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Nuestro Esequibo

“Venezuela debe seguir levantando con más fuerza que nunca la 

reclamación justa sobre el Esequibo, por las vías del derecho internacional 

y reconquistarlo por la vía de la paz. Por eso mi primera palabra y mi 

primer llamado es a la unión nacional, hombres y mujeres de esta patria”.

Alocución en sesión especial de la Asamblea Nacional, Palacio Federal Legislativo, Caracas, 6 de julio de 2015

Nicolás Maduro Moros

Presidente de la República Bolivariana de Venezuela

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NUESTRO ESEQUIBO

JULIO 2015

 

Salutación y reconocimiento

Buenas noches, diputados, diputadas de esta soberana 

Asamblea Nacional que ya en estos meses va culminando 

su período legislativo de cinco años. Quiero felicitar 

a todos y todas las diputadas por el esfuerzo hecho 

durante casi cinco años, en la defensa de la estabilidad 

de nuestra Patria, de la unión nacional, de los grandes 

intereses en todas las coyunturas que le ha tocado vivir... 

Esta legislatura será inolvidable por el papel que ustedes 

han jugado en la defensa de la estabilidad, de la paz, de 

la soberanía.

Querido compañero Diosdado Cabello Rondón, 

presidente de la Asamblea Nacional, y su junta directiva, 

Elvis Hidrobo Amoroso, Tania Díaz, vicepresidente 

y vicepresidenta, respectivamente; secretario, 

subsecretario; querida doctora magistrada, presidenta 

del Tribunal Supremo de Justicia, Gladys Gutiérrez 

Alvarado; ciudadano Tarek William Saab, presidente 

del Consejo Moral Republicano y defensor del Pueblo; 

ciudadana Tibisay Lucena Ramírez, presidenta del Poder 

Electoral; ciudadana Luisa Ortega Díaz, fiscal general de 

la República; ciudadano Manuel Galindo Ballesteros, 

contralor general de la República; magistrados, 

magistradas, que han venido en pleno a esta sesión 

de la Asamblea Nacional para tratar temas muy 

importantes de nuestra Patria; rectores y rectoras del 

Consejo Nacional Electoral; diputados del Parlamento 

Latinoamericano, Parlatino; profesores, investigadores, 

historiadores, presentes en esta sesión, artistas, jóvenes, 

deportistas, hombres, mujeres; vicepresidente ejecutivo, 

Jorge Arreaza; vicepresidentes de gobierno, ministros, 

compañeros ministros, ministras; gobernadores y 

gobernadoras presentes; alcalde de Caracas. Un saludo 

al alcalde de Caracas, a los viceministros, viceministras, 

compañeros del Alto Mando Militar; Vladimir Padrino 

López, general en jefe, comandante Estratégico 

Operacional de nuestra Fuerza Armada; queridos 

compañeros, comandantes generales del Ejército, la 

Armada, la Aviación Militar Bolivariana y la Guardia 

Nacional Bolivariana, y nuestra Milicia Nacional 

Bolivariana; señores generales, almirantes presentes.

Ratifico ya nuevamente en esta Asamblea, en 

menos de 24 horas, ratifico nuestro reconocimiento y 

felicitación a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, 

que sin lugar a dudas ha logrado por el liderazgo, 

el esfuerzo de sus hombres y mujeres, ha logrado 

un altísimo nivel de excelencia moral, disciplina, 

organización, capacidad de despliegue y, además, 

de utilización correcta, avanzada de todos los 

equipos y sistemas de armas modernos con que la 

Revolución Bolivariana ha dotado a nuestra Fuerza 

Armada Nacional Bolivariana, a todo nivel, sistemas 

tecnológicos, sistemas blindados, defensa antiaérea; de 

lo que se conoce y de lo que no se conoce también. 

Felicitaciones.

Ayer, por ejemplo, en el despliegue de las brigadas 

blindadas, en un minuto diez segundos fueron capaces 

de armar y desarmar, montar y desmontar dos modernos 

tanques que tienen todos los equipos, no solamente para 

defender nuestra tierra, sino para defenderse de ataques 

aéreos; una disciplina. Y una Fuerza Armada que tiene 

hoy más que nunca antes plena conciencia de sus raíces, 

de la causa que representan, de las ideas que enarbolan, 

y por eso jamás estará de más decir una Fuerza 

Armada Nacional Bolivariana verdaderamente digna 

de las banderas de los libertadores y las libertadoras de 

América, las banderas de libertad e independencia, 

antiimperialista. Y como ellos mismos dicen, bolivariana 

y profundamente chavistas.

Pido disculpas por haber llegado unos minutos 

después, pero tuve una muy buena conversación con 

el Primer Ministro de Grecia, Alexis Tsipras, buena y 

larga conversación con el compañero Alexis Tsipras. Y 

le transmití a nombre de todo el pueblo de Venezuela, 

de los pueblos del ALBA, la felicitación por la gesta 

que están viviendo, la jornada histórica que está 

A

nte la nueva provocación imperialista de que-

brar la integración latinoamericana y caribeña, 

Venezuela respondió, a través de su Presiden-

te,  Nicolás Maduro Moros, con la voz de un pueblo 

que se dirige a su hermano guyanés, a fin de preser-

var la unidad nuestramericana, sin caer en provoca-

ciones cuyo único objetivo es dividir a un continente 

que hoy levanta su voz de verdadera y definitiva in-

dependencia.

El 6 de julio de 2015, en el hemiciclo de la Asam-

blea Nacional, el presidente Maduro se dirigió a los 

diputados, los representantes de los Poderes Públi-

cos y al pueblo de Venezuela para explicar el contexto 

histórico en que se enmarca la diferencia con el Go-

bierno de la República Cooperativa de Guyana y ha-

cer partícipe al pueblo de las políticas asumidas por 

el Gobierno Bolivariano para resolver la crisis en un 

espíritu de diálogo, paz, diplomacia y respeto por los 

acuerdos internacionales.

La provocación orquestada por la transnacional 

Exxon Mobil responde a la misma lógica que el decre-

to Obama. Ambas agresiones buscan desestabilizar la 

instituciones democráticas como Celac, Unasur, entre 

otros organismos que han constituido los pueblos y 

los gobiernos de Latinoamérica y del Caribe para con-

solidar la construcción de un continente soberano y 

libre del dominio de los distintos imperios que desde 

siempre han saqueado y sojuzgado a los países y los 

pueblos de la región.

PRESENTACIÓN

El presidente Nicolás Maduro recibió el respaldo de la directiva de la Asamblea Nacional y de los otros Poderes Públicos y militares 

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NUESTRO ESEQUIBO

 

JULIO 2015

viviendo y que está dejando grandes lecciones para el 

mundo que se abre.

El pueblo griego fue sometido, como compartí en 

esta conversación con el primer ministro Tsipras, a una 

guerra que solo nosotros conocemos, intensa, brutal, 

bárbara, por nueve medios de comunicación televisivos; 

le cerraron los supermercados, las gasolineras –cualquier 

parecido con nuestra realidad no es coincidencia–, 

guerra económica, cerraron los bancos y sigue la guerra.

Yo leí ahora cuando venía para acá unas declaraciones 

del Presidente del gobierno español, verdaderamente 

inauditas. No creen en los pueblos, desprecian a los 

pueblos del mundo. El pueblo griego acaba de hablar con 

una voz de gigante, 61 por ciento de hombres y mujeres 

vencieron la campaña de miedo y dieron un paso de 

dignidad, de valentía que solo nosotros podemos valorar 

porque somos un pueblo que con coraje ha enfrentado 

todas las guerras que nos han tocado.

Así que vengo con el alma renovada, de coraje, de 

optimismo por el futuro de la humanidad y de nuestra 

Patria; vengo con el alma renovada de este líder, joven 

líder, tiene 40 años apenas. 

Un saludo a los diputados y diputadas de la oposición, 

de la MUD que están presentes, un saludo respetuoso.

Alexis Tsipras nació un 28 de julio de 1974, es zurdo, 

hombre de 40 años apenas, y van surgiendo líderes que 

no pertenecen a macollas, a grupos económicos. Es la 

gran diferencia de la gran mayoría de quienes toman 

decisiones allí, en el Fondo Monetario, en el Banco 

Central europeo y en las instancias de la Unión Europea, 

que todos, todos son rehenes del capital financiero, de la 

burguesía financiera más rancia y neoliberal que haya 

existido en los últimos 50, 60 años en Europa, que tiene 

como objetivo desmontar el Estado de bienestar social e 

imponerle un modelo bárbaro, salvaje.

Son eventos, como diría Walter Martínez, en pleno 

desarrollo. 

Un llamado al pueblo para la unión

Queridos compatriotas, un saludo a toda Venezuela. 

Esta intervención que he venido a hacer aquí ante el 

Poder Legislativo de la Patria, legítimo Poder Legislativo 

de nuestra Patria, nuestra Asamblea Nacional, es para 

hacer un llamado, convocar a nuestro pueblo y a todas 

las instituciones de nuestro país, convocarlos a una lucha 

por poner las cosas en su lugar desde el punto de vista 

histórico, en un momento en que nuestra patria, como 

lo he venido denunciando en las últimas semanas, ha 

sido sometida, está siendo sometida a nuevas formas de 

acoso, de agresión; y se preparan tras bambalinas y un 

poco más allá, de manera pública y abierta, se preparan 

provocaciones que pudieran afectar gravemente la paz de 

nuestro país y de nuestra región.

Confieso que con un conjunto de estudiosos de 

los temas del Esequibo y de los temas geoestratégicos, 

geopolíticos de nuestra región, hemos estado 

adentrándonos en todos estos temas que de alguna 

manera, al pasar del tiempo, no han sido parte de la 

agenda pública de nuestro país. Quizás si preguntáramos 

a los más jóvenes y a los no tan jóvenes sobre el despojo 

del Esequibo en el siglo XIX, sobre el Tratado de París 

y cómo fue impuesta la Doctrina Monroe para despojar 

a nuestro país del Esequibo, pocos pudieran responder 

algunas preguntas básicas sobre el desarrollo de esta 

historia que ha estado como una herida en el corazón de 

la Patria durante más de dos siglos y ahora ha pretendido 

ser tomada como tema para instalar un escenario de 

provocación irritante contra la dignidad del pueblo 

venezolano.

Así lo digo, a la Venezuela de este siglo XXI nos 

caracteriza, en primer lugar, el ideal de la unión 

latinoamericana y caribeña. Si algo caracteriza la 

Venezuela del siglo XXI, es una inmensa conciencia del 

respeto hacia los pueblos del Caribe y de América Latina 

como pueblos hermanos. No por casualidad hemos sido 

arquitectos y protagonistas de la construcción del nuevo 

sistema de organizaciones regionales en el continente: 

Petrocaribe, el ALBA, Unasur, la Celac; no por casualidad 

hemos participado de manera activa en otros organismos 

con mayor tradición, como Caricom, el SICA; no por 

casualidad de manera casi obsesiva, insistimos frente 

a mil provocaciones hasta que fue aprobado nuestro 

ingreso como miembro de pleno derecho en Mercosur.

Nuestra apuesta –sabe nuestro pueblo, saben los 

pueblos hermanos de América Latina y el Caribe– ha 

sido por la cooperación, por la paz, por la integración, 

por la unión, por el respeto, por el procesamiento de 

los conflictos por la vía del diálogo, por la superación 

de los conflictos por la vía del derecho internacional 

y la prioridad de la política exterior de la Revolución 

Bolivariana y, en muchos casos, tomando tradiciones 

históricas del siglo XIX y XX de nuestra política exterior, 

ha sido impulsar la construcción de una sólida base 

de entendimiento, de respeto, de confianza entre los 

pueblos, entre los gobernantes, sin desdeñar ni dejar de 

lado los problemas y las diferencias, pero cubriéndolos 

con un nuevo método de la diplomacia de paz.

Conversábamos en estos días con varios primeros 

ministros del Caribe y le insistíamos en esto porque 

hay una gran y grave campaña, hermanos y hermanas 

de nuestra Patria, una grave campaña promoviendo el 

odio, la desconfianza, promoviendo elementos negativos 

sobre el carácter y el ser venezolano sobre la historia 

de Venezuela, sobre la tradición libertaria del pueblo 

de Bolívar; campañas multimillonarias en el Caribe, en 

cada país del Caribe, en Colombia; campañas que se 

pierden de vista tratando de instalar en el ser colectivo 

de estas patrias hermanas elementos de desconfianza, 

de revanchismo, de odio, que pudieran justificar en 

cualquier momento la escalada de un conjunto de 

eventos contra nuestro país; y así lo vengo a denunciar, 

presidente y diputado Diosdado Cabello, ante toda la 

Asamblea Nacional.

Hay una operación política, diplomática, mediática, 

económica contra Venezuela para implantarle a nuestra 

región una operación tenaza contra la Venezuela 

bolivariana y tratar de buscar conflictos de alta intensidad.

 Hace unos meses apenas estuve aquí, el 10 de marzo, 

un día antes el presidente Barack Obama de los Estados 

Unidos había firmado un decreto que a decir del propio 

gobierno de los Estados Unidos, como lo denunciamos 

en esta tarima, un decreto desproporcionado que 

declaraba a Venezuela como un peligro, una amenaza 

a la seguridad de los Estados Unidos. Luego de un gran 

debate en el continente, luego de un gran debate en 

Venezuela, luego de un gran apoyo y unión del pueblo 

venezolano, logramos en América Latina y el Caribe que 

el presidente Barack Obama reconociera que Venezuela 

no era una amenaza ni es una amenaza para los Estados 

Unidos de Norteamérica.

