La sombra es un reflejo de nosotros mismos pero proyecta la oscuridad que todos tenemos por dentro, como los miedos y el insomnio, y ese universo lo encontramos plasmado en la muestra “Sombras” de David Cedeño, que se exhibe en el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Armando Reverón (Maccar) de la Fundación Museos Nacionales (FMN).
Texto: Prensa FMN
Franklin Perozo es el artífice de esta muestra que -a su juicio- explora un poco en esas preocupaciones: miedo, insomnio, la ciudad sola y la religión, donde el autor trata de reflexionar sobre estos temas y la carnalidad de los santos.
En el texto de la sala se indica que la exposición es el resultado de un duro camino sobre los pasos ya transitados, para proponer una reflexión acerca de la vida y sus máscaras. Donde aborda, desde la expresión plástica, una exploración en torno a lo irrepresentable de la vida, sus enigmas y oscuridades. En este espacio incierto plagado de caminos sin destino, es la intuición la forma de conocimiento más valiosa para orientarnos en el abismo que se abre en la profundidad de nuestras contradicciones, para hacer emerger las oscuridades que nos definen y conforman. Como en un juego, nos invita a formularnos preguntas que, como hogueras, consumirán nuestras más cuidadas certidumbres.
David Cedeño a través de su trabajo plástico nos arroja al trascurso de un viaje en el que intenta la reconstrucción del mundo interior desde la memoria, nos enfrenta con destellos de lo nunca pronunciado, con visiones fulgurantes de la vida no dicha, nos confronta con la polifonía que constituye al ser humano y de esta manera con la imposibilidad de abarcarlo en su totalidad para comprenderlo. El artista nos hace acompañar de valiosas claves que nos permiten delimitar el recorrido, hacia el espacio donde el silencio se transforma en una voz, íngrima e implorante, que nos permite acceder al lugar poblado por la multitud secreta de todo lo callado.(FIN/Teresa Quilez)