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Foto Milangela Galea
Algunos poetas que acudieron al Festival Mundial de Poesía provenientes de otros países esperaban hallar una Venezuela en guerra, con personas cazando palomas o comiendo “gatos asados”, de acuerdo a las matrices de opinión que medios internacionales proyectaron sobre nuestro país. Sin embargo, estos embajadores culturales se encontraron con la realidad: un pueblo organizado, resolviendo sus problemas junto a su gobierno. “Un pueblo ávido de arte, ávido de poesía, ávido de espacios lúdicos, ávido de experiencias que trascienden el mero hecho de comer y vivir, que le dan espíritu y alma a cada uno de los rincones de nuestro país”. Así lo señaló el ministro del Poder Popular para la Cultura, Freddy Ñáñez, al ofrecer un balance del Festival Mundial de Poesía en el programa La Ventana de Alba Ciudad 96.3 FM.
Texto: Alba Ciudad (Luigino Bracci Roa)
Entrevistado telefónicamente este viernes por la periodista Enza García, Ñáñez señaló: “Estamos en plena programación del festival; hoy está cerrando el encuentro de Jóvenes Poetas; ya cerró unos días antes el Foro ‘Poesía, Paz y Derechos Humanos’; están en desarrollo las distintas actividades que tienen que ver con talleres, presentaciones de libros, foros, conferencias y recitales que se hacen en todo el país”.
Explicó que diferentes poetas venezolanos e internacionales se han estado movilizando a bases de misiones, hospitales, penitenciarías, espacios no convencionales, teatros, bulevares, parques y plazas, “llevando idiomas, esperanza y poesía, que es una carga que complementa a la realidad, la vivifica y le da un sentido profundamente existencial a nuestro tiempo y a nuestra vida, que se generen espacios de comunidad amables”.
“Muchos poetas creían que se iban a encontrar con un país en guerra, con personas comiendo palomas en las plazas”, dijo Ñáñez en referencia a las declaraciones del alcalde del municipio Chacao, Ramón Muchacho, o de la exdiputada opositora María Corina Machado, quienes han señalado que en Venezuela hay personas cazando palomas o comiendo “gatos asados” para poder sobrevivir.
“Esto que estoy diciendo no es un invento o una ridiculización mía”, dijo Ñáñez. “Fueron titulares de periódicos como El Nacional y medios internacionales, que tienen una campaña de desprestigio no contra el gobierno de Nicolás Maduro nada más, sino contra la venezolanidad, contra nuestra nación y nuestro país”.
Las declaraciones de estos dirigentes opositores, que han pasado casi desapercibidas en Venezuela por lo risibles que son, sin embargo han tenido mucha repercusión en medios internacionales, que las han reproducido creando una falsa realidad en la mente de sus lectores sobre la situación del país, donde, si bien hay problemas graves de desabastecimiento y escasez de determinados productos, sin embargo las personas han buscado soluciones y paliativos mientras el gobierno crea las condiciones, a través de la Agenda Económica Bolivariana, para crear nuevas industrias y reemplazar importaciones.
Esperaban un panorama desolador
Explicó el ministro de Cultura que algunos poetas “esperaron encontrarse con un panorama desolador. Y se encontraron en un país con problemas, como todos los países; con soluciones en proceso, como pocos países, y también con un pueblo que abraza profundamente el conocimiento, la sensibilidad y las artes. Ese ha sido el punto que ha desagradado a muchos voceros de la desesperanza y muchos autores de la propaganda negra contra el país: que un Festival de Poesía le muestre a estos embajadores culturales ―porque eso es lo que son estos poetas, que viajan a muchos festivales― una realidad profunda sobre nuestro país”.
Las y los poetas conocieron las bases de misiones, “donde hay situaciones de pobreza extrema pero donde hay soluciones especiales y estructurales que se están tomando desde el gobierno bolivariano. A pesar de la situación económica que vive el mundo, en Venezuela se aumenta la inversión social y cultural. La cultura y el arte tienen un compromiso y una militancia en el desarrollo social y en la búsqueda de la justicia”.
