Al terminar la Campaña Admirable, Bolívar llamó a la unidad y a no pensar solamente en la victoria

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Simón-BolívarEl historiador Pedro Rodríguez Rojas, profesor de la Universidad Simón Rodríguez de Barquisimeto, destacó que el masivo recibimiento que tuvo lugar demostró el apoyo del pueblo a la guerra de Independencia: “Sobre la concurrencia la Gaceta de Caracas habla de 30 mil personas que acuden a recibirlo y lo aclaman”


Texto: Correo del Orinoco (Mercedes Aguilar)

Hace 200 años, el 6 de agosto de 1813, Simón Bolívar hizo su entrada triunfal a Caracas, con lo que culminó la marcha que pasaría a la historia como Campaña Admirable, pues en 90 días el joven oficial batió a las tropas realistas desde Cúcuta hasta la ciudad al pie del Waraira Repano. Y aunque celebró el importante triunfo, aconsejó no pensar solamente en el triunfo, contó el historiador Rodrigo Berríos.

Bolívar “hizo un llamado a la conciencia de la mayoría de los caraqueños sobre lo que significaba la emancipación de América, la lucha por la independencia que se estaba desarrollando, la campaña reciente que se acaba de ganar, para que no pensaran solo en el triunfo alcanzado”, señaló Berríos.

El historiador señaló que Bolívar ya tenía claro que la gesta independentista apuntaba a un objetivo mayor y se debía asegurar “los destinos definitivos de la patria frente a un enemigo que no solo era España, sino un vasto imperialismo que incluía a los Estados Unidos, Inglaterra, y todos los posibles enemigos de nuestra soberanía”.

En vista de ese reto, “hizo también un llamado a la unidad a todos los jefes políticos de las regiones, diputados del Congreso, y notables de la época, que yo comparo con la situación actual ante las próximas elecciones municipales, porque no puede privar un afán personalista, sino la necesidad política en un momento crucial para el país”.

CIUDAD GOLPEADA

“Bolívar entra a una ciudad rendida por los realistas, y observa que han actuado con gran ruindad porque todo está arrasado, devastado, en ruinas, no tanto por los efectos de la guerra, pues en Caracas no se dieron batallas, sino porque pasado más de un año del terremoto de 1812 todavía se hallaban intactos los estragos del sismo”, apuntó.

Aquel panorama, comentó, era efecto de la traición de los españoles a la capitulación que firmó Francisco de Miranda en 1812: ”Monteverde violó todas las convenciones de la capitulación de San Mateo, e impuso una dictadura feroz y sanguinaria, malogró y maltrató prácticamente a casi toda la población, e hizo la mayoría de los pobladores de Caracas vieran la República, y al ejército bolivariano con mejores ojos, a sabiendas de que la guerra no había culminado”.

“Fue esa mayoría de caraqueños la que se acercó, elogió y ovacionó al Libertador y selló con ese título la figura descollante de Bolívar”, agregó.

MÁS QUE BATALLAS

El ambiente festivo no distrajo a Bolívar de las tareas pendientes para asegurar los objetivos, pues “estaba consciente de que la situación no era estable, ya que, si bien en oriente los patriotas controlaban un amplio territorio, todavía occidente y Maracaibo, así como Guayana, estaban bajo el de poder de los realistas” -advirtió Berríos.

“El pensamiento político de la época, mas allá de la idea de ganar batallas, determinaba una reflexión sobre cuál era la política que se debía aplicar, aparte del absoluto propósito de independencia total de todo dominio colonial”, comentó. En ese sentido, acotó que “Bolívar se orientó a no aplicar el concepto de gobierno descentralizado de 1811, porque había una situación que nos impelía a una unidad mayor”.

“Los políticos republicanos que estaban en Caracas, el pueblo que lo recibió, la gente que lo acompañaba en las asambleas, le dieron el visto bueno para aplicar lo que se llamaría simplemente una dictadura, sin los matices negativos de este concepto”, ilustró Berríos.

Entre las cosas más importantes que debemos destacar sobre ese día y los acontecimientos que se desarrollaron en torno de la entrada de Bolívar en Caracas, Berríos destacó “el tono de unidad que se aprecia en la palabra del consagrado Libertador, quien comandó un ejército formado no solo por venezolanos, sino también por neogranadinos, franceses e incluso ingleses, lo que le dio a su discurso un tono integrador. Lo que hace pensar que la idea de integración no viene de 1819 sino que es un anhelo mucho más anterior”.

MASIVO RECIBIMIENTO

El historiador Pedro Rodríguez Rojas, profesor de la Universidad Simón Rodríguez de Barquisimeto, destacó que el masivo recibimiento que tuvo lugar demostró el apoyo del pueblo a la guerra de Independencia: “Sobre la concurrencia, la Gaceta de Caracas habla de 30 mil personas que acuden a recibirlo y lo aclaman”.

Esa cifra expresa “una movilización muy grande, además la situación hace pensar que la población estaba muy informada de todo lo que ocurría, incluso desde el inicio del proyecto en mayo de 1813”, comentó.

UN RETO MUY GRANDE

El profesor Pedro Rodríguez Rojas manifestó que Bolívar venía de ser nombrado Libertador en Mérida y que la Campaña “fue tan vertiginosa que varias veces Bolívar tuvo que hacer presurosos cambios. Y en ese contexto dictó el Decreto de Guerra a Muerte, el 16 de junio de 1813”.

El profesor Rodríguez Rojas señaló que este recibimiento ocurre después de un triunfo extraordinario que creó expectativas muy grandes: “Bolívar tiene ante sí el reto de la Segunda República después de la caída de la Primera en 1812, descrita como lo hizo él mismo cuando explica porqué pasó esa catástrofe, en las profundas reflexiones que hace en el Manifiesto de Cartagena: ‘… un gobierno débil… a un perdón le sucedió otro perdón…’ al llegar a la capital, donde se encuentra un gobierno debilitado y desorganizado por la represión de Monteverde” -sentenció.

Entre otras dificultades “están los problemas de liderazgo que había en el movimiento independentista, sobre todo en oriente, donde varios patriotas aspiraban ser jefes. Además, la presencia de los realistas continuó, pues la Campaña Admirable no fue el fin de la guerra de Independencia”, recodó Rodríguez Rojas.

LAS LECCIONES DE LA HISTORIA

Sobre lo que tenemos que aprender de este acontecimiento el catedrático de la Universidad Simón Rodríguez opinó que la llegada de Bolívar a Caracas el 6 de agosto de 1813 guardó mucho parecido con nuestra actualidad política, la cual plantea muchos retos.

Aseguró que el comandante Chávez llamó “Campaña Admirable” a su esfuerzo para decidir su triunfo presidencial en las elecciones de octubre de 2012, porque era un profundo conocedor de la historia venezolana”. “Él sabía lo que representó esa gesta en el proceso de la lucha independentista y entendía que lo que podía ocurrir, después porque implicaba el reto más grande que le tocó a Bolívar”, añadió.

“A nosotros nos ocurrió la muerte física de nuestro Comandante en marzo de 2013, y apenas a un mes y una semana se nos planteó la necesidad de ganar en un mes unas elecciones que son una verdadera Campaña Admirable”, observó. “Eso quiere decir que la Campaña Admirable de Chávez no terminó el 8 de octubre. El reto de mayor envergadura duró apenas 30 días y terminó el 14 de abril con una gran victoria”, sentenció.

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