wiki/Rescue_archaeology
- http://saber.ucv.ve/bitstream/10872/20385/1/Tesis%20Ivel%20Carolina%20Urbina.pdf
- http://www.saber.ula.ve/bitstream/handle/123456789/35112/articulo3.pdf?sequence=1&isAllowed=y
- https://iamvenezuela.com/2017/04/museo-antropologico-de-quibor-francisco-tamayo/