Ramón Palomares: Sobreviviente del tiempo, por Freddy Ñáñez

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2caa38d992fb913697d4662668fe6647Palabras dedicadas por el poeta y ministro del Poder Popular para la Cultura a Ramón Palomares, publicadas en la revista Épale de CiudadCCS este 13 de marzo de 2016.

“[Ahora, en este instante justo al saber que el más grande de nuestros escritores se hizo eterno—, puedo decir: yo sé qué es un poema y qué es, por tanto, un poeta. Es la forma en que Ramón Palomares encarnó la vida, su modo exacto de usar las palabras, los ríos, la niebla, la autoridad amorosa con la que hablaba al sol, a los gallos, y lo que estos imaginaban ser cuando oían su nombre pasar dentro de esa melodía o cuando se taimaba todo en la hoja. Y, al saber eso, comprendo que esa parte del mundo que no se terminó de hacer: el ahí donde todo es potencia, es el lugar de los poetas. En ese más allá se han pasado haciendo la vida un deleite, una afirmación y una ofrenda. Si lo hubiese sabido 25 años atrás cuando leí dentro del maravilloso poema “El patiecito”, aquella conversación agónica entre el creador y la creatura. El apesadumbrado interrogatorio del primero, y el inquebrantable argumento del interpelado hijo, tan firme, no habría cambiado el tamaño de mi destino. La existencia comienza como una decisión. Nadie nace vivo: la vida es un proyecto, una elección, y es vida mientras sea voluntad. Como en el poema, toda cosa y toda carencia es un potencial inagotable. Yo tenía 14 años y hasta esa lectura vivía a expensas de la duda. Luego, quise ser poeta. Ahora, hoy, en este momento, como todos los poetas de mi país, releo, digo: quiero ser Ramón Palomares.]

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