Más de 11 millones de venezolanos, venezolanas, 

más allá inclusive de diferencias partidistas, ideológicas, 

políticas, sociales, salieron a respaldar, durante marzo 

y parte de abril. Cuando el 10 de abril yo llegué a la 

Cumbre de Panamá, yo llevaba la fuerza de ustedes, más 

de 11 millones de compatriotas y vaya lo que significa 

y significó esa fuerza espiritual de nuestra patria; vaya 

lo que significó que, en apenas en un mes, Venezuela 

lograra algo que pudieran calificar algún comentarista, 

algún periodista deportivo en relación a algún deporte, 

en un mes Venezuela logró un récord mundial: que el 

propio Presidente de los Estados Unidos desconociera 

el decreto que había firmado y se iniciaran canales 

diplomáticos para la búsqueda de la paz, del respeto, del 

entendimiento. Se iniciaran canales diplomáticos. 

Hay que reconocerlo, la valentía también del 

presidente Obama al declarar lo que declaró y al dar el 

paso de acercarse, darnos la mano, conversar y a partir de 

allí instalar un canal diplomático que, gracias a Dios y a la 

Virgen, como dicen por allá en Oriente, está funcionando 

muy bien, hermanos de la MUD, hermanos del Gran 

Polo Patriótico, muy bien está funcionando el canal con 

los Estados Unidos.

Un año antes, en medio de las famosas guarimbas, 

yo había lanzado un conjunto de iniciativas de paz, 

internas e internacionales, y había designado, como 

jefe de Estado, a nombre de toda nuestra Venezuela, al 

compañero Diosdado Cabello Rondón como jefe de 

un equipo diplomático, político. Un año después, luego 

de pasar todo lo que pasamos, llevando la situación a 

pulso, siempre con la verdad, en  Haití, apenas hace una 

semana, se instaló el canal diplomático oficialmente 

junto a nuestra canciller, compañera Delcy Rodríguez.

¡Qué difícil las relaciones con los Estados Unidos! Muy 

difíciles. Ellos son imperio, más allá del presidente Obama 

es un imperio que busca gobernar el mundo, dominarnos, 

que tiene puestos sus ojos en la inmensa riqueza petrolera, 

gasífera, en la inmensa riqueza de Venezuela. Donde hay 

riqueza petrolera, ahí van ellos, sus intereses, su poder. 

Además, tienen la seria y absoluta decisión de desmontar y 

derrotar el ejemplo que significa en América Latina y en el 

mundo la Revolución Bolivariana y socialista del siglo XXI 

que ha echado andar desde Venezuela, primero de la mano 

del comandante Chávez y ahora bajo la conducción de este 

humilde obrero que está aquí frente a ustedes. ¡Máximo 

interés geopolítico!

Unión nacional, interés geoeconómico, el petróleo. 

Creo que nadie podría negar esto, interés geopolítico, 

geoideológico —se pudiera decir a los planificadores, a los 

La defensa de la soberanía nacional fue el principal tema desarrollado por el presidente Maduro

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NUESTRO ESEQUIBO

JULIO 2015

 

estudiosos del tema, profesor Pompeyo—, geoestratégico, 

de destruir este ejemplo de dignidad, de independencia 

que permitió dinamizar una nueva América Latina que 

ha nacido, un nuevo Caribe. Lo quieren desmembrar. 

Por eso atacan al compañero Rafael Correa, líder de 

nuestra nueva América Latina, presidente de la Celac, 

para detener su empuje, su avance, su prestigio, su fuerza 

moral, sus orientaciones.

Por eso tantos ataques a la Revolución Bolivariana, 

que según los cálculos del Pentágono, la CIA, la NSA, 

no sobrevivía no sé cuánto, una semana, un mes, no 

sobrevivía diciembre 2013. Creo que si algo tiene 

de importante —compañeros, mayores generales y 

almirantes, jefes de las regiones de defensa integral, 

las REDI, un aplauso a estos hombres que están en 

las calles todos los días, líderes militares de la Patria, 

viceministros de Defensa; tremendo liderazgo militar 

tiene la Patria, gracias hermanos—, si una cosa tiene 

de importante, y lo hablaba yo personalmente con el 

enviado especial del presidente Obama y lo transmitió 

nuestro compañero Diosdado y la canciller en  Haití 

—y en las reuniones están planificadas para las 

próximas semanas—, es que nos reconozcamos, es que 

se reconozca a Venezuela como una realidad, diversa, 

sí, pero creo que nadie puede seguir desconociendo 

la existencia de un poderoso movimiento popular, de 

un poderoso movimiento de masas que ha asumido 

las banderas de Bolívar y que se identifica con la 

bandera del chavismo como fuerza fundamental, 

mayoritaria, que cruza transversalmente todo el país; 

donde usted se meta encuentra allí una expresión 

humana, cultural de la hermosura de lo que somos. 

Diecinueve elecciones, decía yo al presidente Obama 

en Panamá; digan ustedes una fuerza política en este 

mundo, en Europa, en África, en Asia que primero 

haya hecho 19 elecciones en 15 años, 16 años, y 

después que haya ganado 18 de ellas por la calle del 

medio y que haya ido perfeccionando el sistema 

electoral hasta un punto que es objeto de admiración 

por técnicos especialistas, líderes políticos de otros 

lugares del mundo y de otras ideologías.

Es cierto que con la diplomacia de paz y con la verdad 

logramos hilvanar un poderoso movimiento nacional e 

internacional que neutralizó lo que era una escalada a 

partir del decreto del 9 de marzo, una escalada. Ahora 

vamos conociendo mucho más los alcances de las medidas 

posteriores que pensaban activarse contra Venezuela a 

partir del famoso decreto, que no iban a distinguir si su 

corazoncito era rojo-rojito o era de otro color, lo iba a 

tocar por igual. Esas medidas no discriminan, así como 

no discriminaron las bombas que le cayeron a Bagdad, o 

que le cayeron a Trípoli; no discriminaron a nadie.

Cuando un imperio lanza la fuerza brutal que 

posee contra un país, no discrimina, destruye, controla, 

domina, somete, arrodilla, humilla. Es lo que hemos 

evitado y seguiremos evitando, para que la Revolución 

Bolivariana y la vida política, social y económica del país 

siga en paz. Nuestro objetivo es la paz, nuestra victoria es 

y debe ser siempre la paz, la paz nacional, la paz regional, 

la unión regional, la unión nacional.  

Ahora, una vez que logramos controlar esa amenaza, 

disiparla parcialmente, neutralizarla, se fueron activando 

otras, diversas; pero creo, así lo creo, compatriotas, 

señoras y señoras magistradas que están en pleno, 

sala plena; fiscal, Poder Moral, Poder Electoral, Poder 

Judicial, ministros, ministras, líderes políticos de los 

distintos partidos políticos que hacen vida en la sociedad 

venezolana, el escenario que se ha venido montando, 

con la complicidad de importantes sectores políticos 

y económicos de la República Cooperativa de Guyana 

contra Venezuela, es un escenario grave, peligroso, 

que debe ser disipado con la unión nacional, debe 

ser neutralizado; y Venezuela debe seguir levantando 

con más fuerza que nunca la reclamación justa sobre 

el Esequibo, por las vías del derecho internacional y 

reconquistarlo por la vía de la paz.

Por eso mi primera palabra y mi primer llamado es 

a la unión nacional, hombres y mujeres de esta Patria. 

Es un tema que mueve la pasión. Yo llamo a un debate. 

En la Comisión de Política Exterior, en la plenaria 

de la Asamblea Nacional, en las universidades, en las 

academias, llamo a un debate revitalizador de los temas. 

Nunca nadie podrá pensar que al frente de nuestro 

país, o que nuestro pueblo somos líderes o pueblo de 

trogloditas. No hay ni una gota de sangre, en esta sangre 

que corre aquí, de nosotros los venezolanos, que jamás 

haya ido a saquear ni a robar a ningún pueblo de este 

mundo, ni a bombardearlo. ¡En esta sangre que corre 

aquí, corre sangre de libertadores, de hombres que 

dieron su sangre por la libertad de otros pueblos! Y no 

podemos aceptar que se nos acuse de pueblo agresor, de 

pueblo pro imperialista. Por nadie en este mundo. No 

podemos aceptarlo.

Una operación de provocación

Saben ustedes que hay que tener una gran paciencia, una 

gran altura para procesar, digerir y no vomitar cuando 

uno lee y escucha las declaraciones que ha dado contra 

Venezuela, contra nuestra historia, contra nuestro pueblo, 

el actual presidente de la República Cooperativa de 

Guyana, ¡declaraciones vomitivas!, ¡altamente ofensivas 

contra la dignidad de un pueblo de héroes, de un pueblo 

de libertadores! Es el pueblo de Bolívar.

Se ha montado toda una operación de provocación. 

Detrás de esta operación esta la Exxon Mobil y los 

intereses del lobby petrolero armamentista, que influye 

de manera decisiva en el Pentágono y todos los planes 

imperiales de los Estados Unidos. Una provocación que 

hemos ido conteniendo, disipando por vías diplomáticas, 

y a partir de esa provocación, ante la reacción firme que 

he tenido frente al Gobierno de Guyana, privilegiando 

los métodos diplomáticos, políticos, se ha incrementado 

una campaña que no tiene palabra para calificarla. Si 

dijéramos brutal, quedaríamos cortos; refiriéndose a 

nuestro país casi como un país imperialista, que pretende 

saquear Guyana, que pretende despojar a Guyana, que 

pretende despojar a nuestros hermanos del Caribe.

¿Quién puede estar detrás de una campaña tan 

poderosa? ¿Dónde se están invirtiendo tantos recursos? 

¿Quién puede estar detrás de una campaña para buscar un 

gran conflicto político, diplomático, y que escale a otros 

niveles? ¿Quién puede estar buscando? ¿Quién puede 

sacar ganancias de un conflicto, de un enfrentamiento al 

más alto nivel entre países hermanos?

El pueblo de Guyana es un pueblo noble. Nosotros 

conocemos al pueblo de Guyana, es un pueblo luchador. 

Resultado del mestizaje de pueblos amerindios, de 

pueblos afrodescendientes, de pueblos de raíz hindú, 

de la India, una combinación de un mestizaje, de un 

pueblo noble, trabajador, pacífico, que por décadas, le 

han inyectado lo peor para que sienta desconfianza, 

miedo, odio hacia el pueblo de Venezuela, para que 

no conozca ni reconozca a un pueblo virtuoso, lleno 

de una espiritualidad noble, como es nuestro pueblo; a 

un pueblo que ha sido capaz de batallar por la libertad 

de este continente y por su propia libertad, una y otra, 

y otra vez. Una campaña que ha traído declaraciones, 

las he traído aquí, sumamente ofensivas en contra de 

nuestro pueblo.

Desde el primer momento en que surgieron y 

fueron elevando las declaraciones que manifestaban 

desconfianza y transmitían un mensaje no ajustado a 

la verdad, para hablar en términos diplomáticos. Estoy 

obligado, más allá de la pasión, el dolor y la indignación 

que me crea y nos crea estas declaraciones ofensivas, esta 

actitud provocadora, estoy obligado como jefe de Estado 

y de Gobierno, al frente de nuestra Patria, a canalizar 

para disipar y neutralizar el escenario que está en marcha 

y pretende instalarse.

Pero quiero que sepan ustedes, señores diputados, 

señoras diputadas, Poderes Públicos presentes, que 

desde el propio momento en que se instaló el nuevo 

Gobierno de Guyana, desde el primer día en que 

asumió la presidencia el señor David Granger, yo envíe 

a la propia embajadora de la República Bolivariana de 

Venezuela en Georgetown para intentar un diálogo 

directo, franco. Lo hice una, dos, tres veces; inclusive 

mandé a Georgetown a un enviado presidencial, el 

asesor en asuntos internacionales, licenciado Raúl Li 

Causi,  joven venezolano, experto en el Caribe y en 

materia internacional, y personalmente hace varias 

semanas se entrevistó con altos personeros del Gobierno 

actual de Guyana. 

¿Cuántas semanas tiene este gobierno? Cinco 

semanas. Este gobierno que hoy está al frente de nuestra 

hermana República Cooperativa de Guyana es un 

gobierno que llegó al poder en medio de circunstancias 

críticas, de la sociedad y de la política guyanesa, y que 

tuvo la Exxon Mobil una altísima influencia para su 

postulación, su campaña y su llegada a la presidencia 

de Guyana.

Desde el primer día, sabiendo por dónde venía 

las provocaciones, hice todos los esfuerzos, todos los 

esfuerzos, queridos hermanos de la Fuerza Armada, 

para buscar a través de la palabra y de la verdad, disipar 

a tiempo y preventivamente lo que ya sabíamos por 

informaciones políticas y de inteligencia, que era un 

conjunto de acciones que se iban a adelantar contra 

Venezuela, avivando el histórico reclamo de Venezuela 

por el despojo del Esequibo. Larga historia como saben 

ustedes. Debemos hacer un esfuerzo porque cada vez más 

venezolanos y más venezolanas estemos bien informados 

de lo que fue ese despojo y de la evolución histórica en el 

siglo XIX, en el siglo XX y hoy en el siglo XXI.

