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El pasado 14 de diciembre se realizó la declaración de la papa nativa como Bien de Interés Cultural del país, en una actividad integrada por los guardianes y las guardianas de esta semilla y el ministro del Poder Popular para la Cultura, Reinaldo Iturriza, quien calificó este acto como un hecho sin precedentes en la historia del país.
Prensa MPPC (Claudia Hernández / Foto: Miguel Pereira)
El documento, emanado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, declara Bien de Interés Cultural para la República Bolivariana de Venezuela “los saberes y tradiciones relacionados a las semillas de papa nativa”. Además, reconoce a los sujetos que preservan estos saberes, “a los y las protagonistas de ese proceso, las guardianas y guardianes de las semillas nativas de papa, que se identifican como portadoras y portadores de un bien cultural inmaterial necesario para la conservación de la agrobiodiversidad, multiplicación y diversificación de las semillas de papa. Para el uso, valoración, multiplicación e intercambio emancipador de estas semillas andinas”.
El ministro Iturriza destacó que, más que tratarse de un acto administrativo, esta declaración es un paso importante en materia de impulso y resguardo de la soberanía alimentaria y la independencia económica del país, ambas pilares fundamentales de la Revolución Bolivariana.
En este sentido, señaló que este avance se está gestando en medio de una coyuntura particular, debido a que la mayoría calificada obtenida por la oposición venezolana en la Asamblea Nacional podría constituir una amenaza para este y otros instrumentos legales que apunten a la defensa del proyecto revolucionario.
“Nosotros no vamos a dejar de luchar para que se cumpla lo que está establecido en este papel y en las propuestas que el mismo pueblo organizado ha venido construyendo colectivamente en materia de semilla. No vamos a dejar de luchar para que las leyes obedezcan a los intereses de los pueblos y no a los intereses de las trasnacionales”, enfatizó.
Los agricultores y guardianes de semillas también expresaron sus impresiones respecto a este hecho: “Me siento contento de estar aquí con el ministro, de que nos haya firmado la declaración de la papa nativa. Eso no se lograba con ningún Gobierno de los que había. Al campesino no lo conocía el alto Gobierno, estaba aparte de todo, no lo tomaban en cuenta, para mí es un sueño y una cosa grande que uno le deja tanto al pueblo venezolano como a la familia de uno y a nuestra comunidad, a nuestro estado Mérida”.
“Uno se siente muy contento porque siempre se declara cultura a los Diablos de Yare y a otras cosas, pero esto es más contundente porque se está declarando patrimonio cultural a la comida. Esto queda para la historia, le quedara a nuestros hijos, a nuestros nietos y al que quiera saber de la papa, pero sobre todo, lo más importante, es que se trata de comida, que es lo principal del ser humano, es lo que nos mantiene”.
La papa nativa es uno de los principales rubros alimenticios de las comunidades andinas de Venezuela y el sur del continente americano. En el territorio nacional se han logrado rescatar 35 variedades de esta semilla, gracias al apoyo de la Ley Orgánica de Ciencia y Tecnología, y se producen un millón de tubérculos, según cifras aportadas por la presidenta de la Corporación para el Desarrollo Científico y Tecnológico (Codecyt), Gabriela Jiménez Ramírez.