A través de una carta pública fechada el 31 de mayo, Guillermo Torres Cueter, rebelde colombiano cuyo alias es Julián Conrado, denunció que “la mano pelúa de la oligarquía” de su país “se inventó un nuevo plan que consiste en asesinarme en la prisión”. “Quienes hacemos del canto una manifestación de amor por el pueblo, siempre vamos a ser odiados por los enemigos del pueblo. Por eso nos insultan, nos calumnian, nos persiguen, nos encarcelan, nos torturan, nos desaparecen, nos asesinan”, escribió Torres Cuester, quien se está detenido en Venezuela.
Más adelante Conrado, de nacionalidad colombiana, señala “que sepan, los enemigos de la Paz en mi país, que yo, más que un hombre, soy un canto de los pobres de la tierra; un canto que ahora estando prisionero, se canta más, se escucha más y se baila más… ¿Qué tal si me asesinan?”.
Como se recordará, las autoridades judiciales de Colombia buscan la extradición de Torres, quien el año pasado fue capturado en Venezuela. El vecino país lo acusa de estar presuntamente implicado en los delitos de homicidio, secuestro y rebelión.
A continuación, la carta.
Carraca de Caracas
31 de mayo de 2012Desde mi trinchera de Dignidad
Quienes hacemos del canto una manifestación de amor por el pueblo, siempre vamos a ser odiados por los enemigos del pueblo. Por eso nos insultan, nos calumnian, nos persiguen, nos encarcelan, nos torturan, nos desaparecen, nos asesinan. Cualquiera que sea la forma de expresarnos, eso es lo que eternamente ha ocurrido con quienes, por puro amor al pueblo, luchamos por su felicidad.
Pero si supieran quienes aprisionan un combate del amor por el pueblo, que jamás nadie ha estado más libre como Antonio Nariño en las Bóvedas de Cartagena y Francisco de Miranda en la Carraca del Imperio español; que jamás nadie ha estado más libre como los cinco héroes cubanos ó Simón y Sonia en las mazmorras del imperialismo norteamericano; que jamás nadie ha estado tan libre como Alí Primera en los sótanos de la DIGEPOL y Hugo Chávez en los calabozos del DIM, la cárcel de Yare o en la Isla de la Orchila.
Si supieran quienes asesinan un combatiente del amor por el pueblo, que jamás nadie ha estado tan vivo como Jesús, crucificado en el Monte del Calvario; que jamás nadie ha estado más vivo como Ernesto Che Guevara fusilado en la Higuera; que jamás nadie ha estado tan vivo como Alfonso Cano, bombardeado en las montañas colombianas… ¿es qué acaso no sienten a Miguel Hernández y Federico García Lorca indignados en España? ¿Es que acaso no sienten a Víctor Jara y Pablo Neruda, ALLENDIANDO en Chile?
¿Es que acaso, no sienten a Alí Primera BOLIVAREANDO en Venezuela?
Hermanas y Hermanos de sueños de Paz con Justicia y Amor:
Este 31 de mayo, se cumple un año que fui hecho prisionero en tierras de la República Bolivariana de Venezuela. Como mi extradición a Colombia o a los Estados Unidos, NO ES PROCEDENTE de ningún modo, ahora la mano pelúa de la oligarquía opresora que estrangula mi Patria, arrepentida de no darme muerte ese mismo día de mi captura, se inventó un nuevo plan que consiste en asesinarme en la prisión.
Quiero que sepan, los enemigos de la Paz en mi país, que yo, más que un hombre, soy un canto de los pobres de la tierra; un canto que ahora estando prisionero, se canta más, se escucha más y se baila más… ¿Qué tal si me asesinan?
Pero… ¿Cómo conseguirán que muera una canción que en el mismo corazón del pueblo es donde florece?
Hermanas y hermanos: A pesar de mis difíciles problemas físicos y las incomodidades propias del encierro, moralmente me siento fino ¡Como un Guayacán!. Esta jaula de acero y cemento, la he convertido en una indoblegable trinchera de dignidad, desde donde sigo resistiendo y disparando versos bolivarianos por la desprivatización del planeta y su salvación; así como por la liberación del 99% de la humanidad esclavizada, a punta de terror, por la desalmada bestia capitalista.
Con una guitarra, llena de estrellitas rojas que me trajo el joven cantor Alí Manaure, las horas de los días de visita son una verdadera fiesta de fraternal alegría revolucionaria. Acá he tenido el inmenso honor de cantar con Gloria Martín, con Lilia Vera, La Chiche Manaure, Sol Mussett de Primera, Amaranta Pérez, Sandino Primera, Lil Rodríguez, Centauro Saher, Oswaldo Mussett, el poeta Neybis Bracho, Gino González, Víctor Moreno del Grupo IVEN, el poeta Elí Briceño, Armando López, los periodistas Indira Carpio y Ernesto Navarro, Luis Miguel Badaraco del Colectivo La Cantera, David Gómez “Lucerna”, Floridimar “de los Duendes”, el poeta Carlos Angúlo, Carlos Ruíz, Tamanaco “tocapalma”, Sandino Márquez, Manuel Azuaje, la fotógrafa Paz Capielo, Aura y Alfredo HipHop de Cultura Neruda, el argentino Gerardo “cumbia del sur”, Paula, Jhonalbert y Edwin de la R que falta, Javier, Cira, Carlitos “camarada”, Daniela… La lista pica y se extiende…
Pero además, desde todos los rincones de luz de Venezuela, de Nuestra América, me envían amorosos abrazos solidarios y manifiestan su apoyo incondicional al movimiento por mi libertad y Asilo Político.
Hermanas y hermanos míos, GRACIAS POR TANTO AMOR, PERO LES PIDO MÁS: Les pido de todo corazón, que nos ayuden a los hijos e hijas del pueblo de la atormentada Patria colombiana, a salir de la horrible noche en que nos han mantenido durante tantos años, las clases explotadoras.
¡La lucha del pueblo colombiano es por volver a ver la luz de la libertad SUBLIME!
Nosotros no soportamos ver nuestra bandera pisoteada por la bota invasora militar del imperio ¡Queremos un Gobierno Nacional, Patriótico, Democrático y Bolivariano! Queremos la reconciliación y reconstrucción nacional, queremos desarrollo económico ecológico y con Justicia Social, queremos, en fin, Paz con Justicia y Amor.
Ahora recuerdo, aquella noche bajo una lluvia de bombas y balas… mi compañera y yo nos dimos un beso; tranquila mi amor, le dije, si nos matan dejaremos un bello ejemplo de dignidad; ella me dijo que también pensaba así. Entonces nos abrazamos más fuerte y nos quedamos esperando… pero la tal muerte no llegó… seguramente le tuvo miedo a tanto amor. Igual sucedió en el pueblito de Altamira de Cáceres, esa otra noche de terror del 31 de mayo de 2011: ¡El amor volvió a derrotar la reseca muerte!
Mi gente: ¡desde la prisión les mando un abrazo libre! ¡Carajo!
¡AMANDO VENCEREMOS!
JULIÁN CONRADO