No es por falta de iniciativas diplomáticas, ni de diálogo 

que se desataron las declaraciones antivenezolanas, 

porque cuando declaran de esta forma, no lo hacen 

contra el presidente Maduro, lo hacen contra toda 

Venezuela. Lo hacen contra la historia, contra nuestro 

pueblo. Pero efectivamente, todo forma parte de un plan 

de provocación, que cuenta con el apoyo decidido, el 

financiamiento de transnacionales petroleras, de la Exxon 

Mobil, y cuenta con el apoyo decidido de importantes 

lobbies de poder en Washington y en agencias del poder 

estadounidense, incluyendo el Pentágono.

Ha sido activado contra Venezuela un plan de 

provocación, hermanos y hermanas, y es nuestro deber 

mostrar la unión más férrea de la nación venezolana 

“¡En esta sangre que corre aquí, corre sangre 

de libertadores, de hombres que dieron su sangre 

por la libertad de otros pueblos!”

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NUESTRO ESEQUIBO

 

JULIO 2015

 

pacifista, espiritual y doctrinariamente pacifista. Pero 

es grave, porque es la escalada. En política internacional 

el lenguaje es muy importante, porque va presentando 

escenarios y va escalando escenarios, y esto es un discurso 

intoxicado de violencia y de odio, de un provocador –sin 

lugar a dudas–, un provocador; en todas las de la ley de 

un provocador, que sabe usar el lenguaje para ofender, 

para herir, para manchar.

Más adelante, incorpora no sé cuántas cosas, insultos, 

agravios contra nuestro país. Nos acusa de agredirlos, 

cuando la conducta histórica de nuestro país, y nuestra 

para enviar un mensaje claro que nos permita vencer 

estos escenarios de violencia, de confrontación, de 

conflicto que se han activado contra nuestro país, desde 

el extranjero.

Miren cómo se refiere, traté de buscar referencias, 

profesor, compañeros historiadores —no sé si Pedro 

Calzadilla está por ahí también, del Centro Nacional de 

la Historia— y no encontré declaraciones de este signo, 

desde 1966 cuando el imperio británico concedió la 

independencia a Guyana hasta nuestros días, y no las 

conseguí. Había momentos de declaraciones duras, pero 

jamás de este signo despectivo, racista inclusive, contra 

nuestro pueblo.

Dice el presidente de Guyana, hace unos días 

apenas ante el Caricom: “Guyana, al aproximarse al 

50 aniversario de su independencia (el próximo año 

2016), aún lleva un mono sobre su espalda (refiriéndose 

a Venezuela). Esa carga es el peso insoportable de un 

reclamo opresivo y ofensivo sobre nuestros espacios 

terrestres y marinos (dice desconociendo el Acuerdo 

de Ginebra). La frontera de Guyana con Venezuela fue 

fijada hace 116 años, fue determinada, fue definida, fue 

delineada, fue demarcada por árbitros internacionales...”; 

agrego yo, en un laudo, llamado el Laudo de París de 

1899, que Venezuela ha considerado y consideramos 

nulo e írrito, que se le impuso con la Doctrina Monroe 

a nuestro país. Lo declaramos una vez más: el laudo de 

París para Venezuela es nulo, es írrito.

Y debe respetarse el reclamo histórico de nuestra 

Patria.  No solo desconoce en este caso, asumiendo 

las tesis antiguas del imperio británico, sino que más 

adelante dice: “...Cualquier Estado, que sistemática, 

cínica e incansablemente busque repudiar los acuerdos 

internacionales, solemnes y socavar la seguridad y 

la soberanía de otro Estado, debe ser condenado. La 

República de Venezuela en los últimos 50 años se ha 

vuelvo reaccionaria y cada vez más agresiva”. 

Esta es la campaña sistemática por prensa, radio, 

televisión, en la mañana, en la tarde, en la noche, en 

Guyana, en el otro, en el otro; todos los días. Es una 

campaña de intrigas, de odio. Su objetivo es dividirnos, 

es llevarnos a un conflicto de alta intensidad para 

destruir la unión caribeña, la unión latinoamericana que 

tanto esfuerzo durante más de un siglo ha costado en 

nuestra región. Y traernos la guerra a nuestras fronteras, 

a nuestra tierra. Es el objetivo supremo, máximo, de esta 

estrategia que se ha desatado desde la Exxon Mobil y el 

Pentágono a través de este presidente rehén de la Exxon 

Mobil que tiene la República Cooperativa de Guyana.

No es poca cosa, señores de la oposición, no es poca 

cosa, porque veo de pronto una cara de desencantados. 

Yo vengo a pedir el apoyo de ustedes también, porque es 

la Patria de Venezuela la que está en juego; es la paz de 

Venezuela la que está en juego; es la soberanía de nuestra 

Patria que nos pertenece a todos.

Esto no es un tema de elecciones; este no es un tema 

de colores; este no es un tema de partidos; este es un 

tema de la nación toda. Este es un tema que yo aparto 

de la confrontación política interna, lo aparto de la 

confrontación electoral, lo aparto de las diferencias que 

tenemos, de modelo político, económico; es un tema 

que lo aparto. Es un tema en el cual convoco el mejor 

sentimiento venezolanista, nacionalista, pacifista, 

humanista, patriota.

Dice el presidente de Guyana, que tiene cinco 

semanas en el gobierno, atacando a Venezuela todos 

los días –no les voy a leer las declaraciones del canciller 

porque creo que no merecemos difundir tanta ofensa, 

tanto agravio, tanto desprecio, tanto racismo del canciller 

de Guyana contra nuestro amado y noble pueblo. Más 

allá de las diferencias que podamos tener, tenemos un 

pueblo noble, grandioso, un pueblo amoroso, es el pueblo 

de Bolívar–: “La República de Venezuela en los últimos 

50 años se ha vuelto reaccionaria (nos integra a todos, 

ya él nos une). Este país continúa (dice) amenazando el 

desarrollo de Guyana, tanto en tierra como en el mar, 

un Estado miembro del Caricom. Venezuela, conciente 

de su riqueza superior y su poder militar y naval, en 

vista de la situación de apuro del pueblo pobre de uno 

de los Estados más pequeños, trata de victimizarse. Ha 

recurrido una vez más a la intimidación con la amenaza 

del uso de las fuerzas...”.

Esto es muy grave que lo diga un Presidente. 

Venezuela jamás ha amenazado con el uso de las fuerzas, 

ni jamás lo hará, ni con el pueblo de Guyana, ni con 

ningún pueblo hermano de nuestra América Latina, del 

Caribe o de este mundo. Venezuela es un país de paz, 

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6

NUESTRO ESEQUIBO

JULIO 2015

 

conducta al contrario ha privilegiado en volver nuestras 

relaciones sobre la base de la construcción de una nueva 

confianza mutua entre países, dirigentes, pueblos; 

acompañar nuestras relaciones sobre la base de una 

poderosa cooperación energética, comercial, económica, 

cultural, sobre la base de un diálogo permanente entre las 

cancillerías, los presidentes.

Si algo hay que reconocerle al comandante Hugo 

Chávez, es que como Presidente de la República desde 

1999 inició una nueva era de relaciones con el Caribe, 

y particularmente con la República Cooperativa de 

Guyana, sin desdeñar, ni abandonar un milímetro de los 

reclamos históricos por el despojo hecho por el imperio 

británico contra nuestra Patria.

Frente a esta agresión hemos hecho esfuerzos 

diversos en el campo diplomático. La agresión lo que ha 

hecho es incrementarse, los ataques, los insultos hacia 

nuestro pueblo.

Es por eso que yo he tomado la decisión, y pido el 

apoyo unánime de todo el país decente, nacionalista, 

patriótico, de todos los venezolanos y las venezolanas, 

para un conjunto de acciones políticas, diplomáticas, para 

detener a este provocador; para detener la provocación, 

y para buscar un punto de encauce y reorientación de 

las relaciones políticas y diplomáticas con el gobierno de 

Guyana, y un proceso de reposicionamiento de la justa y 

legal reclamación por el Esequibo de Venezuela.

Por eso he decidido llamar a consultas a la 

embajadora de la República Bolivariana de Venezuela 

en Guyana, reducir el tamaño y el nivel de nuestra 

Embajada en Guyana. Y he ordenado a la Cancillería una 

revisión integral de las relaciones con el gobierno actual 

de Guyana.

Pido todo el apoyo del país; pido el apoyo de esta 

Asamblea Nacional.

Ahora, no está demás dar nuestro voto de amistad, 

de respeto sincero a todo el pueblo de la República 

Cooperativa de Guyana. Tienen en nosotros  un pueblo 

hermano, un pueblo caribeño, suramericano, un pueblo 

hermano. Que por dignidad, estoy seguro que si nuestro 

mensaje llega, será comprendido por el corazón de los 

humildes, y del pueblo de Guyana, por dignidad tenemos 

que reaccionar y defender la justicia de nuestra política 

y diplomacia de paz, sabiendo lo que hay por detrás, 

sabiendo lo que se busca alentando este conflicto.

Historia de un saqueo imperial

Saben ustedes que este es un conflicto largo, ¿no? Hay 

un conjunto de expertos presentes. No pretendo sustituir 

su conocimiento, ni su función como expertos, pero 

deben saber, sobre todo nuestros niños, niñas, nuestra 

juventud, que el despojo sobre el Esequibo ha marcado 

a nuestro país durante dos siglos o más. Ciertamente, 

es una herencia, es una herida que hemos heredado 

del viejo colonialismo británico. ¿No lo vamos a saber 

nosotros que somos las víctimas del despojo? Una herida 

dolorosa, porque además fue hecha con arrogancia y la 

prepotencia típica de los imperios, sobre todo el británico, 

aprovechando las debilidades que nuestro país tuvo 

durante el siglo XIX, luego de una guerra que destruyó 

a nuestra Patria físicamente, y luego de la traición y la 

división de la Gran Colombia, potencia americana que 

nació de la espada del Libertador Bolívar.

El imperio británico se aprovechó en todo el siglo 

XIX y luego en el siglo XX, con la Doctrina Monroe, para 

imponernos el despojo, grave despojo.

Yo quisiera compartir brevemente con ustedes, 

sabiendo que la Comisión de Política Exterior, la 

Asamblea Nacional, las distintas instancias, medios de 

comunicación, Ministerios de Educación, de Cultura, 

de Comunas, tenemos que hacer un esfuerzo en las 

universidades, un esfuerzo amplio de conocimiento de 

esta historia. La historia del Esequibo, pudiéramos decir, 

es la historia de la diplomacia del saqueo imperial en 

el mundo. Por eso, de generación tras generación, de 

gobierno tras gobierno, ha sido un punto de encuentro.

En el siglo XIX, liberales, conservadores; en el siglo 

XX, desde Gómez, Cipriano Castro, Isaías Medina 

Angarita, Marcos Pérez Jiménez y los gobiernos sucesivos 

de Acción Democrática y Copei, de Raúl Leoni, Rómulo 

Betancourt, Rafael Caldera, Carlos Andrés Pérez, Luis 

Herrera Campíns, Rafael Caldera después, Jaime Lusinchi, 

con uno que otro digamos punto de tensión o atención, 

siempre ha sido una causa nacional, una causa justa.

Pudiéramos ver aquí algunos elementos que han 

sido presentados y serán presentados en el transcurso de 

las próximas semanas y meses en todos los organismos 

internacionales que vamos a activar para ver esta batalla 

por la paz y la soberanía del país. Vamos a acudir a todos 

los organismos: a la ONU, a la Celac, a la Unasur. Ya 

hemos activado algunos de ellos.

Fíjense ustedes, este era el mapa de Venezuela, de 

las Provincias Unidas de Venezuela, es el mapa hecho 

por Agustín Codazzi, 1810, que refleja lo que eran los 

territorios de la Capitanía General de Venezuela, creada 

por mandato del Rey de España un 8 de septiembre de 

1777. Muy bien. Este es el mapa, la Provincia de Caracas, 

y para el momento la frontera límite de Venezuela 

siempre fue el Río Esequibo, la Guayana, la Provincia de 

la Guayana Esequiba.

Dicen nuestras Constituciones, de manera 

consuetudinaria, que el territorio de Venezuela 

está compuesto por el territorio que formaba parte 

de la Capitanía General de Venezuela antes de las 

transformaciones políticas del 19 de abril de 1810.

Sobre esto hay mucha documentación, Venezuela las 

presentó en las reuniones del Laudo de París y fueron 

desconocidas porque sencillamente, como ustedes verán 

ahora, Venezuela no tuvo voz ni voto en el Laudo de 

París y se nos impuso absolutamente viciado de intereses 

imperiales y de nulidad absoluta.

Aquí está otro mapa sacado de los archivos históricos, 

mapa de la Gran Colombia, ya conformada Colombia, la 

de Bolívar. Uno ve este mapa y no deja de emocionarse, 

porque cuando nacimos al mundo, nacimos como una 

potencia, y la traición de las oligarquías mezquinas nos 

llevaron a ser países dependientes, de rodillas, saqueados 

por los imperios durante todo el siglo XIX y el siglo 

XX. Por eso Venezuela tiene que volver, en el marco de 

América Latina y el Caribe, a ser una potencia respetada: 

en lo político, en lo moral, en lo económico y en todos 

los planos.

