Swing Latino: Será en abril el esperado reencuentro de Oscar D’León y La Dimensión Latina

El gran sueño de los salseros, el reencuentro del “Faraón de la Salsa”, Oscar D’León, con sus compañeros de La Dimensión Latina, “los Generales de la Salsa”, definitivamente tendrá lugar el próximo mes de abril, en un magno concierto que tendrá lugar en el Poliedro de Caracas.

Texto: Correo del Orinoco 

El ansiado concierto ha sido un anhelo de los salseros del mundo. Luego de la deserción de Oscar D’León de las filas de La Dimensión Latina, ha pasado demasiada agua bajo el puente. En su momento, el también llamado “Sonero del Mundo” fue sustituido casi de inmediato por Rodrigo Mendoza, un joven sonero que despuntaba con la Orquesta Los Satélites de Cheché Mendoza, pero dada la proyección de Oscar a nivel internacional, se requería de un nombre de peso en la salsa mundial. Fue así como se barajaron los nombres de Héctor Lavoe y Gilberto Santa Rosa. Al final el escogido fue “El Niño de Trastalleres”, Andy Montañez, quien dejó malparado al Gran Combo de Puerto Rico en su mejor momento. Rafael Ithier recurrió a un joven vocalista que hoy es la imagen de la llamada “Universidad de la Salsa”: Jerry Rivas.

Sin rencor

“El Diablo de la Salsa”, como lo bautizara Phidias Danilo Escalona, armó su tarantín e inició una vertiginosa carrera musical. Lentamente y con la ayuda del excantante “Guajiro” González, Oscar fue abarcando espacio, no solo a nivel nacional sino internacionalmente, concretamente en Nueva York, donde campeaba la Fania All Star con la participación de los mejores cantantes del momento, encabezados por Héctor Lavoe, Ismael Quintana, Pete “El Conde” Rodríguez, Santitos Colón y Adalberto Santiago, todos bajo la batuta del maestro Johnny Pacheco. Mientras tanto, en La Dimensión Latina se produjeron otras deserciones que dieron origen a varias agrupaciones: La Amistad con Chuíto y Rodrigo, La Constelación de Wladimir Lozano y El Clan de Joseíto Rodríguez. César Monge decidió aceptar ofrecimientos como director musical de agrupaciones colombianas como Niche y Guayacán.

A todas estas, Oscar continúa su carrera de manera unilateral, pero ahora en manos de un excelente mánager que decide cambiarle la imagen: Oswaldo “El Portugués” Ponte, quien desmonta al “muchacho de Antímano” para convertirlo en “El sonero del Mundo”. Atrás quedó el león de oro, las gruesas pulseras y todas las extravagancias del principio. La Dimensión continúa en el ambiente en manos de un empresario de nombre Luis Pérez. Luego de una pelea legal, los originales de La Dimensión Latina, reagrupados nuevamente, recuperan su nombre y se consolidan nuevamente como la mejor orquesta de salsa de Venezuela, desbordando el sonido que les caracteriza con el trombón de “Albóndiga” como eje de la agrupación.

El acercamiento

Llevó su tiempo. La Dimensión Latina, la original, hoy se ha consolidado en el ambiente. De los fundadores solo faltan Oscar D’León y el recordado “Chuíto” Narváez, quien dejó grato recuerdos entre sus componentes. Luego de ser declarados Patrimonio Cultural de la Nación solo faltaba la guinda para adornar el exquisito postre musical. Esa “cereza” tenía un nombre: Oscar D’León. Entre los miembros de la poderosa agrupación y el sonero siempre ha existido la camaradería. Limadas las diferencias, todos se han reunido para compartir en fiestas familiares. Se han dado los consabidos ensayos y se había hablado del “reencuentro”, pero la piedra de tranca era Oswaldo Ponte, el propio “Portugués”. El longevo contrato como mánager llega a su fin y desaparece el impedimento. La Dimensión en pleno se reúne (con la participación de Oscar) y comienzan los ensayos. Ya todo está listo para el llamado “magno concierto”, solo faltaba el lugar y surgen las ofertas.

Se hablo de Colombia, de Perú y Nueva York; inclusive, se llegó a barajar la posibilidad de Europa, pero resultaba injusto montar ese espectáculo fuera del territorio, así lo comprendieron los muchachos, quienes afinaron los oídos para escuchar proposiciones. Surgió la propuesta de un afamado locutor salsero, quien se habría aliado con un poderoso empresario para montar el evento. Aceptada la oferta, todo está listo para que las luces del Poliedro se enciendan y ese magno concierto se produzca. Hasta los momentos, es abril el mes escogido. A decir del locutor, este ha de ser un “concierto cabilla”, donde rugirán, una vez más, los trombones de La Dimensión Latina al lado del Faraón de la Salsa, Oscar D’León.

Publicado por Angie Vélez
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