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Los miembros de la delegación venezolana que asiste a la reunión anual del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco por sus siglas en inglés), sostuvieron varios encuentros en París, capital de Francia, con los miembros del organismo internacional, para difundir la importancia de la Fiesta del Carnaval del Callao.
Texto: Ciudad Caracas
La delegación venezolana, antes de proseguir su viaje a Etiopía (para asistir a la reunión anual del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco), estará presente en la apertura de la muestra “L’immortalité du Crabe”, del artista plástico venezolano Álvaro Mejías, quien reside en Francia, y que tendrá lugar en la sede la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en esa nación europea, reseña el Ministerio para la Cultura en una nota de prensa.
Las características para que una expresión popular sea reconocida como Patrimonio intangible están contempladas en la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial acordada el 19 de octubre de 2003 por la Unesco. Venezuela se adhirió a este instrumento con lo cual el Estado lo asume como una Ley.
Los Carnavales de El Callao cumplen con los requisitos para ser reconocidos como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad porque representan una expresión popular, propia del estado Bolívar, que es reconocida por esta comunidad como parte de su identidad cultural.
Los Carnavales de El Callao es una fiesta con más de 120 años de antigüedad, que representa la fusión de la cultura de las personas de los pueblos del Caribe que se asentaron en esta localidad atraídos por las minas de oro.
Participan las “madamas” o damas Afrodescendientes (y de habla inglesa), vestidas con pesados trajes de muchos colores, grandes turbantes y gran cantidad de collares; los trenzados de los turbantes tienen distintos significados. También están los negropintos, pintados a base de carbón.
Los diablos de El Callao, representan la parte mágico-religiosa de estas fiestas, se trajean con colores blanco, rojo, negro y amarillo, cubriéndose la cabeza con grandes máscaras con rostros amenazantes que con su contagiosa danza ponen a bailar a los presentes.
En el año 2014 esta festividad fue declarado Patrimonio Cultural de Venezuela y desde entonces se trabaja por ampliar este reconocimiento al ámbito internacional por intermedio de la Unesco.