En estos mundos de poderes nadie respeta al débil, 

nadie respeta al cobarde, nadie respeta al que está de 

rodillas. Se respeta al digno, al que está de pie, al que es 

fuerte por su propia naturaleza, por su propio espíritu.

Miren qué belleza este mapa: Geographical, statistical 

and historical map of Colombia. Este es un mapa de 

aquellos mundos donde se hablaba inglés. ¿Dónde se 

hablaba inglés y se sacaban mapas? En Londres. Miren 

Colombia cómo la dibujaban. Colombia era las antiguas 

Provincias Unidas de Venezuela, de la Nueva Granada y 

de Quito, y siempre llegamos hasta el Esequibo, de eso 

no hay ninguna duda en la fundación de Venezuela, de 

Colombia y luego en la refundación de Venezuela en 

1830. Venezuela siempre ejerció, las Provincias Unidas 

de Venezuela, en tiempos de Colonia y en tiempos de 

Independencia, ejerció soberanía indiscutida, plena, 

sobre el territorio del Esequibo.

Miren esta hermosura, inmenso territorio 

geopolítico, un país atlántico, caribeño, amazónico, 

pacífico, centroamericano, suramericano, andino. 

Volverán los tiempos, volverán, como dice una canción, 

volverán los tiempos, es lo único que volverá; volverá 

la Gran Colombia, volverá; volverá Bolívar, volverán, 

ustedes verán, lo veremos. Tenemos que convertirnos en 

los constructores del sueño de los libertadores.

Aquí está el otro mapa, ya de Agustín Codazzi, 1830, 

igual, igual, aquí está pues, Colombia, la unida, Colombia 

la potencia, Colombia la de Bolívar, Colombia la de los 

sueños, Colombia la unión de repúblicas, Colombia la 

nación de repúblicas. 1830, año fatídico con el asesinato 

de Sucre, la muerte de Bolívar, luego se completó la 

puñalada de la traición que acabó con Colombia, la 

unida, la de Bolívar. Aquí está el ejercicio pleno hasta el 

río Esequibo, sin lugar a dudas. 

Igualmente, otro mapa,  de Codazzi, sobre Venezuela, 

1840, plenamente hasta el Esequibo. 1777-1811, Provincias 

Unidas de Venezuela, 1811; por lo menos hasta este 

mapa de 1840. Todo este material ha formado parte de 

un conjunto de materiales históricos que Venezuela ha 

consignado y seguiremos defendiendo ante las instancias 

internacionales que debidamente se han decidido para 

llevar este caso.

Ahora, es el imperio británico que inicia una 

maniobra de toma, de ocupación, de marcaje de 

este territorio históricamente nuestrovenezolano. 

Presidente Maduro mostró varios mapas, como este de la Gran Colombia (1822) donde aparece el Esequibo como parte de 

nuestro territorio 

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7

NUESTRO ESEQUIBO

 

JULIO 2015

 

En 1835 se conoce el primer intento para ocupar 

este espacio, pero ¿por qué? Sencillamente, por una 

reacción geopolítica. Se había separado Colombia; 

nuestros países estaban desmembrados a lo interno; 

Venezuela estaba profundamente debilitada en todos 

los aspectos de la economía, de la sociedad, se había 

impuesto una dictadura, la de Páez, con una visión que 

pudiéramos llamar hoy, que pudiéramos compararla 

con la visión extrema del neoliberalismo salvaje; un 

país debilitado que disolvió su Ejército Libertador, 

que despojó a los soldados que llegaron de Junín y de 

Ayacucho de las tierras que les había dado Bolívar; sin 

moral ya, con ejércitos que respondían a caudillos y a 

terratenientes. 

El imperio británico, viendo la debilidad de lo 

que había surgido antes como una potencia, viendo 

nuestra división, comenzó a poner el ojo sobre varios 

objetivos, uno de ellos las Islas Malvinas, que nuestros 

hermanos argentinos en batalla histórica defienden y 

que más temprano que tarde, estoy seguro, Las Malvinas 

serán recuperadas por la vía del diálogo y el derecho 

internacional, por el pueblo argentino; y el otro, el 

Orinoco y la riqueza inmensa en toda esa zona de la 

Guayana Esequiba, la fiebre del oro, la fiebre del petróleo 

pudiéramos decir hoy.

Hay suficientes documentos —ojalá en este debate 

nacional podamos instruir a nuestro pueblo, informarlo, 

educarlo— suficientes documentos de cómo, de manera 

temprana, esa diplomacia imperial, ese centro de poder 

que era Londres en el mundo, visualizó los objetivos 

estratégicos a capturar en el Sur de la América, y uno 

fue el Orinoco, poseer el Orinoco, atrapar las salidas del 

Orinoco para luego conquistar todas las tierras que van 

hacia arriba, hasta el Meta.

En documentos históricos, hechos por estos mismos 

planificadores que ahora voy a enseñarles, estos mismos 

planificadores hablaban de llegar hasta Bogotá para 

conquistar todas estas tierras con sus riquezas.

Aquí tengo una cronología que creo es muy útil. 

Tratamos de hacer algunos materiales que simplificaran 

esta primera exposición para despertar un debate que 

nos permita consolidar nuestro reclamo histórico y 

consolidar la paz. 1824, le pusimos como referencia, la 

línea de reconocimiento británico del territorio de la 

Gran Colombia. Aquí está la línea de reconocimiento 

británico oficial de Colombia, antes Provincias Unidas 

de Venezuela y luego República de Venezuela. 

En 1835, el imperio británico contrató a un naturalista 

geógrafo de apellido Schomburgk, prusiano, alemán, 

comerciante, naturalista, para que viniera ya a meterle el 

ojo a toda esta región. Para que ustedes vean la historia 

de este despojo. Es Schomburgk quien elabora para la 

Royal Geographical Society de Londres y Colonial Office, 

Ministerio de Colonias, que existía, no estoy inventando, 

Ministerio de Colonias británico, elabora un primer 

mapa (1835) y un primer informe donde pone el ojo 

sobre el Orinoco. Sería muy largo leerlo aquí. Esta es la 

Línea Schomburgk y el imperio británico en el mapa da 

el primer paso, la línea original Schomburgk, para tomar 

la ribera occidental del Esequibo.

En 1840 se elabora un segundo mapa. Si el 

primer mapa pretendía incorporar 4.920 kilómetros 

cuadrados de territorio venezolano, el segundo mapa, 

ya dibujado por Schomburgk, se engulle 141.930 

kilómetros cuadrados. Esta es la segunda línea. La 

línea moradita que ven ustedes por aquí, la primera, 

la marrón, es la línea Schomburgk (1835) y la línea 

morada es la línea Schomburgk de 1840. En 1841 el 

ministro venezolano Alejo Fortique hace un reclamo 

al Gobierno británico, pero es un Gobierno débil de 

la oligarquía terrateniente, un país dividido, debilitado 

en todos los sentidos. 

En 1850 se firma entre el Reino Unido de la Gran 

Bretaña e Irlanda del Norte y Venezuela un acuerdo 

donde se comprometen a no ocupar el territorio en 

disputa. Creo que históricamente es el primer paso de 

ocupación de los británicos, cuando se firma un acuerdo 

donde nosotros, en nuestra casa, no podemos entrar. 

Las debilidades de un país que ya no era país, que había 

perdido el sueño original del Libertador, que había 

perdido su moral original. Luego, en 1887, publica el 

imperio británico una nueva línea Schomburgk, donde 

se pretendían 167.830 kilómetros cuadrados dentro de 

territorio venezolano. Es la línea azul (en el mapa).

Para los venezolanos de esta época, para un poco 

entendernos mejor, el imperio británico pretendía llevar 

su despojo, su arrebato, hasta territorios históricamente 

ocupados por población venezolana, como Guasipati, 

Upata, El Callao, Tumeremo; a las riberas del Guri se 

acercaba la pretensión para controlar un vasto e inmenso 

territorio estratégico para el control del Orinoco y de las 

riquezas de la Guayana Esequiba nuestra.

En 1895, previa declaración del Gobierno de los 

Estados Unidos, con la Doctrina Monroe, el Gobierno 

de los Estados Unidos llevó al Congreso, y aprobaron, 

una declaración advirtiendo al Gobierno de su majestad, 

al Gobierno de Londres, que los Estados Unidos no 

permitirían ningún tipo de ocupación ilegal de territorio 

en la Guayana venezolana. Era la aplicación de la 

Doctrina Monroe, de América para los americanos. No 

era ningún favor que nos estaban haciendo.

Hemos traído un importante material, síntesis. 

Estuvimos corrigiéndolo hasta hace una hora, porque 

de verdad queremos difundir la verdad de Venezuela. 

Porque con la verdad que nosotros defendemos, solo 

con la verdad es posible lograr los objetivos históricos y 

preservar la paz de nuestro país, que es lo más hermoso y 

preciado que debemos preservar: la verdad.

¡Que nadie venga a manipular, ni a nuestros pueblos 

hermanos del Caribe, y menos al pueblo de Venezuela! 

Vean el título que le pusimos al libro: La verdad sobre el 

Esequibo. Con la verdad todo se puede, todo se logra. 

Con la verdad siempre hemos podido.

Este libro tiene realmente grandes, grandes virtudes, 

una de ellas es que es una cronología completa, año por 

año, de lo que se ha hecho en relación al despojo a que 

fue sometida nuestra patria.

Precisamente, es en 1895 que el Gobierno de 

los Estados Unidos, previo debate en el Congreso 

estadounidense, envía una nota del secretario Richard 

Olney, un 20 de julio, en nombre del presidente Grover 

Cleveland, quien ha invocado la Doctrina Monroe en el 

mensaje anual de su Gobierno al Congreso de los Estados 

Unidos, para emplazar al Reino Unido a someterse a un 

proceso de arbitraje en relación a las usurpaciones que 

estaba haciendo en territorio de Guayana.

Dice este material, y creo que es perfecta la 

explicación: “La nota del secretario Olney, de parte del 

presidente Cleveland, fue calificada como un cañón 

de 20 pulgadas… Este cañón, para la época, era el 

más poderoso del mundo, por el efecto que causó en 

Inglaterra. El Congreso de los Estados Unidos, en 

1896, nombra una comisión de seis miembros para 

determinar los verdaderos límites de la Guayana 

Británica con Venezuela”.

“América para los americanos”.

Las potencias americanas que surgieron del sur se 

dividieron, fueron traicionados nuestros pueblos, y 

fuimos sumergidos en la peor debilidad que jamás haya 

tenido Gobierno y pueblo alguno en estas tierras. Siglo 

XIX, de pena, terminamos un siglo XIX debilitados, sin 

dignidad, sin identidad. Un Congreso de Estados Unidos 

en 1896 decide una comisión para determinar nuestros 

límites; comenzaba el auge del imperio estadounidense.

Años después tomarían Cuba, Puerto Rico, Filipinas, 

las Islas Guam, empezaría su expansión en el mundo, a 

finales del siglo XIX, principios del siglo XX.

“Esa comisión —dice aquí este libro— con altas 

personalidades, David Brewer, juez de la Corte Suprema; 

Richard Alvey, presidente de la Corte de Apelación; 

Federick Coudert, miembro del Foro de Nueva York; 

Daniel Gilman, presidente de la Universidad Jhon 

Hopkins; y Andrew White, de la Universidad de Cornell.

El hispanista y experto en derecho latinoamericano 

Severo Mallet-Prevost fue designado secretario de 

esta comisión”. Grábense ese nombre, porque fue muy 

importante después para descubrir la farsa del Laudo 

de París. “El 12 de noviembre del mismo año, en 1896, 

se firmó entre los Estados Unidos de Norteamérica e 

Inglaterra, las bases del Tratado de Arbitramento para 

decidir la cuestión guayanesa”. Venezuela no existía. 

“Bajo la presión del gobierno de los Estados Unidos, 

fueron aceptados (digo yo, fueron impuestos a nuestro 

país), las condiciones establecidas y ningún venezolano 

formó parte, ni formaría parte integrante del Tribunal 

de Arbitramento que iba a tocar las cuestiones vitales 

del territorio y la vida de nuestra Patria. Dos ingleses, 

nombrados por el Reino Unido, dos norteamericanos, 

nombrados por los Estados Unidos, en representación 

de Venezuela”. Y un ruso, miembro de una corte de 

admiración, de adulación a la reina de Inglaterra de 

entonces, un probritánico de entonces en la vida de Rusia, 

muy adulante del imperio británico. Cinco miembros, 

muy objetivos ellos.

“A Venezuela se le entregó un tratado preconcebido 

por Londres y Washington. El 2 de febrero de 1897, se 

firmó el Tratado Arbitral de Washington. Bajo presiones 

norteamericanas y de la Gran Bretaña, Venezuela se vio 

obligada a aceptar las condiciones desventajosas de ese 

arbitraje. Ese mismo año, el Congreso venezolano ratificó 

el laudo que fundaba, creaba el arbitraje antes descrito. 

