La respuesta ante la coyuntura económica por la que está pasando Venezuela es profundizar y radicalizar el pensamiento del socialismo, señaló este miércoles el vicepresidente de Planificación y Conocimiento, Ricardo Menéndez, durante el lanzamiento de la cátedra libre Pensar el Socialismo. En la sede de la Escuela Venezolana de Planificación, Menéndez también indicó que “las claves para resolver la guerra económica están en el socialismo, no en el capitalismo” y mencionó los cuatro temas que van a ser instruidos en la cátedra que iniciará en septiembre próximo y culminará en marzo de 2016, a la cual todo investigador puede inscribirse.
Texto y fotos: AVN
Identidad, la cual será dictada por Luis Britto García, Imperialismo por Vladimir Acosta, Economía por Carlos Mendoza Potellá y Geohistoria por Iraida Vargas y Mario Sanoja. “Temas indispensables del socialismo, que no existen por sí solos”, dijo Menéndez.
En el acto también estuvieron presentes el ministro de la Cultura, Reinaldo Iturriza y el director de investigación de la Escuela Venezolana de Planificación, Fidel Barbarito.
Iturriza afirmó que una de las discusiones centrales de la Revolución Bolivariana es la construcción de la nueva institucionalidad, por lo tanto la cátedra libre Pensar el Socialismo servirá para “producir pensamiento de cara a la nueva institucionalidad que nos falta”.
Los encargados de dictar el eje investigativo Geohistoria, Vargas y Sanoja, destacaron al socialismo bolivariano como la vía más idónea para terminar con el capitalismo. “El objetivo central del socialismo venezolano es la sociedad comunal, que es la que le puede dar la batalla al capitalismo”, subrayó Sanoja.
Por su parte, el profesor Britto García recalcó la importancia de tener establecido una identidad primero a nivel individual y luego a nivel nacional. De igual forma, criticó la generación de consumismo que se erige como una agresión cultural del imperialismo norteamericano a través de sus medios de comunicación.
El especialista financiero, Mendoza Potellá, hizo un recuento histórico de la producción en Venezuela y del factor monoproductor de la economía nacional, especialmente posterior al descubrimiento de las enormes reservas de petróleo. Por lo cual desde el siglo XX “Venezuela es un botín para el imperialismo estadounidense”.
Acosta apuntó que para entender el imperialismo primero hay que conocer a fondo a la sociedad estadounidense y a las ideas que lo componen, como la de que son un pueblo elegido con un destino manifiesto o el fundamentalismo maniqueo con el cual ven el bien y el mal de manera única, entre otras.
