Al menos 34 personas murieron este martes en los atentados que sacudieron el aeropuerto y la red de metro de Bruselas. Se trata de 14 muertos en el aeropuerto de Zaventem y 20 en la estación de metro de Maelbeek, según la televisora VRT. Bélgica elevó su nivel de alerta y desvió trenes y autobuses con destino a la ciudad, ordenando a la gente que se quedara donde estaba. Los aeropuertos de toda Europa reforzaron su seguridad mientras una flota de vehículos de emergencia se ponía en marcha para gestionar los daños en Bruselas.
Texto: La Jornada
Las explosiones, que la fiscalía de Bruselas describió como atentados terroristas, se produjeron días después de que el principal sospechoso de los atentados de París en noviembre fuera detenido en la capital belga. Tras su arresto, Salah Abdeslam, de 26 años, dijo a las autoridades que había creado una nueva red y preparaba nuevos atentados.
En el metro se produjo una explosión en una estación.
En el aeropuerto, dos explosiones mancharon de sangre la terminal de salida y derribaron parte del techo.
El grupo terrorista Daesh (Estado Islámico) se ha atribuido los ataques en el aeropuerto y el metro de Bruselas, informa RT. El comunicado ha sido publicado por el medio Amaq, relacionado con la organización terrorista, informa TASS citando a medios egipcios. En su mensaje, los terroristas no revelan detalles sobre los ataques realizados; no obstante, amenazan con nuevos atentados en Europa.
Las agencias de seguridad europeas llevaban semanas advirtiendo del riesgo de un ataque importante y habían indicado que Estado Islámico trabajaba de forma activa para atentar. La detención de Salah Abdeslam la semana pasada en Bruselas agravó ese temor, y los investigadores dijeron que muchas personas implicadas en los atentados del 13 de noviembre en parís, en los que murieron 130 personas, seguían prófugos.
Los testigos dijeron a Associated Press que una de las detonaciones se produjo en el mostrador de pago por exceso de equipaje y la otra cerca de una cafetería Starbucks. Después de las detonaciones se veía humo alzándose desde la terminal.
Anthony Deloos, que trabaja en el aeropuerto para Swissport, que gestiona los servicios de facturación y equipajes, dijo que la primera explosión se había producido cerca de los mostradores de Swissport donde los pasajeros pagan por el exceso de equipaje. La segunda detonación golpeó una cafetería Starbucks de la terminal, dijeron Deloos y un compañero.
“Oímos una gran explosión. Es como cuando uno está en una fiesta y de pronto no oye, como por un fuerte ruido”, explicó Deloos, añadiendo que un compañero le había dicho que corriera mientras trozos de papel flotaban por el aire. “Salté en una salida de equipaje para estar seguro”, dijo.
Tom de Doncker, de 21 años y que trabajaba como becario de facturación, estaba cerca del lugar de la segunda detonación.
“Vi a un soldado sacando un cuerpo”, dijo. “Me sentí como si también me hubiera llevado un golpe” por la onda expansiva de la explosión.
Todos los vuelos con salida en Bruselas fueron cancelados, los aviones y trenes que llegaban a la ciudad fueron desviados y Bélgica elevó al nivel máximo la alerta por terrorismo. Las autoridades pidieron a la gente en Bruselas que evitara los desplazamientos, congelando la ciudad. También se estrechó la seguridad en los aeropuertos de París, Londres y otras ciudades europeas.
Las autoridades belgas hicieron explotar un paquete sospechoso en el aeropuerto internacional de Bruselas, uno de los escenarios de los atentados.
Miembros del servicio de desminado del ejército llevaron a cabo la tarea, según había adelantado el centro de crisis belga, dejando oír una explosión, constató una periodista de la AFP en el lugar. El canal de televisión privado flamenco, VTM, indicó que se trataba de un cinturón de explosivos.
Otro paquete sospechoso fue neutralizado a primera hora de la tarde cerca del campus de la Vrije Univesiteit (VUB, universidad de lengua holandesa) en Bruselas, según la agencia de prensa Belga.
Zach Mouzoun, que llegó en un vuelo de Ginebra unos 10 minutos antes de la primera detonación, dijo a la televisora BFM que la segunda explosión, más fuerte, derribó trozos del techo y rompió tuberías, mezclando el agua con la sangre de las víctimas. “Fue atroz. Los techos se cayeron”, dijo. “Había sangre por todas partes, gente herida, maletas por todas partes”.
“Estábamos caminando por entre los escombros. Era un escenario de guerra”.
Cerca de la entrada de la estación de metro de Maelbeek, no muy lejos de la sede de la Unión Europea, los equipos de emergencias habilitaron un hospital de campaña en un pub local. Pasajeros conmocionados salían de las bocas del metro mientras la policía intentaba establecer un perímetro de seguridad. “El metro salía de la estación de Maelbeek cuando hubo una explosión que sonó muy fuerte. Había pánico por todas partes. Había mucha gente en el metro”, dijo Alexandre Brans, de 32 años y que se estaba limpiando la sangre del rostro.
Françoise Ledune, portavoz del metro de Bruselas, dijo a la televisora BFM que parecía haberse producido sólo una explosión en el subterráneo, en un automóvil detenido en Maelbeek.
En el aeropuerto, la gente huyó tan rápido como pudo.
Imágenes de video tomadas por testigos y emitidas en la televisora francesa i-Tele mostraban a pasajeros, incluido un niño que corría con una mochila, huyendo de la terminal en diferentes direcciones arrastrando su equipaje. Otra imagen mostraba a un agente de seguridad que patrullaba dentro de una sala con desperfectos, donde se veía lo que parecían paneles aislantes del techo tirados por el suelo.
Marc Noel, de 63 años, estaba a punto de abordar un vuelo de Delta a Atlanta para regresar a su casa en Raleigh, North Carolina. Noel, nacido en Bélgica, dijo estaba en la tienda del aeropuerto comprando revistas de motor cuando se produjo la primera explosión, a unas 50 yardas (metros).
“La gente lloraba, gritaba, los niños. Fue una experiencia horrible”, dijo a AP. Su decisión de comprar las revistas podría haberle salvado la vida, señaló. “No quiero pensar en ello, pero probablemente habría estado en ese lugar cuando estalló la bomba”.
El aeropuerto conecta la capital europea con 266 destinos de todo el mundo y por sus instalaciones pasaron casi 23,5 millones de pasajeros en 2015. Los pasajeros fueron evacuados a las pistas y el centro de crisis instó a la gente a no acudir al aeropuerto.