Cada jurista presentó sus alegatos con documentos y 

anexos, Venezuela presentó tres volúmenes, más un 

atlas con las pruebas suficientes de la posesión soberana 

sobre la Guayana venezolana. La Gran Bretaña presentó 

siete volúmenes más y un atlas también y de allí en 

adelante hubo 54 sesiones de trabajo y apelaciones de 

cuatro horas cada una. Entre los meses de julio a octubre 

de 1899 se reunió el Tribunal de Arbitraje en la ciudad 

de París. Gran Bretaña estuvo representada por cuatro 

consejeros ingleses y Venezuela por cuatro consejeros 

norteamericanos. Las deliberaciones duraron 13 días, y 

el 3 de octubre de 1899, fecha infausta para la historia 

de nuestra patria, el Tribunal de Arbitraje dictó una 

decisión unánime, que se conoce como Laudo Arbitral 

de París, para dirimir la demarcación territorial del 

límite entre los Estados Unidos de Venezuela, entonces, 

y la Guayana Británica, posesión colonial del imperio 

británico. Fue una decisión sumamente breve, describe 

este historiador, sin motivación ni argumentos legales, 

la cual se limitó a describir la línea fronteriza aprobada 

por este írrito tribunal, comenzando en Punta de 

Playa, alrededor de 43 millas al este de Punta Barima 

y Bururuma para continuar hacia el sur a lo largo del 

río Amacuro. Esta sentencia le dio a la Gran Bretaña 

el 90% del territorio en disputa (diría yo, en despojo), 

reclamado por nuestro país. Menos la boca del Orinoco 

y 500 millas cuadradas de la desembocadura que fueron 

reconocidas para Venezuela. Se argumentó que la 

decisión se hizo para evitar una guerra, por lo que los 

jueces dictaminaron sin tomar en cuenta los aspectos 

jurídicos, ni históricos”.

Venezuela, luego, en 1900, ya con la presidencia de 

Cipriano Castro, denunció el Laudo de París y empezó 

una larga, intensa, difícil cuesta arriba lucha de nuestro 

país por rescatar lo que los libertadores dejaron en 

posesión de Venezuela, la Guayana Esequiba, frente al 

imperio británico.

Al pasar del siglo XX, todas las Constituciones, 

incluyendo aquellas impuestas por dictadores como 

Juan Vicente Gómez, mantuvieron el concepto de la 

constitución original de 1811, al reconocer nuestro 

territorio como el territorio que en herencia nos tocara, 

al conquistar nuestra libertad, que fuera de la Capitanía 

General de Venezuela. Sobre eso tengo bastante material 

trabajado que demuestra los distintos elementos 

conceptuales, pero que conservaron la definición 

fundamental del 5 de julio de 1811.

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NUESTRO ESEQUIBO

JULIO 2015

 

A mediados del siglo XX, finalizando ya la década del 

40, quien había sido miembro de este tribunal arbitral, 

Severo Mallet-Prevost, casi al final de su vida, escribió 

lo que fue conocido como una confesión que venía a 

comprobar lo que ya era un secreto a voces, en París, en 

Londres, en Washington, en Upata, en Caracas, la manera 

ilegal, irregular, imperialista en que se había despojado 

a Venezuela de un territorio precioso para los intereses 

nacionales, que habíamos conquistado, regando los 

campos de batalla con la sangre de los Negro Primero, de 

los humildes de esta Patria. Nadie nos regaló a nosotros 

el territorio conquistado de las Provincias Unidas de 

Venezuela y de la Gran Colombia. Fueron conquistados 

con esfuerzo, con mucha pasión, mucho amor patrio.

Este material, muchachos, jóvenes, seguramente le 

pesó a la conciencia, piensa uno, puede ser, de Severo 

Mallet-Prevost, y lo dejó para publicarlo, llamado 

“Después de mi muerte”, y así fue publicado.

El gobierno de Isaías Medina Angarita le hizo 

un reconocimiento en su momento, y decía Mallet-

Prevost, quien estuvo en los interines, conoció los 

secretos de esta negociación y este reparto imperial: “Si 

bien es cierto que en la decisión, el Tribunal le dio a 

Venezuela el sector en litigio más importante desde el 

punto de vista estratégico, como lo es la desembocadura 

del Orinoco, fue injusta para Venezuela y la despojó de 

un territorio muy extenso e importante, sobre el cual la 

Gran Bretaña no tenía, en mi opinión, la menor sombra 

de derecho”. Quedó para la historia. 

Allí se abrió todo un debate, 1944. En 1948 fallece, 

el 10 de diciembre, Severo Mallet-Prevost, y en 1949, 

aparece un artículo en The American Journal of 

International Law sobre el fraude del Laudo Arbitral y 

eso estimula grandemente el debate en Venezuela. 

El imperio estadounidense ya estaba consolidado 

como imperio dominante y hegemónico en América 

Latina y el Caribe, imperio hegemónico casi ya en el 

mundo, en disputa con la antigua Unión Soviética. 

Pero este territorio lo controlaban, gobiernos, grupos 

económicos. Utilizaban los ejércitos y las fuerzas 

armadas como fuerzas de ocupación, de dominación. 

Cuando le fallaban los políticos de la “política”, utilizaban 

los políticos con estrellas, bayonetas, cárceles y torturas, 

desnaturalizando la noble carrera militar, que debe ser, 

como es en Venezuela, una noble carrera para defender 

la Patria, para defender la integridad territorial, para 

defender al pueblo, para defender la Constitución, la paz 

y la libertad. Con orgullo digo esto, como Comandante 

en Jefe me siento extremadamente orgulloso de la Fuerza 

Armada que tenemos, del Ejército, de la Armada, de 

la Aviación, de la Guardia Nacional, de los milicianos 

y milicianas. Le doy gracias a Dios que tengamos, y a 

nuestro Comandante Chávez, si me lo permiten, desde mi 

corazón le doy gracias por la obra que dejó, en doctrina, 

en concepto estratégico, en disciplina, en organización y 

en armas de nuestra Fuerza Armada.

“Pasaron los años 50, el gobierno de Macos Pérez 

Jiménez intentó, en los momentos de mayor amistad con 

los Estados Unidos, introducir el tema ante la Décima 

Conferencia Interamericana de Caracas. Saben ustedes 

que la Décima Conferencia de 1954 tuvo un tema central: 

el derrocamiento de Jacobo Árbenz. Lamentablemente, 

el tema fue pospuesto o no atendido suficientemente. 

Entrando la década de los 60 se presentó una coyuntura 

que amerita el estudio que combinó varios factores. Un 

primer factor, el interés del Imperio Británico de establecer 

otro tipo de relaciones con sus antiguas colonias, luego 

de la derrota en India con Mahatma Gandhi al frente, 

con golpe demoledor, así como el referéndum de ayer en 

Grecia, son golpes que quedan por el tiempo generando 

eventos, circunstancias, impactos.

Hay gente que cree que el golpe al principio no tiene 

mayor influencia; pero eso replanteó las relaciones del 

antiguo imperio británico derrotado en el siglo XVIII 

en los Estados Unidos, por las 13 colonias, que fue el 

primer imperio global que tuvo posesiones en Asia, en 

América, en África; no tan global y poderoso como el 

imperio estadounidense hoy. No tenían el armamento, 

los satélites, el poder financiero, el control del mundo 

que tiene hoy el imperio estadounidense. Primera 

circunstancia: el interés de ir estableciendo nuevos 

tipos de relaciones y sustituyendo la vieja posesión y 

gobierno colonial de la metrópolis, Londres, con sus 

antiguas colonias. Además, en la mayoría de estos 

países habían surgido, fundamentalmente vinculados al 

Partido Laborista británico, partido histórico de ideas 

progresistas de izquierda, partido histórico de la clase 

obrera británica e irlandesa, habían surgido movimientos 

políticos progresistas, que empezaban a buscar, con 

el proceso de descolonización que se dio después de 

la II Guerra Mundial, sus espacios de autonomía, de 

independencia. Fue como un primer elemento.

Un segundo elemento importante, ahí en los años 

60, es la llegada de gobiernos que en Venezuela tenían 

fuertes lazos con los Estados Unidos, fuertes lazos. No es 

un secreto pues, reconocido por ellos mismos, no quiero 

ofender a nadie aquí; Rómulo Betancourt, Raúl Leoni. 

Rómulo lo dijo después de haber sido fundador del 

Partido Comunista de Costa Rica, cuando fue al Pacto de 

Nueva York, dijo: “En Venezuela no se puede gobernar sin 

el apoyo de Fedecámaras, del alto clero de la Iglesia y de la 

Embajada de Estados Unidos”. Lo dijo de distinta forma, 

y esos lazos el gobierno de Rómulo Betancourt los fue 

utilizando, y el gobierno de Raúl Leoni, para comenzar a 

introducir en distintos espacios y organismos mundiales el 

tema de la Guayana Esequiba venezolana.

Un tercer elemento fue el levantamiento de un 

movimiento histórico muy importante, lamentablemente 

echado de lado, ignorado por presiones imperiales 

estadounidenses y británicas, movimientos de 

amerindios en el Esequibo que deseaban que el Esequibo 

fuera venezolano; hicieron todo lo posible para que 

el Esequibo fuera atendido por Venezuela. Y fueron 

ignorados durante décadas. Pero particularmente en esos 

años 60 se organizaron, tocaron a la puerta del poder 

político en Venezuela. 

No traje el libro que me prestó Elías Jaua, una 

biografía de Miguel Ángel Burelli Rivas. Yo no lo sabía, 

fue canciller interino de Rómulo Betancourt cuando 

Ignacio Arcaya padre sostuvo la posición de no expulsión 

de defensa de Cuba en la OEA. Es una biografía bastante 

extensa, muy interesante. Yo me la leí una madrugada 

completa por lo interesante que es, porque cuenta 

detalles de cosas que solo él vivió en los años 40, 50 y 

60. Él fue canciller interino, tuvo un tiempo, unos 

meses en el gobierno de Rómulo Betancourt en esta 

época, y cuenta muchos elementos de esto; luego estuvo 

siempre en el servicio exterior en el gobierno de Leoni; 

después fue candidato en el 68 cuando ganó Prieto y 

no le reconocieron la victoria. Prieto ganó, primero le 

desconocieron las primarias que le ganó a Gonzalo 

Barrios, pero Betancourt no lo aceptó, no lo aceptaba 

nunca. Bueno eso es parte de la historia. 

Y escudriñando todos estos libros históricos, se 

dieron esas tres condiciones –entre otras–, y dieron un 

resultado que habría que evaluar. Alguna gente dice una 

cosa y alguna gente dice otra.

En 1962 el canciller de Venezuela, Marcos Falcón 

Briceño, denuncia –con motivo de la Asamblea General 

de Naciones Unidas– en un informe histórico muy bien 

expuesto y acabado, el carácter nulo e írrito del Laudo 

Arbitral de 1899. A partir de esta denuncia –como 

resultado de esta intervención del canciller Marcos Falcón 

Briceño, canciller del gobierno de Rómulo Betancourt–, 

en 1963 se realiza una reunión el 5, 6 y 7 de noviembre, 

entre el Gobierno de la Gran Bretaña, Venezuela, y en 

su momento el gobierno colonial de la llamada Guayana 

Británica, para empezar a revisar los temas desde nuestros 

conceptos, derivados del despojo de nuestra Guayana 

Esequiba, y en concepto periodístico-diplomático los 

temas relativos al diferendo.

Este fue el inicio de un camino de reuniones, de 

búsqueda. El interés del imperio británico entonces 

era concederle, pactar la independencia de Guyana 

y efectivamente las negociaciones concluyen con la 

participación de Venezuela y la firma del Acuerdo 

de Ginebra. 

El Acuerdo de Ginebra se firma el 17 de febrero de 

1966. Este acuerdo fue firmado por ambas partes, más 

el gobierno colonial de la Guayana Británica, establece 

los mecanismos para iniciar un proceso de tratamiento 

del llamado diferendo histórico por el Esequibo entre 

la República independiente de Venezuela y la República 

que se derivaba de la concesión de la independencia 

de Guyana y que ya tenía un gobierno interino. Es un 

acuerdo firmado.

Hay un debate histórico sobre el tema, el propio 

Burelli Rivas dice que debió haberse presionado el no 

reconocimiento de la independencia y la nueva República; 

hay otros que creen que se llegó a un máximo porque este 

acuerdo, luego de 67 años del ofensivo, abusivo, imperial  

Laudo Arbitral de París, es un acuerdo que en términos 

diplomáticos establece con base al derecho internacional 

a buscar por las vías diplomáticas un acuerdo justo, 

satisfactorio, legal.

Hay que estar puesto en los zapatos de quien negoció, 

conversó y buscó esto. Seguramente, habrá tiempo en 

el futuro o en este debate para establecer si pudo haber 

sido más avanzado o menos avanzado, pero lo que es 

cierto es que desde su firma —17 de febrero de 1966 y 

su publicación en la Gaceta Oficial del 15 de abril de 

1966—, esto es un convenio internacional obligante para 

Venezuela y para Guyana que establece los términos de 

fiel cumplimiento para canalizar este despojo histórico 

que hizo el Imperio Británico contra nuestra Patria 

venezolana.

