Manuel Silva, uno de los artesanos premiados por la Unesco, es garante de la tradición en el oficio de la taracea

Autenticidad, excelencia, innovación en el diseño con respeto al medio ambiente y a la tradición, fueron algunos de los criterios tomados en cuenta por el jurado evaluador para seleccionar las piezas que optaron por el Reconocimiento de Excelencia Unesco para la Artesanía en la Región Andina 2014, en el que de 5 artesanos venezolanos como Manuel Regino Silva, colocaron en alto el talento y la belleza de la artesanía venezolana con la presentación de la pieza “Mesa tipo hacha”.

Prensa MPPC (Trilce Quiaragua)

Esta distinción se organiza en los países Bolivarianos: Colombia, Bolivia, Ecuador, Perú y Venezuela, en colaboración con las respectivas Comisiones Nacionales de Cooperación con la Unesco y los Comités Nacionales del Reconocimiento de cada país, del cual forma parte el Ministerio del Poder Popular para la Cultura a través del Centro Nacional de Artesanía.

El Reconocimiento para la Artesanía-Región Andina 2014 UNESCO, le fue otorgado a Manuel Regino Silva por su trabajo artesanal, en el que se le destacó la “Excelencia en el oficio, diseño y terminaciones. Tradición del oficio de la taracea. Propuesta original de la forma de la mesa y combinación de colores”.

La creación inmersa en maderas

Silva, ha sido artesano desde los 12 años, dedicado a la cerámica. Hace 19 años, se inició en el oficio de la técnica de taracea, el cual adquirió a través de las enseñanzas que en su momento, dejaron los miembros de “Casa Curuba”.

Desde entonces, este creador se ha dedicado al trabajo en madera, pero consciente de la importancia de innovar, sus artesanías han evolucionado en sus diseños, para convertirse en piezas y mobiliario de gran calidad.

Con la “Mesa tipo hacha”, una obra innovadora señaló que “descubrí la forma de rellenar espacios y mezclar la resina, combinada con colores de alta calidad. De allí nacen las burbujas para el mercado. Para elaborar esta mesa plegable hay que cortar cada circulo uno a uno, y colocarlo milimétricamente”.

También explicó que durante el proceso de elaboración de la pieza se presenta “un bosque de maderas como: quebracha, curarí, capure, zapatero, cartán, pui, vera, roble, algarrobo, un sin fin de maderas que tenemos en varias zonas del país y con las que, con amor y dedicación, hago mis obras”.

Con respecto a la distinción mencionó sentirse satisfecho; así como manifestó que “lo importante es saber y sentir que se toma en cuenta el trabajo en tu país y en otros lugares del mundo”.

A través de este reconocimiento se estimula a las artesanas y artesanos a producir objetos de calidad, mediante el uso de piezas, diseños y temas tradicionales de modo innovador, a fin de asegurar la continuidad y sensibilidad de la diversidad de técnicas y expresiones culturales en cada nación.