“A veces los medios de comunicación terminan sustituyendo lo real, y quieren mostrarnos un pueblo reducido solamente a la angustia de cómo comer y cómo vivir”. Explicó el ministro que “nos encontramos más bien con un pueblo organizado, resolviendo sus problemas en ese sentido junto a su gobierno. Pero también nos encontramos con un pueblo ávido de arte, ávido de poesía, ávido de espacios lúdicos, ávido de experiencias que trascienden el mero hecho de comer y vivir, que le dan espíritu y alma a cada uno de los rincones de nuestro país”.
Asistencia al Festival superó las expectativas
Indicó que este sábado se dará la cifra exacta de la cantidad de personas que se han movilizado en todo el país para escuchar los recitales, pero que “es impresionante” y “supera las expectativas que nos habíamos trazado al inicio”.
También señaló Ñáñez, ante una pregunta de Enza García, que la Misión Cultura Corazón Adentro y el Sistema Nacional de Culturas Populares son los programas banderas, con recursos aprobados por el Presidente Nicolás Maduro, con el fin de blindar lo patrimonial, las tradiciones y el imaginario heroico, y por otra parte convocar a los nuevos creadores para que se incorporen en esta nueva militancia del arte nacional. Recordó que estos creadores tienen la responsabilidad de “construir la verdadera imagen de lo afirmativo venezolano, como dijo el presidente Maduro citando a Augusto Mijares”.
Se hicieron viajes a distintos estados, en asambleas con los cultores, escuchando las críticas para mejorar estos programas, “y a partir de julio nos desplegaremos en todo el país”.
Encuentro de conuqueros empieza en julio, llegará a Caracas en septiembre
El ministro también defendió el conuco “como expresión de resistencia cultural extraordinaria, una expresión del ingenio de nuestros pueblos ancestrales frente a la dificultad de aprovechar al máximo las tierras sin agredirlas, y de cultivar con un sentido de lo colectivo y lo comunitario”.
Indicó que, más que una forma de producir alimentos, “tiene implícita una forma ética y estética de la vida”, razón por la cual acompañan al Ministerio de Agricultura Urbana y al Ministerio de los Pueblos Indígenas en la revalorización del conuco como experiencia social, estética y como ciencia, en temas como la preservación de las semillas y de los suelos.
“El conuco puede ser reinterpretado en la escala urbana para resolver el problema de la dependencia a las grandes cadenas de consumo, que es uno de los desafíos de la Agenda Económica Bolivariana”, expresó el ministro.
Indicó que en julio se iniciarán encuentros de experiencias conuqueras por todo el país, que llegarán a Caracas en octubre para intercambiar experiencias y semillas. Se busca que este proceso de producción sea emitentemente cultural.
“No hay soluciones individuales para el tema de la comida ni para la economía en general”, expresó Ñáñez. Las soluciones van a venir en colectivo, y tienen que desarrollarse, pensarse y encarnarse en colectivo. El colectivismo es la respuesta verdadera a este sistema de producción y de consumo individualista que ha inoculado el capitalismo, y que ha dado terribles resultados: desde guerras civiles hasta guerras planetarias“.
“Se trata de convocar un componente ético”, explicó. “Ahora viene una segunda fase de respuestas, de construir programas para las experiencias de economía cultural”. Indicó que el pueblo le ha dado una gran cantidad de información, que hubiera tardado años en recabarse desde las universidades, y que en un plazo de tres años “hará soberano el libro, el teatro, el cine, las artes plásticas, y blinde las prácticas patrimoniales de nuestro país”.
El ministro también invitó al recital nocturno en el Teatro Bolívar este viernes a partir de las 6 de la tarde, y a la clausura del Festival Mundial de Poesía este sábado a las 4 de la tarde en el Teatro Municipal.