Hay muchos elementos más que seguramente 

surgirán del debate, pero aquí hay un elemento clave, 

por ejemplo: “Hemos duplicado en Ginebra a los 17 

días del mes de febrero, por el gobierno de Venezuela 

firmó el ministro de Relaciones Exteriores, Ignacio 

Iribarren Borges; por el gobierno del Reino Unido de 

la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, el Secretario de 

Estado de Relaciones Exteriores, Mitchel Stewart y el 

Primer Ministro de la Guayana Británica entonces, 

Forbes Burham” —que luego fue líder de la República 

Cooperativa— “…dada, firmada y sellada en el Palacio 

Federal Legislativo, en Caracas, a los 13 días del mes de 

abril de 1966, año 156 de la Independencia y 108 de la 

Federación. Presidente del Congreso, Luis Beltrán Prieto 

Figueroa”.

Este es el acuerdo que coloca, como dirían en 

inglés, “un nuevo comienzo” entre un país caribeño 

que surgía a la independencia, la República, quien fuera 

después la República Cooperativa de Guyana, y un país 

histórico, líder de la independencia de América Latina, la 

República hoy Bolivariana de Venezuela, nuestra patria. 

Este acuerdo establecía un conjunto de elementos y 

mecanismos. Establece primero un elemento conceptual 

en el Artículo 5, en su numeral 2 que dice, luego del 

debate de 67 años: “Ningún acto o actividad que se 

“Venezuela no ha aceptado ni 

aceptará que la Exxon Mobil 

o transnacionales vengan 

a posicionarse de territorio 

que está en disputa, territorio 

marino y submarino que 

está en disputa, no podemos 

permitirlo, no lo voy a permitir”

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9

NUESTRO ESEQUIBO

 

JULIO 2015

lleve a cabo mientras se halle en vigencia este acuerdo 

constituirá fundamento para hacer valer, apoyar o negar 

una reclamación de soberanía territorial en los territorios 

de Venezuela o la Guayana Británica”. La califica así, aún 

era la Guayana Británica. Esto es muy importante a la luz 

del derecho internacional y del esfuerzo diplomático 

que nosotros vamos a reforzar en todas las instancias; 

“ni para crear derechos de soberanía en dichos 

territorios, excepto en cuantos tales actos o actividades 

sean resultado de cualquier convenio logrado por la 

comisión mixta y aceptado por escrito por el Gobierno 

de Venezuela y el Gobierno de Guyana. Ninguna 

nueva reclamación o ampliación de una reclamación 

existente a soberanía territorial en dicho territorio será 

hecha valer mientras este acuerdo esté en vigencia ni 

se hará valer reclamación alguna, sino en la comisión 

mixta mientras tal comisión exista”.

Aquí están los mecanismos. Por eso Venezuela 

no ha aceptado ni aceptará que la Exxon Mobil o 

transnacionales vengan a posicionarse de territorio que 

está en disputa, territorio marino y submarino que está 

en disputa. No podemos permitirlo, no lo voy a permitir.

En defensa de nuestra Patria 

y nuestro Pueblo

Me perdonan lo extenso, pero estoy haciendo un resumen 

de dos siglos muy importante porque no es cualquier 

cosa, es un tema muy importante. Es una responsabilidad 

muy grande para todos nosotros llevar en paz, despejar 

y disipar las provocaciones, pero además hacer valer 

los derechos de Venezuela. Nadie se va a burlar de los 

derechos de Venezuela, no podemos permitirlo.

Es por eso que el Gobierno de Guyana ha violado 

el derecho internacional de manera consecutiva, de 

palabra y de hecho. Este gobierno de Guyana ha llegado 

al extremo de desconocer el Acuerdo de Ginebra, un 

hecho gravísimo. Hasta el día de hoy podíamos tener 

diferencias con los gobiernos que ha habido en Guyana 

pero siempre se respetó el Acuerdo de Ginebra como 

base en la canalización pacífica, civilizada y diplomática 

de este diferendo histórico al que Venezuela no va a 

renunciar; que nadie piense que Venezuela va a renunciar 

a su justo derecho a recuperar el Esequibo. Lo digo para 

nuestros amigos y lo digo para nuestros enemigos, que 

nadie aspire a que Venezuela renuncie a sus derechos 

históricos al Esequibo.

Ahora, todo hay que llevarlo con equilibrio, con 

ponderación; la idea más justa debe ser defendida 

de manera correcta y justa también, sin caer en 

provocaciones; eso sí, respondiéndolas. En la vida de los 

Estados, de los Gobiernos y de los Países, hay mecanismos 

para eso, la humanidad ha construido el Derecho 

Internacional, ha construido un sistema internacional 

de relaciones –como el sistema de Naciones Unidas–, se 

ha construido toda la red de convenios internacionales 

y para eso nuestro país tiene una gran experiencia en la 

diplomacia internacional y en la diplomacia de paz. No 

por casualidad el tema del Esequibo ha ido de generación 

en generación, seguramente alguna generación lo hizo 

mejor que otra, pero todos lucharon por lo que es de 

todos. Nuestra generación tiene que ser la mejor de 

todas en la defensa de nuestros derechos históricos y 

no es patrioterismo, no es falso nacionalismo, no es 

chauvinismo, no; es bolivarianismo.

Amamos a los pueblos del Caribe, ¿alguien puede 

dudarlo? Si hasta nuestra sangre damos por ellos. Aquí 

no se le regala petróleo a nadie, hermano. No ofenda 

a los pueblos del Caribe. Se les vende en condiciones 

de complementariedad, de solidaridad, de unión 

e integración latinoamericanista y caribeña; amor, 

relaciones de amor es lo que tenemos, de hermandad, 

bolivarianismo, chavismo del bueno, del puro.

Ahora, este Gobierno de Guyana –no el pueblo de 

Guyana–, así lo siento y lo creo, ha asumido los criterios 

del viejo imperio británico contra Venezuela. No es 

Venezuela que tiene criterios de agresión ni imperiales, 

jamás, es este sector secuestrado por la Exxon Mobil, 

hermanos de Guyana, así lo digo desde Caracas, tierra 

de  libertad y solidaridad. Es este gobierno del señor 

Granger quien está secuestrado por la Exxon Mobil y está 

buscando un conflicto con Venezuela para perjudicar la 

unión caribeña, la unión latinoamericana y para traernos 

un conflicto grave aquí en las fronteras de Venezuela, 

reavivando en el peor estilo imperial, abusando y 

desconociendo el Acuerdo de Ginebra. Pudiéramos 

decir, recordando a Lina Ron, dentro del Acuerdo de 

Ginebra todo, fuera del Acuerdo de Ginebra nada. Esa es 

nuestra posición legal oficial.

No es fácil, yo he recibido llamada del general 

Vladimir Padrino López y he recibido llamadas de 

los oficiales que cuidan nuestras fronteras y ha habido 

provocaciones hace meses, hace semanas. Como 

Comandante en Jefe le he dado instrucciones muy 

precisas de cómo obrar; temas delicados porque son 

provocaciones que pudieran pasar a eventos graves y 

después comienza la mediática mundial –ustedes saben 

cómo es–: “Maduro es Saddam Hussein”, ya lo dicen. 

En Georgetown me han sacado fotos con –como tengo 

un bigote así parecido a Saddam Hussein– la gorra 

de Saddam Hussein, “Maduro es Saddam Hussein”, 

y no sé cuántas sandeces, para preparar el escenario. 

Falsos positivos, dijo alguien por aquí. Montar los 

falsos positivos. Por eso, sabiduría, razón, diplomacia, 

y la verdad para defender nuestra estabilidad, nuestra 

paz. Cuántos esfuerzos hemos hecho. Pero el gobierno 

de Guyana nos ha obligado, y me ha obligado como 

Presidente, a tomar la decisión de regresar, de 

convocar a consulta a nuestra embajadora y de hacer 

una revisión integral de todas las relaciones con este 

gobierno de Guyana.

Y además, voy a proceder a comunicarme directa y 

personalmente con el secretario general, nuestro amigo 

Ban Ki-moon de la Organización de Naciones Unidas, 

para que convoque en la brevedad posible una reunión 

en el marco del Acuerdo de Ginebra entre las partes y 

avancemos en la definición del próximo buen oficiante, 

del mecanismo del buen oficiante. 

Estoy haciendo un esfuerzo, diputados, diputadas, 

pido disculpas por la ampliación y lo largo de esta 

intervención, estoy haciendo un gran esfuerzo porque 

efectivamente entre el 66 y el 2015 hubo diversos sucesos. 

“En 1970 –producto de las presiones estadounidenses 

contra el presidente Rafael Caldera para desconocer su 

presidencia, y del imperio estadounidense, presiones de 

diverso signo que la historia dejará para la posteridad-, 

el canciller Aristides Calvani firmó lo que se llamó 

y se aplicó en su momento el Protocolo de Puerto 

España, firmado en Trinidad y Tobago el 18 de junio 

de 1970, cuatro años después del Acuerdo de Ginebra. 

Este Protocolo de Puerto España congeló, suspendió la 

aplicación del Acuerdo de Ginebra por doce años”.

“En 1981, un año antes que expirara este convenio 

internacional, el presidente Luis Herrera Campíns 

anunció oficialmente a Guyana su disposición de no 

renovarlo y de activar los mecanismos del Acuerdo de 

Ginebra, cosa que sucedió precisamente. Venezuela 

propuso en su momento una negociación directa 

con Guyana, Guyana no quiso aceptar y propuso tres 

alternativas: llevar el tema a la Asamblea General de la 

ONU, llevarlo al Consejo de Seguridad de la ONU o a la 

Corte Internacional de Justicia”.

“En el año 83, por iniciativa de Venezuela, se llevó 

el caso del Esequibo bajo los auspicios del Secretario 

General de Naciones Unidas en concordancia a lo 

establecido en el artículo 4, numeral 2 del acuerdo y 

apegados al artículo 33 de la Carta de Naciones Unidas, 

que establece mecanismos para la solución diplomática 

de conflictos en el mundo. El 30 de marzo de ese mismo 

año, el Secretario General de entonces, Javier Pérez de 

Cuéllar, aceptó la responsabilidad de buscar un arreglo 

práctico de esta controversia y designó a Diego Cordobés 

encargado de estudiar la reclamación de Venezuela y 

servir de contacto entre ambos gobiernos”.

“En 1987 Guyana y Venezuela decidieron de mutuo 

acuerdo aceptar el método de los Buenos Oficios, 

que es activado dos años después, a partir de 1989. 

El buen oficiante, desde esa fecha hemos tenido tres 

buenos oficiantes: el primero designado en 1989, 

lamentablemente falleció en 1998;  —por lo general 

son magistrados, estudiosos del derecho, historiadores, 

y con una edad a veces elevada— en el año 98 murió 

Alister McIntyre; luego se designó otro en el año 99, con 

la llegada ya del gobierno del presidente Chávez y por 

mutuo acuerdo, que es el método para su designación. Se 

proponen nombres en consulta con el secretario general 

y por mutuo acuerdo, se designa el buen oficiante Oliver 

Jackman, quien murió en el 2007”; luego, recuerdo 

cuando era canciller, duramos tres años buscando un 

Buen Oficiante, recuerdo un viaje que hice a Nueva York, 

Maduro advirtió que el ataque no era contra él, sino contra el pueblo de Venezuela, contra la soberanía nacional 

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NUESTRO ESEQUIBO

JULIO 2015

 

hasta que conseguimos designar un honorable hombre 

de la historia, jamaiquino, profesor Norman Girvan, 

nombrado en el año 2010, lamentablemente falleció en 

abril del 2014.

Yo personalmente me voy a comunicar con el 

secretario general Ban Ki-moon, para activar en base al 

Acuerdo de Ginebra, la designación del Buen Oficiante.

Es el Acuerdo de Ginebra, es el mecanismo 

del Buen Oficiante el camino para que Guyana, el 

Gobierno actual, respetando el derecho internacional, 

se siente en la mesa para continuar la búsqueda de 

una solución satisfactoria, legal, práctica, y Venezuela 

pueda satisfacer históricamente este justo reclamo por 

este despojo.

Igualmente, he decidido –y pido apoyo de la 

Asamblea Nacional, al Poder Judicial, al Poder 

Moral y al Poder Electoral– convocar una comisión 

de alto nivel del Estado venezolano, que de manera 

inmediata se despliegue diplomáticamente y solicite 

a la presidencia pro témpore de la Comunidad de 

Estados Latinoamericanos (Celac), en la dirección 

del presidente Rafael Correa, que la troika de la Celac 

convoque a una reunión de diálogo entre el Gobierno 

de Guyana y el Gobierno de Venezuela con la presencia 

de la presidencia pro témpore.

Y además se desplieguen fiscal, magistrados, defensor 

del Pueblo, diputados, diputadas, Comisión de Política 

Exterior y los expertos de nuestra Fuerza Armada, bajo 

la conducción del vicepresidente ejecutivo, compañero 

Jorge Arreaza, y la canciller Delcy Rodríguez, desplieguen 

de manera inmediata una gira intensa, profunda, del 

mayor nivel de representación del Estado, a todos los 

países del Caribe, de América Latina y América del Sur, a 

explicar la justicia de la causa venezolana y a despejar las 

mentiras que se han difundido.

Son iniciativas en el campo diplomático para 

lo cual espero el máximo apoyo, mi esperanza es 

el apoyo unánime de la Asamblea Nacional. No 

digo mi esperanza, la esperanza de un país entero. 

Igualmente, saben ustedes que recientemente –en 

todo este proceso de defensa, vigilancia de nuestros 

espacios territoriales, marinos, submarinos– se sacó 

un decreto de carácter administrativo, eminentemente 

administrativo, técnico, creando las Zonas de Defensa 

Integral Marítima de nuestro país; decreto con el 

mandato de nuestra Constitución. Tengo que decirlo, 

esta Constitución recoge la doctrina más completa y 

acabada que históricamente y constitucionalmente 

se acumuló como patrimonio en el país. Pero creo –

así lo creo, y someto este criterio a los historiadores, 

a los constitucionalistas– que es la Constitución más 

completa en la definición del territorio venezolano, que 

se ha hecho. Se hizo con un gran debate, lo recuerdo 

perfectamente.

Este decreto administrativo, interino, ha sido 

utilizado por una campaña brutal de manipulación 

en todos los países, mienten todos los medios. Es un 

decreto interino administrativo que tiene la marca 

de la Constitución, no puede ser de otra manera. La 

Constitución establece, el Capítulo I: Del territorio y 

demás espacios geográficos. Artículo 10: “El territorio 

y demás espacios geográficos, de la República son los 

que correspondían a la Capitanía General de Venezuela 

antes de la transformación política iniciada el 19 de 

abril de 1810, con las modificaciones resultantes de los 

tratados y laudos arbitrales no viciados de nulidad”.

Es un elemento clave que se colocó en la doctrina 

constitucional. 

Luego el artículo 11 establece: “La soberanía plena 

de la República se ejerce en los espacios continental e 

insular, lacustre y fluvial, mar territorial, áreas marinas 

interiores, históricas y vitales y las comprendidas dentro 

de las líneas de base recta que ha adoptado o adopte la 

República; el suelo y subsuelo de estos; el espacio aéreo 

continental, insular y marítimo y los recursos que en ellos 

se encuentran, incluidos los genéticos, los de las especies 

migratorias, sus productos derivados y los componentes 

intangibles que por causas naturales allí se hallen”.

El artículo es extenso, pero preciso; yo diría 

más que preciso, perfecto, este artículo de la 

Constitución del 99.

“El espacio insular de la República comprende 

el archipiélago de Los Monjes, archipiélago de Las 

Aves, archipiélago de Los Roques, archipiélago de La 

Orchila, isla La Tortuga, isla La Blanquilla, archipiélago 

Los Hermanos, islas de Margarita, Cubagua y Coche, 

archipiélago de Los Frailes, isla La Sola, archipiélago 

de Los Testigos, isla de Patos e isla de Aves; y, además, 

las islas, islotes, cayos y bancos situados o que 

emerjan dentro del mar territorial, en el que cubre la 

plataforma continental o dentro de los límites de la 

zona económica exclusiva”.

Y luego se sigue desarrollando estos conceptos.

¿Por qué yo traje la lectura de estos artículos? 

Porque el decreto emanado administrativamente, 

interinamente del propio Ministerio de la Defensa, 

es un decreto marcado por la Constitución, por un 

país que considera sagrado el derecho, sobre todo 

el derecho internacional, y que ha dejado marcado 

en esta Constituyente sus aspiraciones históricas y 

el ejercicio de su soberanía a todo nivel. Digo más, 

a nivel del siglo XXI, pues, porque es un artículo del 

siglo XXI, adaptado perfectamente al siglo XXI. 

Una campaña que nos ha tocado remontar, como 

cuesta arriba, brutal. Por eso yo le hice una consulta 

al Tribunal Supremo de Justicia en pleno, a través 

del Consejo de Estado, en medio de esta batalla que 

hemos estado dando, le hice una consulta sobre los 

alcances del decreto, manipulado internacionalmente, 

y pedí un conjunto de recomendaciones que se me 

ha entregado el día de hoy muy temprano, en un 

dictamen del Tribunal Supremo de Justicia. Ha sido 

analizado el decreto en cuestión, y se me hacen un 

conjunto de sugerencias para perfeccionarlo, nacional 

e internacionalmente, para profundizarlo, para 

mejorarlo en todo sentido.

El primer concepto de nuestro máximo tribunal de 

justicia establece muy claramente un criterio político de 

Estado, constitucional, de orden doctrinario y legal. Me 

dice, como Jefe de Estado: “En este decreto, cuyo objeto 

no es la delimitación fronteriza, se invoca la obligación 

del Estado sobre la adopción de medidas necesarias 

para garantizar la independencia, soberanía, seguridad 

e integridad del espacio geográfico, sobre la base de 

la concepción estratégica defensiva de nacional…”. 

¡Nacional! Cuando hablamos de concepción defensiva 

nacional, es en los espacios vitales de un país, de acuerdo 

a sus límites establecidos legalmente, de acuerdo al 

derecho internacional, no al derecho imperial, con 

todos los países que tenemos establecidos límites 

territoriales, marítimos, submarinos, y con los métodos 

del derecho internacional, con aquellos países que aún 

están pendiente negociaciones.

Miren, la campaña es brutal. Quizás en el trajinar 

diario de uno no queda el tiempo suficiente para saber 

cómo están creando condiciones en el mundo, nuestro 

mundo, para un gran conflicto que involucre a Venezuela. 

Por eso no es cualquier cosa, por eso insistí tanto en la 

necesidad de hacer esta sesión de trabajo, e insisto mil 

veces en la necesidad de gestar la unión nacional para 

defender la paz y la soberanía de nuestro país.

Más adelante, dice este dictamen las recomendaciones: 

“En consecuencia, se sugiere al Consejo de Estado 

presentar ante el ciudadano Presidente de la República 

recomendaciones para que en conjunto, en el concierto 

institucional del Poder Público nacional se verifique 

técnicamente el contenido y alcance del referido decreto 

en cuanto a la delimitación mediante coordenadas del 

espacio geográfico de la República. En lo que atañe a las 

jurisdicciones de la Zonas de Defensa Integral Marítimas 

e Insulares (Zodimain) bajo la Circunscripción de las 

Redimain, Regiones de Defensa Integral Marítimas 

e Insulares, en el contexto de la revisión periódica de 

nuestros límites territoriales que conforman la unidad 

política territorial de la República, y que describe el 

Estado democrático y social de derecho, de justicia, que 

constituye la República Bolivariana de Venezuela”.

Asimismo, dice el Tribunal Supremo de Justicia: 

“Consultado sobre esta materia de tanta importancia 

nacional y regional, por la trascendencia del asunto 

señalado, se considera pertinente que los objetivos que 

contiene el decreto en cuestión previa la verificación 

técnica recomendada, sean incluidos, por ejemplo, 

el decreto con rango, valor y fuerza de Ley de la Ley 

Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, 

o más allá sean plasmados en otro texto de rango legal 

que incluso podría ser un decreto ley con base a la 

Ley Habilitante vigente que desarrolle los principios 

Mapa físico y político de la República de Venezuela dedicado por su autor, 

el coronel de Ingenieros Agustín Codazzi, al Congreso Constituyente de 1830. Publicado en Caracas, 1840

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NUESTRO ESEQUIBO

 

JULIO 2015

contemplados en el Preámbulo y en el Capítulo I y II 

de la Constitución Bolivariana...”.

Abre canales el Tribunal Supremo, para que ustedes 

vean cómo un elemento que han tratado de utilizar 

negativamente contra nuestro país nos abre nuevos 

caminos para la ratificación de nuestra soberanía, 

y para perfeccionar su defensa a través de la Fuerza 

Armada y todas las instituciones.

“En consideración a lo expuesto se reitera la atinada 

regulación planteada por el Ejecutivo Nacional en 

esta materia de gran trascendencia nacional, la cual 

por tan sensible importancia podría ser elevado a 

un instrumento de rango legal, que incremente la 

plena vigencia y protección a los aludidos postulados 

constitucionales en el desarrollo integral de la nación”.

En ese sentido, una vez conocida la consulta hecha 

debidamente ante el Tribunal Supremo de Justicia, y 

haciendo el conjunto de evaluaciones necesarias, yo 

he decido, efectivamente, elevar todo el contenido de 

este Decreto 1.787 al Consejo de Estado y al Tribunal 

Supremo de Justicia. Mientras tanto, tomando los 

criterios doctrinarios constitucionales y de la justicia 

de la reclamación de nuestro país, he decidido emitir 

un nuevo decreto que sustituya en todas sus partes al 

Decreto 1.787 y a partir de hoy sería el Decreto 1.859 

que fija todos los elementos constitucionales legales 

y doctrinarios a partir de lo cual nuestra Fuerza 

Armada Nacional Bolivariana, creo las Zonas de 

Defensa Integral y les establezco sus tareas en todos 

los espacios marítimos de nuestro país, debida y 

legalmente establecido.

Le he dado la orden a la almiranta en jefe, Carmen 

Meléndez, que publique este nuevo Decreto 1.859 

mañana a primera hora, y lo demos a conocer.

Es un decreto, yo pudiera decirlo en lenguaje 

poético, es un decreto hermoso porque ha surgido 

de todo este debate. Así que lo hemos blindado por 

todas sus partes para que estas oligarquías mediáticas 

financiadas por la Exxon Mobil, y digo más, y esta 

oligarquía mediática de Bogotá deje de mentir.

Oligarquía y medios colombianos 

contra Venezuela

Los tiempos de los abusos y de las influencias de esas 

oligarquías se acabaron aquí, gracias a Dios y a la 

Virgen, y a la Revolución Bolivariana. Este Presidente 

que ustedes ven parado aquí no depende de ninguna 

oligarquía bogotana, ni de ningún lugar del mundo que 

me dé órdenes, que me intimide, que me manipule. Ni 

con faldas, ni sin faldas, como fue en el pasado.

Esto lo digo porque efectivamente yo tengo muy 

buenas relaciones, en este caso, con el presidente Santos, 

y tenemos una relación fluida con la Cancillería, más allá 

de diferencias. Que a veces la Cancillería comete el error, 

la colombiana, de caer en la diplomacia de micrófono, yo 

inmediatamente llamo y le digo a la canciller, “llámese a 

la canciller de Colombia y dígale que nosotros llegamos 

a un acuerdo, que debe respetarse, cero diplomacia de 

micrófono”. Si tiene una duda de algún tema, hablamos 

directamente. Si la duda es muy grande, va la canciller 

para allá, o viene la canciller para acá. Si la duda es más 

grande, yo me voy para Bogotá, o a Cúcuta. O se viene el 

Presidente para acá si hay duda.

Nuestras relaciones con Colombia se basan en el 

respeto, y el respeto al derecho internacional. Ahora 

hay una campaña en Bogotá para tratar de acorralar 

al presidente Santos contra mí, contra Venezuela. Si 

me pongo a leer todo lo que tengo aquí que se dice 

todos los días en Bogotá de mí, de nosotros... Dígame 

de Diosdado. ¡Dios mío! La revista Semana. ¿A quién 

responde la revista Semana? Pregunto yo a alguien 

que conozca bien temas de Colombia. ¿A quién 

responde? ¿A quién responden todas esas televisoras?

Yo le digo desde aquí, presidente Santos, debemos 

mantener las mejores relaciones de respeto al derecho 

internacional, de respeto entre nuestros países, más 

allá de las diferencias de carácter ideológico, de ver 

al Estado, de políticas que podamos tener; debemos 

seguir perseverando en relaciones de diálogo directo, de 

despeje, de asuntos, de cooperación. 

¡Ay, Dios mío! Algún día se escribirá todo lo que 

hemos hecho y estamos haciendo por nuestra amada 

Colombia para que consiga la paz; todo lo que se ha 

hecho, todo lo que hay que hacer, y nuestra disposición, 

mi disposición a hacer todo, todo lo que haya que hacer 

por la paz en Colombia. Cuando digo todo, digo todo, 

no es un decir. 

Cuando decimos desde aquí desde Venezuela, todo, 

es todo, más allá de lo imaginable hoy. ¿Cómo es que 

dice uno de los batallones del Ejército? “Si es posible... 

está hecho. Si es imposible... lo haremos.” Así le decimos 

a Colombia, si la paz es posible la ayudaremos a hacer. Y 

si es imposible, también la ayudaremos a hacer... Así que 

no a la diplomacia de micrófono.

Yo le pregunto a Venezuela, le pregunto a ustedes 

que tienen amigos en Bogotá también, en Colombia. 

¿Ustedes se imaginan que en la prensa, televisión y radio 

de Venezuela todos los días se atacara al presidente 

Santos? Que aquí los medios de comunicación más 

influyentes se dedicaran a mal hablar de Colombia, y a 

decir cosas, equis, no las voy a decir aquí, porque le tengo 

mucho amor y respeto a Colombia.

Es una cosa inaudita lo que se hace contra 

Venezuela en los medios de Colombia todos los días, 

a toda hora. Dígame los medios de la frontera. Es una 

promoción permanente del odio. Yo solo lo comparo, 

por lo inaudito, a las declaraciones de Donald Trump 

contra nosotros, los mexicanos y los latinoamericanos. 

Van por el mismo camino. Yo creo que aquí nadie 

está de acuerdo con Donald Trump, ¿no? ¡Dios nos 

salve!  Por ejemplo, Donald Trump es el extremo del 

racismo, del desprecio a nosotros, creo que es repudiado 

unánimemente por el cien por ciento de los que estamos 

aquí y de América Latina y el Caribe. Bueno, lo que 

hizo Donald Trump, lo hacen en Colombia la revista 

Semana, Caracol, RCN, NTN24, todos los días contra 

mí, contra el país, contra Venezuela, contra la memoria 

del Comandante Chávez, contra el compañero Diosdado, 

riegan esas aguas del odio y después, ¿quién las recoge? 

¿Quién recoge después esas aguas envenenadas?

Yo no le voy a pedir al presidente Santos, porque 

él me va a decir que él no tiene control sobre eso, y 

tiene razón, él no tiene nada que ver con eso. Pero, yo 

como Presidente de Venezuela, si viera algo irregular 

así contra un Presidente de otro país, yo actuaría un 

poquito aunque sea, llamaría la atención por lo menos, 

“por favor, no promuevan el odio contra Colombia”, yo 

lo haría. Que no promovieran el odio contra el pueblo 

colombiano, ni contra ningún político de Colombia. 

Ustedes saben que tenemos muchas diferencias con 

Uribe, pero nosotros no promovemos el odio contra 

él, de vez en cuando le damos su tatequieto necesario, 

técnicamente necesario, por toda la maldad que nos 

hace, pero es una diferencia política. 

Si yo llegara a ver al expresidente Uribe, le diera la 

mano, tranquilamente, después me echo agua bendita, 

eso sí. Bastante conversé con Uribe cuando fui canciller, 

largas horas, porque siempre me tocaba irlo a buscar a 

La Guaira y subíamos, la cola hasta arriba y hablábamos; 

también tuvo largas horas de reunión con el presidente 

Chávez, a veces hasta siete horas hablando de los temas 

de la paz en Colombia. Uribe quería que el Comandante 

Chávez fuera hasta las montañas de Colombia a hablar 

con el comandante Marulanda, y que una vez que 

estuviera con Marulanda y lo convenciera de iniciar las 

conversaciones de paz, él se presentaba allí, en la selva. 

Uribe le propuso eso al Comandante Chávez y Chávez 

estuvo de acuerdo y lo iba a hacer.

Entre muchas cosas, yo tengo muchos secretos 

y no me voy a morir con esos secretos, algún día los 

voy a escribir. Tengo pruebas sobre todo esto; pero 

que nosotros permitamos, que se haga una campaña 

de odio contra un pueblo hermano, o contra líderes 

políticos, no. En Colombia se dedican miles de 

millones de pesos para conspirar contra mí, contra 

Venezuela, para conspirar contra nosotros. No vayan 

a creer inclusive la oposición que lo que me hacen a 

mí, no se lo están haciendo a ustedes, porque yo soy 

Presidente también de ustedes. Soy Presidente de este 

país y soy un ciudadano igual que ustedes. Algunos de 

ustedes son mis conocidos e, inclusive, pudieran ser 

mis amigos, alguno de ustedes.

No vayan a creer que lo que se haga en Bogotá 

contra mí, no es contra ustedes también. Quizás los que 

hacen las cosas contra mí, me respetan más que a mí, 

que a ustedes, quizás, es una reflexión pues; tenemos 

chance de reflexionar aquí, por lo menos yo hacia allá. 

Qué bueno sería que pudiéramos dialogar, conversar 

cosas como saben ustedes que lo hacíamos cuando yo 

era diputado aquí.

Ahora, una campaña tremenda, y un poco más allá. 

Yo tengo un video que es preocupante, yo se los voy 

a presentar, porque hace unos meses atrás, pedimos 

explicaciones a la Canciller y al gobierno de Colombia, 

porque el exministro de Defensa, Pinzón, hizo un 

evento en Colombia donde se habló de Venezuela 

y donde voceros del establisment  estadounidense, 

funcionarios formados en el Pentágono, que han sido 

subsecretarios de gobiernos muy reaccionarios, o los 

señores líderes del Tea Party,  o Giuliani, hablaron 

del plan, estaban felices, plan en que los militares 

colombianos se están preparando para cuando firmen 

la paz, el postconflicto, venir por Venezuela.

Nosotros le pedimos explicación oficial al gobierno de 

Colombia, porque yo sé que son intrigas del Norte; que 

nunca Colombia y Venezuela, jamás en la historia, eso 

está escrito en los libros sagrados, jamás tendremos un 

conflicto armado binacional, jamás, eso está negado. Tiene 

que estar negado, pero hay quienes intrigan compañeros 

militares, intrigan. Miren ustedes esta bomba molotov, 

campaña de odio, intriga gringa. Y luego, tergiversan un 

decreto, crean un incidente, y el desastre. 

¿A quién beneficia ese tipo de política o sucesos 

así, si llegaran a instalarse como escenario? ¿A quién 

beneficia? ¿Al pueblo de Venezuela? ¿Al pueblo de 

Colombia? ¿A los pueblos de América Latina y el 

Caribe? A nadie. ¿A quién beneficia? A los enemigos 

de nuestra Patria. Son temas que nosotros debemos ir 

llevando y, con la verdad, ir disipando, con serenidad, 

con seguridad, con firmeza, con diplomacia, con 

claridad, con gestos nobles, en el plano de la diplomacia.

Por eso he venido a esta Asamblea, para traer este 

conjunto de temas. ¿A dónde más voy a ir si no es a la 

soberanísima representación de la voluntad popular, aquí 

en la Asamblea Nacional, nuestra Asamblea Nacional, 

plural, diversa? He venido a invocar en su corazón la 

causa de la paz y la soberanía de nuestro país, a tocar la 

puerta de su corazón, para defender la paz, el derecho a 

“Los tiempos de los abusos 

y de las influencias de esas 

oligarquías se acabaron aquí; 

este Presidente que ustedes 

ven parado aquí no depende de 

ninguna oligarquía bogotana, 

ni de ningún lugar del mundo 

que me dé órdenes, que me 

intimide, que me manipule”

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NUESTRO ESEQUIBO

JULIO 2015

 

la paz que tiene nuestro pueblo, el derecho a la soberanía, 

para defender nuestra Constitución, para defender el 

derecho internacional, para seguir avanzando en las 

políticas de integración, de unión de América Latina, del 

Caribe, de buena vecindad. Para eso he venido.

Con el corazón abierto he venido, sabiendo que en 

muchos casos como ustedes, compatriotas de la oposición, 

tenemos serias pugnas políticas y las dirimimos. El 6 de 

diciembre tenemos una cita, vamos a ver por quién vota 

el pueblo, el pueblo votará y decidirá y lo que decida, 

yo le diré amén. Si ustedes ganan, ganaron muy bien; 

si volvemos a ganar nosotros, las fuerzas patrióticas y 

revolucionarias, muy bien, respeto, reconocimiento.

Y estaré aquí el 15 de enero, rindiendo mi examen 

del año 2015 y seguramente veré algunas caras que están 

aquí y otras no, se irán a otras tareas. La diatriba política, 

la diatriba electoral, la batalla de ideas, la confrontación 

de posiciones, bienvenida.

A veces se les pasa un poquito la mano, de acuerdo a 

mi apreciación, pero bueno estamos entre venezolanos, 

caribeños, apasionados y batallamos duro. Pero estos 

temas, por el amor de Dios, se los digo, por nuestro 

pueblo se los digo, estos temas, tomémoslo con la mayor 

altura, sensibilidad patria y seriedad. No lo llevemos a la 

charca del debate electorero, se los pido.

Más allá de las diferencias, y las circunstancias 

que nos toque por aquí, que nos toque por allá, el país 

continúa su marcha, a este país no lo va a parar nadie, 

tiene su propia dinámica, tiene su propia fuerza.

Yo quiero presentarles este video, porque es grave. 

Esto es una muestra de unos minutos, pudiera mostrarle 

el archivo completo, el expediente que tenemos sobre el 

anuncio desde voceros estadounidenses, en territorio 

colombiano, de que se está preparando a la fuerza militar 

colombiana para un conflicto contra Venezuela después 

de firmar la paz. Y yo he dicho, y no soy un inocentón 

en política, ni en la vida, pero yo he dicho, a pesar de esa 

intriga, a pesar de eso, nuestro deber bolivariano, y con el 

permiso de ustedes, nuestro deber chavista, es trabajar y 

ayudar a Colombia en cualquier circunstancia a lograr la 

paz y a superar la guerra, que la ha desangrado durante 

60 años desde que mataron a Jorge Eliécer Gaitán. Paz, 

paz, paz para Colombia, es una gran causa americana, es 

una gran causa bolivariana.

Algunos estoy seguro no están de acuerdo con esta 

idea, pero que es justo lo que estoy diciendo, y debe ser 

la posición de Estado, la posición del país, de lo demás 

nos ocupamos después; de garantizar que la intriga 

no fructifique allá, de garantizar que la clase política 

colombiana tenga racionalidad en su relación con 

Venezuela y nos respete. Y de garantizar que nadie toque 

a Venezuela, de eso nos encargamos nosotros, que nadie 

toque a Venezuela nunca. Y de eso se encargará el pueblo 

colombiano también, si acaso.

[Se proyecta el video.] 

Fíjense ustedes, una transmisión pública con 

presencia oficial del Ministro de la Defensa, dos voceros 

estadounidense, una mujer pieza del Pentágono y de 

la NSA –National Security Agency–; son funcionarios 

del más alto nivel que ejercen asesorías de los Estados 

Unidos y en cualquier momento vuelven a cargos 

de alta importancia; y el señor Giuliani también, los 

llaman como consejeros para el posconflicto y lo único 

que apuntan es a Venezuela. Temas que hay que llevar, 

ciudadana canciller, que hay que despejar y evitar la 

diplomacia de micrófonos, llevarlo de manera directa, 

despejarla, crear conciencia, alertar y defender nuestra 

Patria siempre, defenderla, protegerla, garantizar la paz 

como gran garantía del desarrollo.

Ley habilitante para la paz y la soberanía

Por último, presidente de la Asamblea Nacional, 

compañero Diosdado Cabello, diputados, diputadas, 

magistrados, rectores, magistradas, rectoras, altos 

funcionarios del Estado, dirigentes de los partidos 

políticos de la oposición y del Gran Polo Patriótico; 

tras la recomendación del Tribunal Supremo de Justicia 

y el análisis del Consejo de Estado, me ha parecido 

conveniente dictar una ley habilitante que permita 

ordenar frente a estas provocaciones múltiples, frente 

al intento de posicionar escenarios de provocación para 

detener el avance de Venezuela, para detener el avance 

de la unión latinoamericana y caribeña, para ponerle 

la mano a nuestro país, en función de ordenar todos 

estos temas estoy editando, firmando inmediatamente 

una ley habilitante con rango, valor y fuerza de ley para 

crear una comisión presidencial institucional del Estado 

venezolano para llevar todos los asuntos limítrofes de 

nuestro país con nuestros vecinos de América Latina, 

del Caribe, en los casos que estén pendientes, asuntos 

por resolver y delimitar más allá del tema del Esequibo, 

de que he hablado ampliamente el día de hoy.

Esta ley habilitante establece la creación de una sola 

y única Comisión de Estado con rango Presidencial 

para que asuma cada uno de estos temas. Tendrá una 

secretaría técnica, esta Comisión Presidencial Nacional, 

la va a dirigir el vicepresidente ejecutivo, compañero 

Jorge Arreaza, y además convoco para que participen 

en la Comisión Presidencial para Asuntos Limítrofes  

a los ministros del Poder Popular para Relaciones 

Exteriores, Defensa, Despacho de la Presidencia de la 

República, la Procuraduría General de la República, 

el presidente o presidenta del Tribunal Supremo de 

Justicia y un representante designado por la Asamblea 

Nacional, para que esté el más alto nivel del Estado, tanto 

del Poder Judicial como del Poder Legislativo. Y esta 

Comisión permite orientarnos correctamente, en base al 

derecho internacional, en base a las relaciones bilaterales 

constructivas, buscar negociaciones que nos permitan ir 

resolviendo todos los problemas.

Así que voy a proceder inmediatamente, con su venia, 

señor presidente, utilizando los poderes habilitantes para 

la defensa de la paz, la soberanía, que ustedes me aprobaran 

en marzo cuando se produjo el decreto amenazante del 

presidente Obama contra Venezuela, ustedes aprobaron 

la ley habilitante hasta el 31 de diciembre, y esta es la 

primera en defensa de la soberanía y la paz del país que 

voy a firmar a nombre del pueblo de Venezuela.  

Ley habilitante para la paz, para la soberanía, para que 

vaya al ejecútese y vayamos completando un conjunto 

de acciones internas, nacionales, populares y de Estado, 

y vayamos completando un conjunto de acciones 

internacionales para garantizar, proteger la paz de nuestro 

país, proteger y defender los derechos más justos, la lucha 

por el Esequibo histórico, proteger las negociaciones 

internacionales en el marco del derecho internacional y 

proteger con especial esmero la unión de América Latina, 

la unión del Caribe, porque nuestra región y nuestro país 

debe seguir andando los caminos de la construcción de la 

nueva potencia latinoamericana y caribeña, una potencia 

de paz que supere las viejas heridas del colonialismo. Y 

no permita que los imperios de hoy nos llenen de heridas 

nuevas, de intrigas, de odio, y menos de guerra.

¡La paz, la paz, la paz será nuestro puerto, 

será nuestra vida! ¡Y será también nuestra victoria!

Vamos a activar todas las iniciativas populares, 

políticas e institucionales para tratar estos altos 

temas de la República.

En el recinto de la Asamblea Nacional hubo una gran empatía con el mandatario nacional